La Fiscalía solicita casi ocho años de prisión por robo y secuestro

La Fiscalía solicita cerca de ocho años de prisión para un hombre, que padece esquizofrenia paranoide y una minusvalía del 65 por ciento, como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación, así como por otro de detención ilegal en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. El ahora acusado obligó a otro ciudadano, que también tiene discapacidad, a entregarle diversos objetos y, además, lo retuvo en su vivienda hasta que la víctima cobrara su pensión para quitársela de forma íntegra.

El juicio por este asunto está previsto que se celebre la próxima semana en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Según consta en el escrito de calificación redactado por el Ministerio Público, el acusado tiene diagnosticado un trastorno de la conducta por sufrir esquizofrenia paranoide y cuenta con múltiples ingresos psiquiátricos en centros sanitarios de Tenerife por la mencionada circunstancia.

Además, el presunto autor de los hechos tiene reconocida por la administración una minusvalía psíquica del 65 por ciento. De hecho, por tal circunstancia percibe una pensión de 421 euros el día 25 de cada mes.

Sin embargo, con la clara intención de proporcionarse un beneficio económico, el ahora acusado acosaba a la víctima y la intimidaba con el objetivo de quitarle objetos de valor que tenía, así como de arrebatarle el importe de su pensión.

Según consta en la declaración realizada por parte del perjudicado, esos delitos llegaron a consumarse en varias ocasiones, aunque no puede concretar las fechas concretas. Para lograr su objetivo, el implicado le propinaba diferentes golpes y lo amenazaba, diciéndole que le iba a dar una paliza a él y a su madre. Ante dichas circunstancias, el afectado le tenía mucho miedo.

Un día, el ahora acusado abordó a la víctima en la vía pública, lo sujetó con fuerza por el brazo y lo trasladó hasta su domicilio, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife.

Una vez más, lo amenazó con propinarle palizas si no accedía a sus deseos. De esa manera consiguió que el afectado le entregara varios objetos de valor, como su teléfono móvil, un reloj y el bono de discapacidad para viajar en transporte público.

Sin embargo, no se quedó satisfecho con eso. Y, con idénticas amenazas, lo secuestró en su vivienda, con la intención de esperar hasta el día en que cobrara su pensión, para apropiársela también.

Sin embargo, los planes del ahora acusado se frustraron. El motivo de que no llegara a cumplir su objetivo de forma íntegra fue que un hermano suyo sacó de la vivienda a la víctima, que recuperó su libertad de movimientos a la mañana siguiente. Y, a partir de ese momento, el afectado decidió interponer denuncia por los delitos que había sufrido.

No es la primera vez que el citado individuo comete infracciones penales. De hecho, consta que ha sido condenado por delito leve de hurto, lesiones o maltrato en el ámbito familiar, así como por conducir sin tener el debido permiso administrativo. A raíz de los mencionados hechos de robo con violencia e intimidación, la autoridad judicial dictó un auto por el que se le impuso una medida cautelar de aproximación y comunicación respecto de la víctima.

El Ministerio Público considera que no concurren en el implicado circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal.

La Fiscalía solicita una condena de tres años y cinco meses de cárcel por el delito de robo con violencia e intimidación, así como otros cuatro años y seis meses por el de detención ilegal. Además, propone que en la sentencia se establezca un alejamiento de más de 500 metros de la víctima y prohibición de comunicarse con la misma en los siguientes diez años al cumplimiento de la pena privativa de libertad. Y reclama que indemnice al perjudicado con 6.000 euros y el valor de los efectos robados.