Canarias inicia un plan para innovar el modelo de calificación del alumnado

El proyecto ‘Evalúa’ pretende adaptar el proceso de evaluación del profesorado a la Lomloe, que prioriza la mejora de competencias del estudiante y la atención a la diversidad

María Victoria Gómez (i) y Sonia López, en la sede del Centro de Desarrollo Curricular de la Consejería de Educación.

María Victoria Gómez (i) y Sonia López, en la sede del Centro de Desarrollo Curricular de la Consejería de Educación. / E. D.

Las Palmas de Gran Canaria

El nuevo modelo de evaluación de la Lomloe -Ley Orgánica de la Educación, en vigor desde 2021-, no tiene como eje central medir lo que sabe el alumnado, sino mejorar su proceso de aprendizaje y adquisición de competencias, al tiempo que pone el foco en la atención a la diversidad en el aula. Bajo estas premisas, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación y su Centro de Desarrollo Curricular, ha puesto en marcha el Plan Evalúa que recoge un conjunto de acciones para mejorar y adaptar la competencia evaluadora docente a la nueva ley educativa y, con ello, innovar el proceso de calificación del alumnado canario.

«No se trata tanto de poner la evaluación al servicio de una calificación, sino de la mejora de la calidad educativa. Cuando nosotros evaluamos al alumnado, no estamos buscando medir lo que sabe, sino saber cómo mejorar su proceso de aprendizaje, cuáles han adquirido y cuáles necesita seguir adquiriendo o reforzando. También nos sirve para medir cómo se desempeña el proceso de enseñanza en el aula, cómo puede el docente mejorar su práctica educativa para llegar a todo el alumnado y para sacar de cada uno de ellos, lo mejor de sí mismos», señala María Victoria Gómez Medina, asesora técnica educativa de la Dirección General de Ordenación de las Enseñanzas, Inclusión e Innovación de la Consejería de Educación que, junto con Sonia López Delgado, coordinadora del Centro de Desarrollo Curricular (CDC), dan a conocer las claves del Plan Evalúa, que tiene una periodicidad de cuatro años (2023-2027).

Currículos e inclusión

Dicha iniciativa incide en dos de los cambios que recoge la Lomloe respecto a como se enseña en el aula. Por un lado, el relativo a los currículos, el documento que guía la actividad docente en el aula y establece lo que el alumnado tiene que aprender en cada área o materia y cuáles son los aspectos que después el docente tiene que evaluar. «Los currículos Lomloe son más competenciales, se pretende que el alumnado sea más competente desde el punto de vista lingüístico, digital, matemático-científico, en su autonomía, en su forma de aprender. Ese es el primer gran cambio», indica Gómez Medina.

La segunda novedad, está enfocada hacia la transformación del modelo de atención a la diversidad, de forma que la nueva ley educativa profundiza en un modelo inclusivo. «La Lomloe trae consigo una mirada a la atención a la diversidad que parte de los principios del diseño universal para el aprendizaje y lo que establece es que, tanto desde el currículo como en la acción educativa que cada profesor y profesora desempeña en el aula, tenemos que atender, de una manera inclusiva, la diversidad, las particularidades del alumnado, sus individualidades, sus diferentes formas de aprender y, tenemos que evaluar de una forma que atienda también a las diferentes maneras en las que los niños y las niñas tienen de demostrar lo que han aprendido».

El cambio del sistema de evaluación antepone «mejorar el proceso de aprendizaje» del estudiantado sobre «medir lo que sabe»

En este contexto, el pasado mes de noviembre Educación puso en marcha el Plan Evalúa, que incluye un programa formativo «en cascada» y otras acciones complementarias en torno a la evaluación competencial y a la calificación en el marco de la Lomloe, para favorecer la mejora educativa. Para ello, se ha concebido un proyecto a cuatro años, dirigido a acompañar y dotar al profesorado de herramientas formativas para atender los cambios, tanto en materia e currículos como en evaluación.

El objetivo, afirman las expertas, es que el profesorado «entienda, asuma y ponga en práctica» un currículo más competencial, para que aproveche todas sus potencialidades. Al mismo tiempo, se les acompaña para facilitar la mejora del proceso de evaluación y de calificación del alumnado, de crear instrumentos de evaluación variados que den respuesta a la diversidad que existe actualmente en el aula, a las diferentes maneras de aprender. En definitiva, con Evalúa se persigue dejar atrás el modelo tradicional de enseñanza y de evaluación, «porque al cambiar el modelo de currículo también hay que entender que hay que enseñar y evaluar de otra manera».

El plan, que integra la coordinación con los servicios de apoyo a la escuela -Inspección Educativa, Centros del Profesorado (CEP) y Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica-, comenzó sus primeras acciones formativas en diciembre con un taller de trabajo con las asesorías de todos los CEP y dos seminarios con 80 docentes adscritos a los CEP de Santa Cruz de Tenerife y de Telde, según informó Sonia López.

Se llevará a cabo un programa formativo «en cascada», entre otras acciones, con la ayuda de los centros del profesorado (CEP)

A lo largo del curso escolar se prevé además, la celebración de tres sesiones formativas dirigidas a las asesorías de los CEP, con el fin de que repliquen la formación recibida en el contexto de sus consejos generales, órganos colegiados en los que están representados todas las jefaturas de estudio de los centros educativos de Canarias. Así, se pretende que, dentro de un modelo de formación en cascada, estos agentes trasladen la información y la formación recibidas a los docentes de sus respectivos centros educativos, y al resto de la comunidad educativa.

Asimismo, se trabaja en la creación de documentos de apoyo al profesorado, tales como un kit de evaluación y calificación, con respuestas a preguntas frecuentes en torno a estos procesos, un glosario de términos referidos a la Lomloe, un banco de productos que el profesorado podrá solicitar al alumnado para demostrar la adquisición de los aprendizajes previstos en los currículos de las diferentes áreas, materias y ámbitos, y una aplicación informática.

Se prevé también la elaboración y publicación de rúbricas de calificación que faciliten la evaluación objetiva del alumnado, que se acompañarán de un documento de apoyo para facilitar la evaluación colegiada de las competencias clave. «Este documento no es de uso obligatorio, pero sí es orientativo para que unifiquemos la mirada y pongamos el mismo enfoque cuando evaluamos el proceso y lo calificamos», apuntó la coordinadora del CDC. «En la evaluación, es muy importante poner el foco en los aprendizajes. La norma nos obliga a transmitir en qué punto de consecución de los aprendizajes está cada alumno y nos vemos obligados a calificar, pero lo importante está en la evaluación de lo que ha aprendido el alumno, cómo lo ha aprendido y cómo lo puede mejorar, esa es la misión docente».

La implicación de las familias

Educación, a través del Plan Evalúa, no sólo quiere llegar a los docentes en Canarias, también involucra a las familias en el objetivo de mejorar la competencia evaluadora. Mediante cursos y jornadas que se pondrán en marcha a través de la web del Centro de Desarrollo Curricular y de los programas de familia y participación educativa, se ofrecerá a las familias un proceso de acompañamiento para que entiendan cómo se enfoca la evaluación de sus hijos e hijas y que, más allá de la nota, sepan qué significa en términos de aprendizaje su calificación. «Es muy importante que las familias puedan participar de manera más consciente en la mejora del aprendizaje de sus hijos. Además de decirle que su hijo tiene un notable, le informamos de que tiene notable por tal motivo y que tiene que mejorar en tal sentido», matizó Sonia López. | M. J. H.

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