Cooperar sin esperar nada a cambio

La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de la zona de Machado se organiza para reducir los costes del servicio de acogida temprana de menores

Alumnos de la escuela unitaria del núcleo de Machado.

Alumnos de la escuela unitaria del núcleo de Machado. / ED

Un grupo de progenitores logran reducir en un 80 por ciento el gasto que cada familia debe asumir por llevar temprano a sus hijos al colegio gracias a ofrecer una vez al mes un «desayuno colaborativo», por el que aportan dinero todos los padres. Una de las impulsoras de la idea explica que «un problema nunca es individual; nos necesitamos y, si trabajamos juntos y juntas, la solución es más sencilla».

Uno de los problemas recurrentes de muchas familias con menores que quieren compaginar el traslado de estos alumnos a sus centros educativos con su asistencia a su puesto de trabajo es la acogida temprana. Y padres y madres de la zona de Machado, en el municipio de El Rosario, han impulsado una actividad solidaria para garantizar el mantenimiento de este servicio fundamental. El colegio unitario de Machado es un centro pequeño, pues está organizado en apenas tres aulas, en las que aprenden poco más de medio centenar de alumnos de diversas edades. Y, en cualquier caso, con imaginación y buena voluntad han convertido un problema en una solución.

Las características de la propuesta pedagógica hacen que el colegio de Machado sea un recurso diferente, aunque cercano, donde se trabaja por proyectos y de forma colaborativa, aclara una de las madres.

En ese ámbito, los alumnos, mayores y pequeños, intercambian espacios y experiencias, lo que propicia que el aprendizaje sea un acto compartido. Cabe recordar que en Canarias cada vez quedan menos escuelas unitarias.

Reparto entre menos familias

A pesar de los valores positivos que, a nivel de calidad en la enseñanza, puede ofrecer un colegio pequeño, una de las progenitoras manifiesta que, «a veces, se hace difícil afrontar proyectos que necesitan aportaciones económicas» que, para algunas familias, pueden resultar costosas. Entre ellas figuran los servicios de atención temprana o de permanencia.

En esa línea, desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) explican que, si bien tales prestaciones hacen posible la conciliación de la vida familiar y laboral, al permitir que se amplíe el tiempo de estancia del alumnado en el colegio, «no siempre puede ser asumido desde el punto de vista económico» por los padres que lo necesitan.

Aclara una de las mujeres que el motivo es que, al dividir el coste del importe de los servicios en pocas familias, «la cuota mensual resulta muy costosa y no siempre es fácil de pagar para muchas personas que forman parte de la institución». Ante esta circunstancia, desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de este enclave surge la idea denominada Los desayunos colaborativos de Machado.

Reducción del 80%

Antes, el 100 por ciento del gasto de atención temprana se dividía solamente en una decena de familias que lo necesitaban, en la actualidad, la iniciativa permite que el 80 por ciento del coste se solvente a través de una donación que todos los padres realizan una vez al mes, a cambio de un desayuno que organiza el colectivo de progenitores. De esa manera, el 20 por ciento se divide entre los usuarios de la referida prestación, con lo que la cuota se reduce de manera significativa, explica una de las impulsoras del proyecto.

Pero, de forma paralela, además de la solución económica, en la preparación de los desayunos saludables y caseros se generan redes de colaboración entre padres y madres.

Y, para aquellas familias que aportan dinero de forma solidaria, se ha establecido que tienen derecho también al servicio de acogida temprana cinco veces al año de forma gratuita. Según señala una de las personas implicadas, «puede parecer una frase hecha, pero está claro que en equipo se puede hacer más y mejor».

Otra de las madres comenta que «los desayunos colaborativos llegan para hacernos actuar en conjunto, para invitarnos a trabajar en grupo y pensar que un problema nunca es individual, que nos necesitamos y que, si trabajamos juntos y juntas, la solución es más sencilla».

Respuestas

También admite esta vecina de Machado que en la organización no todo es fácil, «nos surgen un montón de preguntas, pero sabemos que las respuestas irán llegando con el tiempo».

«Lo que, sin duda, está presente es una profunda ilusión en que vivamos esto como una oportunidad, una oportunidad para participar de algo bonito, que nos afecta a todas las familias y que, además, puede ser un gran mensaje para nuestros hijos e hijas, porque les estamos enseñando a cooperar sin esperar nada a cambio», comenta una de las promotoras de la experiencia. Añade que «es probable que ahí fuera encontremos muchas situaciones de individualismo, de engaño, de competencia; pero aquí dentro, en nuestro cole, tenemos una oportunidad para trabajar en equipo y pensar en conjunto.

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