Canarias se desvanece bajo un espeso manto de polvo sahariano

La mayoría de las estaciones del Archipiélago triplican las concentraciones habituales de partículas en suspensión

La calima desaparecerá mañana y pasado, pero regresará el fin de semana

Varias personas pasean por el centro de Santa Cruz bajo este episodio de calima de diciembre.

Varias personas pasean por el centro de Santa Cruz bajo este episodio de calima de diciembre. / María Pisaca

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Canarias se ha desvanecido este miércoles bajo un espeso manto de polvo sahariano. Una importante inyección de calima proveniente del continente africano ha cubierto por tercer día consecutivo todo el Archipiélago, tiñendo de ocre los cielos, empañando el horizonte y causando un empeoramiento de la calidad del aire.

Pese a que la calima lleva varios días sobre el Archipiélago, su presencia este miércoles ha sido mucho más intensa que en días previos. Así se ha podido comprobar a través de los valores registrados por las estaciones de la Red de Control y Vigilancia de Calidad del Aire de Canarias. En concreto, entre la madrugada y las primeras horas de la mañana, los valores de partículas en suspensión del tipo PM2.5 (es decir, de un diámetro menor a 2,5 micras y potencialmente inhalables) triplicaban las concentraciones habituales.

En Santa Cruz de Tenerife las concentraciones de partículas finas han llegado hasta los 191 microgramos por metro cúbico poco antes de mediodía. La misma estampa se repitió Breña Baja (La Palma) donde se han alcanzado hasta 148 microgramos por metro cúbico y, en algunos puntos de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se han alcanzado los 142 microgramos por metro cúbico de PM2.5.

Esta intensa entrada de aire del sudeste, viciada con partículas de polvo en suspensión que arrastra del desierto del Sáhara, tiene su origen en la posición de un anticiclón cercano ubicado en el norte de África. Esta estructura está originando unos fuertes vientos que facilitan la llegada de estas advecciones a Canarias. Al ocurrir en invierno, además, esta situación se produce en capas bajas de la atmósfera, de ahí que se produzca, una importante reducción de la visibilidad y un empeoramiento notable del aire que respiran los canarios.

A partir de este jueves, el cielo de Canarias amanecerá más limpio, pero solo se mantendrá así hasta el viernes.  La Aemet espera que, a partir del sábado, el polvo en suspensión vuelva a hacer acto de presencia en las Islas. No irá acompañado, sin embargo, de un incremento de la temperatura. "La advección cálida no será tan importante, pues en el desierto no hace tanto calor", relata David Suárez, delegado de la Aemet en Canarias.

De hecho, las temperaturas mantienen desde el lunes una tendencia descendente. Durante este miércoles se ha marcado una máxima de 27,8 grados en Vallehermoso (La Gomera), seguido de unos 27,2 en La Aldea de San Nicolás en Gran Canaria. En Tenerife los termómetros han llegado hasta los 26,9 grados en Adeje. Las mínimas, por su parte, han sido de hasta 2,6 grados en la cumbre de Tenerife y de hasta 5,6 grados en la de Gran Canaria.

Los cielos volverán a recuperar su color habitual a partir del martes, cuando está previsto que un "anticiclón muy potente" se sitúe al norte de Canarias, cerca del archipiélago de Azores. "Esta estructura generará una situación de estabilidad que no dejará pasar borrascas hasta Canarias", revela Suárez. Por tanto, también dificultará la llegada de lluvias a las Islas.

Efectos sobre la salud

La exposición a la calima puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio. Y es que el polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias, y en muchas ocasiones puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC). La calima también está relacionada con un incremento de los eventos cardiovasculares a medio y largo plazo.

Por ello se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios, como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas, no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas, realizar la limpieza de las superficies con el polvo con paños húmedos, mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse, no realizar ejercicios físicos en el exterior. En caso de que, aun así, empeoren los síntomas respiratorios, se recomienda llamar al 1-1-2.

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