El Observatorio Astronómico del Teide (OT), ubicado en la isla de Tenerife, es un enclave privilegiado y único para la observación de los cielos, gracias a su altitud y condiciones atmosféricas excepcionales. Ubicado en el Parque Nacional del Teide, el OT combina la investigación científica con la protección de un entorno natural único en el mundo. El OT es uno de los centros de investigación astronómica más importantes del mundo, albergando una variedad de telescopios y equipos de última generación. Desde su inauguración en 1964, el OT ha sido el responsable de innumerables descubrimientos científicos, así como avances en el campo tecnológico. Los científicos y científicas que trabajan en el OT estudian fenómenos cósmicos que van desde el estudio de partículas del cosmos con los nuevos telescopios Cherenkov, cuyas instalaciones se han visto perjudicadas por el incendio, o el estudio del Sol con grandes telescopios solares entre los que se encuentra el más grande de Europa y tercero del mundo, GREGOR, hasta estudios y observación de galaxias distantes con los telescopios nocturnos como el Telescopio Carlos Sánchez e IAC80, brindando información sobre el cosmos. Además de la relevancia científica, el OT juega un papel crucial en la divulgación de la astronomía, ofreciendo visitas públicas y educativas para acercar el conocimiento del Universo a la sociedad. La calidad del cielo en el OT lo convierte en un destino predilecto para personas aficionadas a la astronomía y astrofotografía, que disfrutan de la claridad y nitidez de las vistas estelares. En definitiva, el OT representa un faro de conocimiento global en el campo de la astronomía, explorando los misterios del cosmos desde un entorno único y privilegiado.

Desde la tarde-noche del martes 15 de agosto, un incendio arrasa la isla de Tenerife, donde ya son cerca de 15 000 hectáreas quemadas en el monte de Arafo. Las autoridades locales lo han declarado como el fuego más grave de Tenerife en los últimos cuarenta años, donde más de 12 000 personas han sido evacuadas y las llamas han afectado al 7% de la superficie de la isla. Actualmente el fuego abarca un perímetro de 90 kilómetros. Entre las ubicaciones afectadas por el fuego también se encuentran el OT y el centro de investigación atmosférico. Su personal fue evacuado el jueves 16 de agosto por el preocupante ascenso del fuego por el valle de La Orotava y más concretamente hacia la montaña de Izaña, ubicación de los dos centros de investigación.

En torno a las 15:00 del domingo una lengua proveniente del frente norte penetró entre el atmosférico y el OT, por el fuerte viento ascendente, superando la línea de protección fijada en la carretera. De forma inmediata el fuego se extendió por la vaguada de Izaña, afectando a las cimentaciones de algunos telescopios, así como a una estación meteorológica. Además, arrasó con toda la flora autóctona y típica del lugar, las retamas. Por medio de helicópteros se pudo parar el avance, aunque sin poder evitar la propagación al sur, hacia la carretera de Izaña. Afortunadamente la madrugada del miércoles se dio por estabilizado el incendio y desde entonces se encuentran refrescando la zona por conatos que se reactivan esporádicamente.

Las consecuencias del incendio sobre las instalaciones del OT en un futuro cercano son claras. Este deberá permanecer cerrado durante un largo periodo de tiempo, aún sin determinar, a causa de la quema de la flora autóctona circundante al observatorio, las retamas. Este tipo de arbusto vigoroso y muy ramificado posee una forma peculiar que le ayuda a protegerse del viento y a guardar humedad en su interior. Además, produce flores llamativas en tonos amarillo que atraen a polinizadores como abejas e insectos, contribuyendo a la reproducción de la planta de manera natural y muy efectiva. La desaparición de esta especie hace que el suelo se caliente a causa de las altas temperaturas y que, con el contraste frío del aire a gran altura, se formen remolinos, con la consecuencia de que se levante toda la ceniza y polvo del suelo y caiga encima de las instalaciones del observatorio. Esto provoca que no se pueda abrir los diferentes telescopios por el riesgo de caída de este material sobre los diferentes elementos ópticos, como son los espejos e instrumentos científicos. Por ende, esto va a provocar que se frenen proyectos que estaban en marcha, tanto científicos como tecnológicos. Por mencionar uno importante que se estaba llevando a cabo ahora, se ha interrumpido el seguimiento fotométrico de la última supernova que explotó en la galaxia M101, evento que no ocurría desde hace décadas. En definitiva, este terrible incendio perjudicará a nivel científico-técnico al OT, pero esperamos que muy pronto podamos seguir con nuestro día a día o, mejor dicho, con nuestra noche a noche.

David López Fernández-Nespral

David López Fernández-Nespral

David López Fernández-Nespral nació en Madrid y cursó la Licenciatura en Física por la Universidad Complutense de Madrid. Es Doctor en Astrofísica por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Actualmente tiene un contrato postdoctoral en el IAC como astrónomo de soporte del Observatorio del Teide (OT) y, entre sus muchas labores, se encarga junto con el grupo de operaciones telescópicas del desarrollo y puesta en marcha de la nueva instrumentación para los telescopios nocturnos (TTNN) y de la supervisión de numerosos telescopios del OT.

*Sección coordinada por Adriana de Lorenzo-Cáceres Rodríguez