La Gomera registra un tercio de los seísmos que ha sufrido en seis años en 16 horas

La Gomera ha temblado como nunca antes lo había hecho. Al menos no desde que se dispone de una amplia red sísmica dispersa por todo el Archipiélago. El sureste de la isla colombina ha registrado durante la noche un total de 17 pequeños terremotos que han conformado la primera serie sísmica detectada en la isla desde 2017. De estos, ha conseguido detectar 9 en 16 horas, un tercio de los seísmos que se han producido en la Isla en los últimos seis años. Por el momento, los científicos relacionan este movimiento con la dinámica tectónica del Archipiélago. 

Los terremotos se empezaron a notar a las 20:20 horas de la noche de ayer domingo y se han prolongado hasta las 12:05 de esta mañana. Los seísmos que se han podido localizar –un total de ocho– se encuentran a profundidades de entre 23 y 5 kilómetros, lo que coincide con la zona sobre la que se asienta la base de la isla. Todos los terremotos se han producido en la costa de Playa Santiago, al sureste de la Isla. 

En cuanto a las magnitudes, la mayoría de los terremotos han sido débiles (de apenas 1,4 mgLb), sin embargo, otros cuatro han llegado a ser algo más fuertes siendo sentidos –aunque levemente– por la población. El mayor seísmo detectado se ha producido a 3 kilómetros de Playa Santiago (en el sur de la Isla) y a 10 kilómetros de profundidad.

Los terremotos se han producido entre los 23 y los 5 kilómetros de profundidad

Este terremoto tuvo una magnitud de 2,8 mbLg y una intensidad máxima de 3, siendo la vertiente norte de la isla la que más ha sentido el movimiento. En concreto se sintió en algunos barrios Los Chapines y Tamargada (Vallehermoso), en la Asomada de Medina (Agulo) y en Hermigua. En otros enclaves como La Vizcaína, Las Casas o el centro de Vallehermoso la población de la zona también sintió el terremoto pero con menor intensidad. 

Según la Escala de Intensidad Macrosísmica, una intensidad 3 se califica como "débil". En ella la población ha sentido el terremoto dentro de algunos edificios y las personas en reposo sienten un balanceo o ligero temblor. También puede ocurrir que los objetos colgados oscilan levemente. No obstante, el temblor no causó ningún daño. 

Los investigadores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) están siguiendo de cerca esta poco usual actividad en la zona, aunque tras los primeros análisis consideran que es posible que se haya originado debido al asentamiento natural del Archipiélago. "Esta isla genera tensiones sobre la corteza, por eso creemos que el movimiento ha sido de origen tectónico", resalta el director del IGN en Canarias, Itahiza Domínguez.

La Gomera lleva más de dos millones de años volcanismo y se considera inactiva

"La Gomera es una isla volcánicamente inactiva", resume Domínguez, que recuerda que la isla lleva dos millones de años sin actividad volcánica reseñable. En los últimos 30 años tampoco ha registrado demasiada actividad sísmica ni se encuentra entre los puntos habituales donde se suelen producir enjambres.  

La poca actividad volcánica de la isla –menor incluso que la de Fuerteventura– es motivo de preocupación, dado que, a largo plazo, su continua erosión podría ocasionar que a ella no llegaran los alisios y se convirtiera rápidamente en un desierto. 

Desde 2017 –coincidiendo con el momento en el que el IGN amplía su red de observación– en la isla se han localizado 25 movimientos sísmicos. Esto supone que los terremotos observados ayer suponen un tercio de todos los que han ocurrido en la isla en los últimos seis años.

Aunque no descartan la posibilidad de que esta nueva actividad pudiera estar provocada por la actividad magmática, el IGN insiste en que sería muy "raro". Por el momento, tampoco lo relacionan con la actividad símisca profunda que se viene produciendo en Tenerife en los últimos meses, algo que también ha sido debatido en el seno de la institución dada la cercanía de ambas islas. "En principio no parece tener relación ninguna, pero hay que ver cómo evoluciona la actividad", concluye el director del IGN. 

En La Gomera solo queda un cono volcánico que se puede ver desde el mar en su lado sur. El resto de volcanes han quedado reducidos a su núcleo o chimenea, convertidos en Los Roques que salpican su orografía. Aunque los científicos la han tachado de inactiva, en 2017 los investigadores del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) insistieron en que la aparición de un nuevo volcán en La Gomera no es improbable y que la isla se encuentra en un estado intermedio. En concreto, el geólogo Rubén García recordó ese año que "el vulcanismo comienza, de repente se para, se erosiona todo y a lo mejor vuelve".

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