Una vecina de Añaza tendrá ascensor para facilitar que su hijo salga a la calle

El Instituto Canario de Vivienda y el Ayuntamiento de Santa Cruz aportarán el dinero necesario para la obra | El joven debía gatear para llegar a su piso, en una cuarta planta

Teresa Hernández, Rafael Yanes y Ana Mengíbar en una reunión celebrada esta semana. | | E.D.

Teresa Hernández, Rafael Yanes y Ana Mengíbar en una reunión celebrada esta semana. | | E.D. / Pedro Fumero

El diputado del Común, Rafael Yanes, comunicó ayer a Teresa Hernández que el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife llegaron a un acuerdo para afrontar la financiación de la obra que permitirá que disfruten de un ascensor en el edificio del barrio de Añaza en el que vive con su hijo, de 23 años, que sufre una enfermedad desconocida y que, como tiene problemas de movilidad, debe subir a gatas varias plantas hasta llegar a su domicilio.

Hace varios días, Hernández, acompañada de la presidenta de la ong Queremos Movernos, Ana Mengíbar, mantuvo una reunión con el diputado del Común para exponer, de manera oficial, el problema que padece desde el año 2016. Teresa es capaz de bajar a su hijo en el carro por las escaleras de su bloque, situado en la avenida Luis Celso García Guadalupe. Sin embargo, ya no tiene suficientes fuerzas como para subirlo hasta una cuarta planta. Ante esa circunstancia, el joven Ayan debe regresar a su domicilio arrastrándose por los escalones.

La diputación del Común anunció ayer que el Instituto Canario de Vivienda aportará el 80 por ciento de las obras de instalación del ascensor, mientras que el Ayuntamiento de la capital tinerfeña pondrá el 20 por ciento restante.

Teresa Hernández explicó ayer que está «muy contenta y satisfecha» con el anuncio realizado por ambas instituciones, después de siete años de reclamar alguna solución. Además, admite que está «agradecida».

Desde el Instituto Canario de la Vivienda la han citado para que hoy acuda a la sede de la entidad, supuestamente para explicarle cómo se va a desarrollar la citada intervención en su edificio.

Teresa Hernández proponía dos posibles alternativas para resolver el problema de movilidad de Ayan. Además de la ya citada de colocación de un ascensor, la otra pasaba por el hecho de que se le ofreciera otra vivienda con mejor accesibilidad desde la vía pública.

Sin embargo, la vecina de Añaza se tropezó con un gran obstáculo ante el Instituto Canario de Vivienda. El problema estaba en que, durante 1997, Hernández pasó a su propiedad el piso en el que residía. Esa circunstancia dificultaba supuestamente que el Gobierno de Canarias la pudiera cambiar de vivienda.

Pedir una nueva casa

A partir de aquel momento, se le propuso que vendiera su piso y que se inscribiera en dicho departamento del Ejecutivo autónomo como solicitante de una casa social. Sin embargo, a la ciudadana le surgieron muchas dudas ante tal ofrecimiento. Una de ellas fue dónde residiría hasta que le entregaran un nuevo inmueble. Y la segunda consistía en cuánto tiempo duraría el mencionado proceso administrativo. Y cuando acudía al consistorio de la capital tinerfeña, la respuesta era que las competencias correspondían al Gobierno canario. A mediados de marzo pasado comenzó a denunciar de forma pública su problema y la falta de alternativas válidas por parte de la Administración.

Su hijo Ayan nació en 2020. Hasta el momento, ningún médico ha sido capaz de determinar qué enfermedad padece ni qué características tiene. Por las mañanas, el joven acude a un centro de día. Y en esas horas, Teresa Hernández puede trabajar y realizar algunas otras gestiones.

Dificultades

Comenta que, desde hace algunos años, tiene artritis por todo el cuerpo, lo que provoca que, a veces, no pueda bajar con su hijo a la calle.

A mediados de marzo, una técnico del Instituto Canario de Vivienda realizó un estudio sobre la vivienda en la que reside con Ayan y, hasta hace pocos días, no conocía las conclusiones de dicho documento.