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Alianza cívico-militar contra el fuego

Un centenar de militares desfila por las calles de Arafo para conmemorar la fiesta nacional en el punto de origen del gran incendio que azota los montes de Tenerife

arafo

El Ejército y el municipio de Arafo sellan una unión surgida durante la lucha codo con codo frente a la tragedia del incendio forestal que aún azota la Isla. Lo hacen a través de un acto sencillo, pero muy emotivo, que traslada la celebración de la fiesta nacional, incluido el homenaje a la bandera, a las calles del municpio. La solemnidad preside una ceremonia que incluye el sentido recuerdo a «los caídos por España».

La Villa de Arafo fue escenario, dos días después de la efemérides, de un 12 de octubre, fiesta nacional, en miniatura que incluyó el izado de la bandera y un sentido homenaje a los caídos por España. El acto lo organizó el Mando Militar de Canarias en el entorno de la plazoleta José Rodríguez Ramírez con el objetivo de sellar la unión entre pueblo y milicia surgida en la lucha contra el incendio que aún azota los montes de Tenerife y tuvo su origen en el municipio.

Los bares de la plaza del pueblo de la música en el sur cambiaron por un día de clientela este sábado. Los militares, aproximadamente un centenar, amigos y familiares sustituyeron a los habituales moteros del fin de semana para probar la especialidad del Bar Chicho, ese bocadillo, cuya base es el mítico pan de Arafo. De carne de cochino con queso y mojo picantito –más algún ingrediente secreto no desvelado por Pedro, camarero conocedor de todo y de todos–. A fe que está bien bueno.

Las marchas militares se adueñaron por un día del espacio y los pequeños inconvenientes como la falta de aparcamientos quedaron en segundo plano. Esta vez se mezcló lo cotidiano con lo excepcional. Lo demostró el Vivan los novios al final de una boda que se celebraba al mismo tiempo en el cercano ayuntamiento. Por un lado, petardos en la celebración. Por otro, uniformes y música militar

El teniente general Jefe del Mando de Canarias, Julio Salom Herrera, presidió un acto con Arafo como escenario porque allí comenzaron las llamas,. Una muestra de solidaridad y cercanía del Ejército con el pueblo arafero que sufrió las consecuencias del incendio que asoló y asola todavía a la Isla.

La ceremonia se dividió en cuatro grandes bloques. En orden cronológico, la formación de la parada militar, el izado de la bandera, el homenaje a los caídos y el desfile de las unidades participantes. La Escuadra de Gastadores del Mando Naval, la de Música y Banda de Guerra nº 2 de la Brigada Canarias XVI, la Sección del Regimiento de Artillería de Campaña nº 93, la del Mando Aéreo, la del Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil y la de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

El teniente general Salom pasó revista a la formación –a paso bastante ligero como corresponde a su formación de legionario– y saludó a las autoridades. Presentó una a una a las militares el alcalde Arafo, Juan Ramón Martín, con el que mostró gran complicidad desde el primer momento

«Queremos mostrar un Ejército que está con el pueblo en las medianías o en los barrancos»

Julio Salom

— Jefe del Mando MIilitar

El izado de la bandera en un gran mástil de unos veinte metros dio paso al homenaje a los caídos. Un momento de gran significado, simbolismo y emoción que corroboró el canto general de ese himno de los Ejércitos españoles en que se ha convertido La muerte no es el final. Cerró la mañana el desfile de las unidades militares ente el aplauso de los aproximadamente 250 asistentes en el entorno de la calle La Libertad con la plaza central, San Juan Degollado –cuántas verbenas en ese marco–.

El teniente general Salom recordó que «España es de todos y no solo de la capital. Está en las medianías, en los barrancos y en cualquier pueblo de la Isla que nos arropa con cariño como en Arafo». Recalcó la actuación en el incendio iniciado aquí de la Guardia Civil, de los hidroaviones del Ejército del Aire y sobre todo de la UME. Salom valoró el hermanamiento entre el Ejército y la sociedad: «En cualquier lugar recóndito de la Isla, siempre tendrán a disposición a sus militares y nos sentimos arropados por ellos».

Reconoció el militar que notó «la tristeza» de la Isla en los rostros de los soldados a su cargo. Desde el conductor que le traslada a los miembros de la guardia. Explica: «Estaba de vacaciones y volví porque consideraba que mi deber era estar aquí». Apostilló: «Esperamos con ansiedad la lluvia que termine de apagar esos toscones que se mantienen». Concluyó: «Me dijo el alcalde de La Orotava (Francsco Linares) que veremos el paisaje otra vez verde en poco tiempo. Soy de fuera y lo dudo, pero hay que creer en esos brotes».

Por su parte, el alcalde de Arafo, Juan Ramón Martín, recordó el pavoroso incendio que comenzó en su municipio el pasado 15 de agosto, mañana hará dos meses, para convertirse en uno de los peores de la historia de Canarias,.

Recordó el regidor arafero que «el teniente general Salom me llamaba casi a diario para preocuparse por la situación»!. Consideró que «el acto solemne salió muy bien en cuanto a organización». Lo valoró como «una manera de que el pueblo tenga la oportunidad de agradecer al Ejército, en especial a a UME, su ayuda en este incendio devastador». El suyo personal y el de los 5.600 habitantes de Arafo que a día de hoy arrastran todavía las consecuencias del terrible paso del fuego.

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