Seguridad

179 años de honradez y vocación de servicio de la Guardia Civil

El Instituto Armado celebra su aniversario en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife

La Guardia Civil celebra su 179 aniversario

El Día

Las claves de los integrantes de la Guardia Civil para permanecer durante 179 años gozando del cariño y aprecio de los ciudadanos, las instituciones y de otros cuerpos de seguridad han sido la honradez, la vocación de servicio y el carácter benemérito. Así lo recordó en la mañana de hoy, 2 de junio, el general de Brigada Juan Hernández Mosquera, jefe de la Zona de la Guardia Civil de Canarias durante el acto protocolario para conmemorar la fundación del Instituto Armado en 1844.

Por primera vez este evento se desarrolló fuera de las instalaciones de la Comandancia Provincial, en Ofra. De forma concreta, se eligió la Dársena de Los Llanos del Puerto de Santa Cruz de Tenerife para acoger la conmemoración, en un claro gesto de apertura a la sociedad civil.

Mosquera manifestó que era un honor y un privilegio poder realizar el acto "rodeados de símbolos tan santacruceros" como el muelle, el Macizo de Anaga, la Plaza de España, la iglesia de La Concepción o el Auditorio.

Este año también se celebran los 125 años de la llegada de la Guardia Civil a Canarias, el medio siglo desde que se constituyó la Unidad de Helicópteros, así como los 35 años desde que la mujer se incorporó a la institución.

Hernández Mosquera recordó que la difícil situación social que vivía España en la primera mitad del siglo XIX, con una falta absoluta de seguridad en las ciudades y en los caminos que comunicaban las poblaciones de la Península, condujo al presidente de España, Ramón María Narváez y Campos, a proponer a la joven reina Isabel II a que promulgara la creación de un cuerpo de seguridad de ámbito nacional encargado de garantizar el orden público.

Tras un estéril primer texto, el proyecto se plasmó en el decreto de 13 de mayo de 1844, que consagró desde ese momento la naturaleza militar de la Guardia Civil y seña de identidad que perdura desde entonces.

Y para su organización y primera dirección se nombró, como inspector general, al mariscal de campo Francisco Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada. Este se inspiró en las gendarmerías de otros países europeos, como pilar de la nueva institución. A los miembros se les exigía los valores de lealtad, austeridad, disciplina, abnegación y espíritu benemérito.

Apenas un año después, Girón y Ezpeleta plasmó tales requisitos en la llamada Cartilla de la Guardia Civil, "un completo código deontológico, que adaptado recientemente bajo el título de Código de Conducta del Guardia Civil, que inspira a los hombres y mujeres que componemos el cuerpo en el más alto concepto de la moralidad, honradez y seriedad en el servicio".

El general de Brigada recordó que en su primer artículo se indica que "el honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha; una vez perdido, no se recobra jamás".

Durante su alocución, Hernández Mosquera tuvo un recuerdo especial para "nuestros veteranos, ya sea porque perdieron la vida con ocasión del servicio, verdaderos héroes de nuestra institución, ya fuera por otras causas". "Pero especialmente honramos a los compañeros que por edad o voluntariamente dejaron el servicio activo; a todos ellos debemos un reconocimiento sincero y profundo, porque la Guardia Civil es un cuerpo de tradiciones, que las transmitimos de generación en generación, como tesoro y herencia intangible de nuestra propia identidad", apuntó el jefe de la Zona de Canarias.

El evento también sirvió para condecorar a diferentes mandos y guardias del Instituto Armado. Uno de los profesionales distinguidos fue el cabo primero Joaquín Santos, del Grupo de Respuesta e Intervención en Montaña (Greim), que recibió la medalla al mérito policial con distintivo rojo.

Otros reconocimientos sirvieron para reconocer la "extraordinaria y sobresaliente colaboración de las instituciones que nos facilitan el mejor desarrollo de nuestro servicio, en este caso singularmente las Fuerzas Armadas presentes en Canarias y la Dirección Insular de La Palma".

Hernández Mosquera explicó que "motivos puramente de índole financiero y de escasa conflictividad, retrasaron 54 años el despliegue de la Guardia Civil" en el Archipiélago. El 12 de julio de 1898, la entonces Comandancia exenta de Canarias inició su andadura a las órdenes del comandante Francisco Fenech y Cordonié, con una fuerza compuesta por 110 guardias civiles encuadrados en una compañía de Infantería, desplegada en cuatro líneas, al mando de un oficial cada una, y por una sección de Caballería de 30 jinetes.

Hace 35 años, las mujeres pudieron incorporarse a la Guardia Civil. En 1988 ingresaron en el cuerpo 197 funcionarias femeninas. En estos momentos son más de 7.000 en el Instituto Armado. En Canarias trabajan en dicho cuerpo de seguridad 305 mujeres.

Respecto al medio siglo de existencia de la Unidad de Helicópteros, aclaró el general de Brigada que se trata de "un servicio emblemático para el cuerpo y muy necesario y querido en una tierra como esta, donde, ya sea en la montaña o en el mar, colabora con otras instituciones en algo tan benemérito como salvar la vida de aquellos que se encuentran en grave riesgo de perderla". A las islas, dicho recurso llegó hace 40 años.

En la Dársena de Los Llanos también estaba atracada la patrullera Río Guadiato, que es la última incorporación al Servicio Marítimo del cuerpo de seguridad. Con 35 metros de eslora, este barco está equipado con los últimos adelantos tecnológicos y de confortabilidad.

Al acto protocolario y a la exposición de las diferentes unidades de la Guardia Civil asistieron alumnos de Secundaria de los centros Hispano Inglés, La Salle-San Ildefonso y Echeyde.