Fred Olsen optimiza la estructura de sus barcos para reducir su huella de carbono

La innovación permite reducir sus emisiones en distintas actividades para suplir que no exista un combustible alternativo

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La naviera Fred. Olsen Express ha optimizado la estructura de sus barcos, haciéndolos más ligeros y reduciendo su resistencia al viento, para reducir su huella de carbono y así suplir la falta de alternativas para los combustibles contaminantes utilizados hoy en día. Pero no es lo único. La naviera que conecta las islas a través del mar en Canarias, ha estado trabajando durante los últimos años en un total de 70 medidas para poder ser más sostenibles ambientalmente, atendiendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tanto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como de la Agenda Canaria 2030.

"Nuestra cultura siempre ha sido la del respeto del medioambiente, está en nuestro ADN", ha revelado esta mañana el director de la flora de Fred. Olsen Express, Juan Ignacio Liaño. Como insistió, el hecho de realizar su actividad económica en el mar les ha hecho reflexionar sobre cómo reducir su huella en los ecosistemas y el propio planeta.

La naviera admite que "el modelo de transporte marítimo actual" no cuenta con alternativas más sostenibles –en lo que se refiere a combustibles– de las que ya utilizan. Menos aún en el caso de esta compañía que cuenta con un tipo concreto de ferris de los que apenas existen un centenar en el mundo. Pero no claudican a la hora de intentar encontrar un combustible más óptimo o alternativas más sostenibles para ser "más sostenibles". "Trabajamos medidas orientadas a la optimización de combustible, a la descarbonización de los barcos y a la búsqueda de alternativas más respetuosas, así como a la disminución de nuestra huella de carbono y de diferentes sustancias nocivas", aclaró la responsable de calidad y medioambiente, Monste Padrón.

muchas de los avances en esta materia que se han hecho hasta el momento tienen más relación con las infraestructuras en general y los servicios que se dan a bordo. Tal y como planteó la jefa de comunicación y marketing, Marina González, esta tarea se sustenta en cuatro pilares: la innovación, la sostenibilidad del servicio, la colaboración y el voluntariado y la participación.

La política papel cero evita la emisión de cuatro toneladas de CO2 al año

La reducción de las emisiones ha sido posible, en gran parte, gracias a las innovaciones en la estructura del barco, tanto interna como externa. Iván Fernández, jefe del departamento técnico, explicó que el área de diseño ha trabajado para construir "barcos más eficientes" en la flota. Para ello se han centrado en dos aspectos. Por un lado hacerlos más ligeros y, por otro, reducir su resistencia al viento. Los investigadores han trabajado codo con codo con los astilleros para reducir el peso de algunos elementos fundamentales del barco, como pueden ser los asientos o las moquetas. También se ha cambiado el planteamiento de las rampas de acceso que, en lugar de formar parte de la infraestructura del ferry, se encuentra instalado en tierra. "Cuanto menos peso, menos potencia tenemos que darle al barco para impulsarlo", explicó Fernández.

Con esa misma premisa también se ha trabajado en mejorar el diseño de los techos y de otros complementos para conseguir que el buque sea más aerodinámico. "Si reducimos la resistencia al avance, también podemos emplear menos energía en moverlo", resaltó. En este sentido también se han implantado motores de última generación que "cumplen con los criterios más restrictivos de la Unión Europea" y se ha optimizado los bajos del barco para crear menos olas a su paso.

La naviera adapta sus rutas para evitar las Zonas Especiales de Conservación

En lo que se refiere al interior del barco, los miembros de la tripulación también han ido incluyendo mejoras para reducir la huella de carbono del propio servicio a bordo. Como explicó Mario Torres, jefe de seguridad y medioambiente, una de las medidas más importantes ha sido el destierro absoluto del uso del papel a la hora del embarque. "Ahora identificamos a los pasajeros a través de DNI, lo que nos ha permitido reducir mucho el papel", insiste. Esta política de papel cero ha ahorrado al menos cuatro toneladas de emisiones de CO2 al año desde que se implantó. Asimismo, como parte de su objetivo de la reducción de residuos, la compañía ha empezado a sustituir los plásticos por materiales más sostenibles, reduciendo al menos en seis toneladas anuales la utilización de este tipo de materiales.

Asimismo, para contribuir a "la concienciación de los usuarios" se han instalado papeleras de recogida selectiva en todos los ferris y se les "proporciona una estimación de su huella de carbono en su billete", explicó Padrón. También se utilizan

Otras medidas adoptadas son las destinadas a minimizar su impacto en el medio marino y, en concreto, con los cetáceos. Desde hace tiempo la compañía adapta sus rutas para evitar Zonas Especiales de Conservación (ZEC) en trayectos entre Tenerife, La Gomera y La Palma. Destaca asimismo la creación de 'Fred Olsen Vigia' para el registro de cetáceos y objetos flotantes. Un sistema pionero en el sector que puede contribuir a preservar la vida de la fauna marina en el Archipiélago. Además, la naviera colabora activamente con el departamento de Biología Marina de la Universidad de La Laguna (ULL) y la facultad de veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

"Esto es tan solo la punta del iceberg", admitió Liaño, quien adelantó que se avecinan muchas nuevas directivas internacionales de reducción de emisiones que afectarán al sector. "Nosotros trataremos de estar por delante de esas medidas", remarcó el director de la naviera, quien insistió en su empeño por conseguir una tecnología "que permita evitar esas emisiones de CO2".

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