Maestras y maestros de ayer

Luis Balbuena, primer consejero de Educación de Canarias

Asegura que le debe a Jerónimo Saavedra todo el apoyo que le brindó en aquellos tiempos difíciles para impulsar este proyecto autonómico

Luis Balbuena con Jerónimo Saavedra, evocando viejos recuerdos en el Gobierno de Canarias.  | | E.D.

Luis Balbuena con Jerónimo Saavedra, evocando viejos recuerdos en el Gobierno de Canarias. | | E.D. / Domingo J. Jorge

Domingo J. Jorge

La historia de la educación en Canarias cuenta con un capítulo que conformó el paso en el que las competencias de carácter educativo fueron cedidas al Gobierno de Canarias. Comienza así, en ese momento, un cambio hacia algo totalmente nuevo, puesto que no existía ningún otro modelo anterior del que partir o tomarlo como referencia para el primer Ejecutivo autonómico y la Consejería de Educación en nuestras Islas. Todo era novedad, en la educación pública y concertada, para alumnos y profesores, funcionarios y políticos. Sin embargo, las maestras y maestros canarios pusieron piedra sobre piedra para iniciar esa aventura, que se veía ascender desde las ventanas de las aulas. Esa etapa la vivió desde sus comienzos Luis Balbuena Castellano.

La llegada al mundo de la enseñanza de esta neonata Consejería de Educación del Gobierno de Canarias la dirigía un equipo de docentes que soñaban con seguir llevando algo que recoge la Constitución Española de 1978: «Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes». Luis Balbuena insiste en que «no fue fácil para nadie y se hizo gracias a la ayuda de todos, profesores, familias, equipos directivos, centros públicos y privados, alumnos... Lo construimos todos».

Jerónimo, 1983-1987

«En octubre de 1982 se convocan elecciones y desde el partido socialista vienen a verme, antes de ganar las elecciones, para si podía colaborar en el caso de ellos llegar a gobernar. Simplemente les puse una condición y era que se me destinara a trabajar en el gobierno en un área que fuese la Educación y no en otro ámbito que fuera desconocido para mí», recuerda. «Quiero destacar que yo no soy ni he sido afiliado del PSOE, pero sí cercano al ideario de educación propuesto desde siempre por esta formación política». De esta manera, el 22 de diciembre de 1983, «Eligio Hérnandez, que era el gobernador civil, me designa director provincial del Ministerio de Educación y Ciencia en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Este cargo me hizo comprobar por mis propios medios algo que yo intuía, y era que el sistema educativo contaba con serias deficiencias en el Archipiélago».

Tras este nuevo paso dado por Balbuena, el siguiente sería desde 1983 hasta 1987 como consejero de Educación del primer Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, que se creó tras la constitución del primer Parlamento de Canarias en mayo de 1983. Balbuena coincidió como profesor PNN –profesor no numerario– de la ULL con Jerónimo Saavedra, en el periodo de 1969 a 1974, donde ambos dieron clase, Balbuena en Matemáticas y Saavedra en Derecho. Por ello, tras ganar las elecciones en mayo de 1983, «por la amistad que habíamos labrado, me llamó para que me responsabilizara del nuevo proyecto de Educación en Canarias que íbamos a acometer», señala. «No había nada hecho en la etapa a emprender. Estaba todo por hacer. Cuando llegué a la Consejería todo el equipo que encontré fue un auxiliar administrativo y una pedagoga», anota.

«Tuve la suerte de que Jerónimo me permitiera elegir a mi equipo de trabajo. Eso es algo que nunca le pude terminar de agradecer. Fue un equipo de primera división, al que yo adjudico claramente el éxito de aquellos cuatro años de gestión, a pesar de todos los problemas con los que nos encontramos». Rememora Luis Balbuena esos momentos con una sensación añadida de dolor. Y es que el día en el que nos reunimos, el pasado martes, para repasar estas líneas que estábamos preparando para esta página de Maestras y maestros de ayer nos comunican en plena reunión una triste noticia: Jerónimo Saavedra acababa de morir esa mañana. Los recuerdos de Luis Balbuena hacia Jerónimo Saavedra se hicieron más arduos en la definición que da sobre él: «Jerónimo, desde aquel entonces, ha abanderado siempre poner por delante la defensa de la Educación y la Cultura, pero sobre todo de la Educación. No le terminaremos de pagar jamás los esfuerzos que por ello hizo en aquel entonces donde no había nada».

Inicios en precario

La Consejería estaba en precario. «No había funcionariado, se tuvieron que empezar a convocar oposiciones... Vinieron funcionarios de otras consejerías a trabajar con nosotros. Canarias tenía un sistema educativo bastante abandonado, especialmente, porque las decisiones no se tomaban aquí, sino en Madrid. A esta dificultad, se sumó el aumento de la población y, por lo tanto, en cierta medida, la natalidad. Por dar un dato, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria había unos 65.000 alumnos mal escolarizados.

«Los centros, cuyo mantenimiento dependía de los ayuntamientos, estaban abandonados, no por culpa de los consistorios, sino porque realmente no había dinero en principio para Educación. La suerte que tuvimos es que contábamos con un presidente, Jerónimo Saavedra, que no dudó en apoyar todas las propuestas que hicimos para mejorar la Educación, el gobierno en pleno lo apoyó. Había un equipo que apoyaba y un gobierno que era consciente de que había que resolver esta situación en Canarias», explica.

«Recuerdo que nos pusimos en contacto con otras comunidades autónomas que ya habían tomado decisiones. Andalucía, por ejemplo, nos ayudó con ideas. Su consejero de Educación, por aquel entonces, Manuel Gracia, nos brindó muchísimo apoyo y consejos. Se crearon las primeras direcciones generales en la Consejería, se trabajó con las editoriales para introducir en los libros de texto contenidos canarios –que no los había–, nos enfrentamos a huelgas, como la de estudiantes en enero de 1987», aclara. «Es decir, fueron momentos complicados, pero tengo claro que logramos arrancar los primeros momentos de la Educación en Canarias dentro de los primeros pasos de nuestra Comunidad Autónoma, e insisto, lo logramos contando con un gran equipo y a la cabeza aquel primer presidente de Canarias, Jerónimo Saavedra», apostilla.

Enamorado de la enseñanza

Luis Balbuena sigue con paso fuerte y enamorado de la enseñanza, por aquella pasión en ofrecer conocimientos y cuanto más significativos mejor, a los chicos y chicas que aún pasan por las aulas en Canarias. Da cursos y talleres con su Komando Matemático y sus compañeros, porque el que es maestro será siempre maestro. El próximo lunes abrimos un nuevo episodio de la mano de otro profesor o profesora que nos traerá sus vivencias aquí, en Maestras y maestros de ayer.

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Entre 1991 y 1995, Luis Balbuena fue elegido concejal del Ayuntamiento de La Laguna en las listas del PSOE, siendo alcalde José Segura Clavell. Lógicamente, el área que hubo de desarrollar fue la Educación, y también Deportes, Patrimonio y la del Distrito de Valle de Guerra. «De ese momento, especialmente recuerdo una anécdota y fue el trabajo que se hizo en 1992, año del Centenario, donde realizamos un intercambio con Argentina. Un grupo de escolares argentinos vino a La Laguna y alumnos de los colegios Aneja y Montaña Pacho marcharon a Argentina. Yo me fui con técnicos y profesores, y un grupo de chicos y chicas que había participado en un proyecto de Patrimonio de La Laguna, promovido por el CICOP. Nos recibió incluso el presidente Menem», rememora.

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