Navidad anticipada entre la espuma en el Hospital de La Candelaria

Un pequeño mira hacia arriba obnubilado. Es la primera vez que ve algo así. Un grupo imponente de hombres y mujeres vestidos con un uniforme negro y rojo, cascos y guantes se acercan a él y a los amigos que ha hecho en los últimos días en la planta pediátrica del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, un grupo de una veintena de niños tan entusiasmados como él. 

Son los bomberos de Tenerife. Los mismos que han apagado el fuego de la cumbre y los que salvan cada día a cientos de personas en las Islas. El pequeño no es aún del todo consciente, pero su presencia es suficiente para que se le escape una sonrisa que últimamente le cuesta dibujar: la de la ilusión prístina que solo es comparable a la que genera la magia de la Navidad.

Desde un enorme coche rojo de bomberos, dotado de una escalera infinita y una enorme manguera, los profesionales se han acercado al centro hospitalario para acercar a los más pequeños –y algún mayor novelero– el trabajo que realizan en las Islas. 

Los efectivos de este cuerpo de seguridad mostraron sus mejores técnicas de salvamento y extinción de incendios, incluyendo, para llamar la atención de los pequeños, acrobacias en altura y el uso de sus mangueras especiales desde las que han tirado verdaderos colchones de espuma para invitar a los niños a jugar. Algunos se acercan a la mancha blanca con curiosidad y otros llegan incluso a tocarla. 

Esta visita tradicional ha supuesto una forma de retomar la normalidad después de la pandemia

 Esta visita es ya una tradición para el centro hospitalario, pero hacía mucho tiempo –desde antes de la pandemia– que no tenía un despliegue como el que se vio en la mañana de ayer.  

Y es que, durante los años de la covid –entre 2020 y 2022–, el miedo al contagio paralizó este encuentro para que los profesionales se pudieran centrar en la atención a los pacientes. «Es una forma de retomar la normalidad, porque la covid nos había generado un aislamiento social», relata Carlos Solís, jefe de sección de las Urgencias pediátricas del Hospital de La Candelaria. 

La visita sorprendió a los pequeños hospitalizados, la mayoría de edades comprendidas entre 2 y 6 años, que se mostraron entusiasmados por la llegada anticipada de la navidad. Y aunque el sentir general fue la fascinación, no faltó quien llegó a sentir cierto temor e incluso a cuestionarse la presencia de aquellos profesionales pensando que podría deberse a un fuego en el centro hospitalario.  

Para Solís esta visita anual siempre es «muy emotiva». Y es que este pequeño encuentro es tan especial que es capaz incluso de cambiar la actitud de los niños ante el periplo de la hospitalización, y más cuando se produce en plena navidad. «Se les pasa la mañana volando y luego se pueden pasar días recordando anécdotas de este día», explica Solís. 

Además de conocer el trabajo de los bomberos de primera mano, algunos pacientes pediátricos también han tenido la oportunidad de convertirse en bomberos por un día. Con un casco que supera con creces el ancho de su cabeza, un pequeño mira con admiración a aquellos hombres y mujeres con una sonrisa de oreja a oreja. «¿Quieres subir al camión?», le pregunta uno de los bomberos. Sin pensarlo dos veces, el niño asiente con gracia y es aupada hasta el asiento del copiloto. Al bajar recibe, de mano de ese mismo bombero, una bolsa roja. «Ahí tienes un regalito de parte de todos los bomberos», le comenta uno de los efectivos. 

Aunque muchos niños han podido disfrutar de la visita, otros tantos deben quedarse en cama pues su patología no les permite salir, siquiera, de su habitación. «Hay una niña que se encuentra en aislamiento debido a su patología, ya que tiene una enfermedad inmune», advierte Solís mientras recorre los pasillos del área pediátrica del hospital acompañado por los bomberos. 

Sin embargo, las barreras arquitectónicas no son impedimento para este cuerpo de seguridad que ha insistido en conocer a todos los niños hospitalizados en el centro para regalarles parte de su tiempo y un pequeño regalo de navidad anticipado. 

Suscríbete para seguir leyendo