La Dirección General de Tráfico, comúnmente conocida como DGT, ha decidido que un tipo de vehículo no tenga que pasar la ITV a partir de este 2023. Hablamos de los vehículos matriculados antes del 1 de enero de 1950.

Esta nueva disposición, impulsada por la DGT, otorga un estatus especial a los coches y ciclomotores con más de 73 años, considerándolos vehículos históricos. El propósito principal es reconocer la importancia de estos automóviles en el patrimonio cultural y fomentar su presencia en las carreteras españolas.

Según la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA), más del 60% de estos vehículos históricos circulan menos de 20 días al año y recorren distancias cortas, lo que minimiza su impacto ambiental. Como resultado, estos vehículos históricos quedan fuera de la Ley de Cambio Climático y no estarán sujetos a la obligación de llevar la etiqueta ambiental ni a las restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Patrimonio automovilístico

La decisión de la DGT busca también evitar que normativas desiguales en comparación con otros países fomenten la salida de vehículos históricos fuera del territorio español. Con esta medida, se espera incrementar la presencia de estos automóviles únicos en las carreteras, contribuyendo así a la conservación del patrimonio automovilístico.

Sin embargo, es importante destacar que el resto de los vehículos sigue obligado a realizar la ITV según la periodicidad establecida por la normativa vigente. No llevar la pegatina de la ITV correctamente pegada supone una infracción leve con multas que oscilan entre los 80 y los 100 euros, responsabilidad que recae siempre sobre el titular del vehículo y no sobre el conductor.