Tenerife prefiere el horario de verano

La mayoría ve el cambio de hora más como una molestia que como una medida útil para reducir costes

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Santa Cruz de Tenerife

La isla se levantó este domingo dispuesta a afrontar el nuevo horario: una hora menos desde las 2:00 horas de la madrugada. Casi todos confiaron en sus teléfonos móviles, capaces de adaptarse a estas variaciones de forma automática, pero en las calles de La Laguna todo parecía seguir el patrón de un domingo normal.

A las 9:00 horas de la mañana, el reloj de la torre de la Iglesia de La Concepción sonó puntual mientras los vecinos paseaban buscando, en su mayoría, una terraza donde tomar el desayuno. Nada parecía haber cambiado: familias enteras dando una vuelta, vecinos dirigiéndose a la misa dominical, deportistas que aprovecharon los primeros rayos del sol para lanzarse a las calles peatonales y muchos ciudadanos paseando a sus perros.

Carmen León es una vecina de La Palma que visita La Laguna con regularidad para pasar unos días con su hija y su nieta, que viven aquí por motivos laborales. Es amante de las buenas caminatas y salió temprano para estirar las piernas y captar alguna que otra instantánea con su móvil. "Soy madrugadora y no me importa que haya más luz por la mañana pero es cierto que me gustaría que dejaran de cambiar ya el horario", indicó. "No he notado diferencia a la hora de despertarme pero si tuviera que elegir, dejaría siempre el horario de verano", zanjó.

Cerca, en una de las cafeterías que tanto éxito tienen en los alrededores de la Iglesia de La Concepción, dos amigas hicieron el parón con sus perros para tomar un café. Raquel Herrera y Doris Pérez fueron tajantes: este nuevo horario es "depresivo".

Con suerte, y durante estas dos primeras semanas, la noche caerá en Canarias desde las 18:30 horas de la tarde. En verano es de día prácticamente hasta las 21:00 horas y el tinerfeño medio, amante de hacer vida en la calle y disfrutar de la naturaleza, va a echar de menos esas horas de luz que le hurta el horario de invierno. "Además, ya está más que comprobado que estos cambios no ahorran apenas gastos". "Afecta a todo el mundo y no sólo a los niños y las personas mayores; los dueños de perros, por ejemplo, tenemos que seguir saliendo con los nuestros a la hora que toca", aseguraron las jóvenes.

Doris Pérez y Raquel Herrera.

Doris Pérez y Raquel Herrera. / Carsten W. Lauritsen

Mientras, en el estanco de prensa más cercano a la iglesia, el joven Rajesh Chugani explicó que a esa hora no había notado diferencia alguna con cualquier otro domingo. "Los fines de semana abrimos un poco más tarde, entre las 7:00 y las 7:30 horas. No sé si es que la gente aprovechó para dormir hoy algo más pero no ha habido nadie que viniera antes de tiempo", dijo. "Los mayores, que no están tan actualizados con la tecnología, sí que han tenido algún que otro despiste. Uno de nuestros clientes sí que me comentó que se había confundido". Por lo demás, este dependiente también coincidió con los demás en preferir el horario de verano. "Me gusta despertarme y que sea de noche, me da más sensación de haber madrugado y así no anochece tan temprano".

Rajesh Chugani en el quiosco que regenta junto a la Iglesia de La Concepción.

Rajesh Chugani en el quiosco que regenta junto a la Iglesia de La Concepción. / Carsten W. Lauritsen

Donde sí que notaron, y mucho, el cambio horario fue en el mercado de la Plaza del Cristo. Es normal que se llene de clientes un domingo pero en esta ocasión los compradores llegaron mucho antes. "Vinieron más temprano, a las 9:00 ya estaba lleno y eso no es normal", comentó Juani Rodríguez, de la Panadería Candelaria. Los puestos de flores, ubicados en el exterior, eran un hervidero. Este miércoles es el día de los difuntos y los más previsores aprovecharon para hacerse ya con sus ramos para engalanar las tumbas de sus seres queridos.

Juani Rodríguez atiende a una clienta en la Panaderia Candelaria, en el mercado de La Laguna.

Juani Rodríguez atiende a una clienta en la Panaderia Candelaria, en el mercado de La Laguna. / Carsten W. Lauritsen

Otros que también sufrieron el cambio de horario fueron los padres de niños y niñas pequeños, que no entienden de relojes. En su mayoría, se despertaron desde las 5:30 horas de la mañana sin dar opción a sus padres de aprovechar de esa "horita más de sueño" que parece ser la única ventaja de este cambio de hora.

Tracking Pixel Contents