Las vacunas diseñadas para mitigar los efectos de la infección por covid no tienen los mismos efectos en pacientes vulnerables. En este colectivo –formado por pacientes de cáncer, trasplantados, sindrome de down, con VIH o fibrosis quística –, la inmunización frente a la covid peierde eficacia con el paso del tiempo, a una velocidad mucho más rápida en el resto de la población. Por esta razón, durante la campaña vacunal, se puso en marcha un refuerzo que consistía en el uso de anticuerpos clonales neutralizantes de manera preventiva.
Aunque el uso de este fármaco (Evusheld) se llevó por toda España, no todos los centros hospitalarios consiguieron llevarlo a la población que lo necesitaba. Sin embargo, hay equipos que lo han conseguido estableciendo novedosos métodos para hacer llegar la información y gestionar el aluvión de peticiones.
Es el caso del Hospital Universitario Doctor Negrín, cuya actuación ha sido reconocida en el Congreso Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac), por haber logrado una de las mejores tasas de inmunización preventiva de esta población vulnerable de España.
«Fue gracias a la organización de nuestros especialistas», explica Enrique Hernández Mendoza, subdirector de Enfermería de Servicios Centrales del Hospital Doctor Negrín y uno de los autores de la comunicación Anticuerpos monoclonares neutralizantes frente al SARS-COV-2 en pacientes inmunodeprimidos: el papel de la enfermera gestora de casos. Para beneficiar a estos pacientes y dada la complejidad y el seguimiento exhaustivo que se precisa, el Hospital Dr. Negrín puso en marcha un Plan de actuación intrahospitalario, que situó a la enfermera gestora de casos como figura central del proceso multidisciplinar.
La enfermera gestora de casos facilita y aporta seguridad al proceso y brinda eficiencia al sistema
Fue ella la encargada de elegir y captar a los pacientes que requerirían este refuerzo de anticuerpos, organizar las agendas de vacunación, planificar los turnos del personal de enfermería y servir de intermediario entre los especialistas y los pacientes.
Para incluir a estos pacientes en el tratamiento debían cumplir ciertos requisitos, en concreto si sus anticuerpos habían descendido por debajo de un límite tras la vacunación. «La enfermera realizaba una petición a serología con el objetivo de ver si en el organismo del paciente seguía apareciendo la información genética de la proteína spike», que es la que consigue que los pacientes respondan ante una infección, tal y como revela Hernández.
«Nuestro sistema de gestión funcionó tan bien que no solo utilizamos las dosis que nos habían tocado en el reparto –unas 300–, sino que también hicimos acopio de otros centros de Canarias donde no se estaban utilizando», explica Hernández. El estudio y el reconocimiento que ha obtenido, a su parecer, pone en valor el papel de la enfermería para este tipo de gestiones que afectan a muchas áreas y pacientes.
«Gracias a esto nos hemos convertido en referencia incluso para la casa comercial», argumenta el enfermero. Entre las conclusiones principales de este estudio destaca que la enfermera gestora de casos facilita y aporta seguridad al proceso, mientras brinda eficacia, efectividad y eficiencia al sistema sanitario.