Sanidad

Las terapias avanzadas contra el cáncer costarán 300.000 euros por paciente curado

Los fármacos más innovadores contra los tumores se abonan en dos plazos, el segundo tras evaluar el resultado | Las condiciones son iguales en todo el país

El Hospital de Santiago, uno de los hospitales autorizado a administrar terapias CAR-T.

El Hospital de Santiago, uno de los hospitales autorizado a administrar terapias CAR-T. / Xoán Álvarez

Carmen Villar

Cuando el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, defendió la creación en Galicia de un centro avanzado de producción de terapias CAR-T, los fármacos más punteros e innovadores contra el cáncer, argumentó que estos tratamientos, debido a su “alta eficacia”, ofrecen “esperanza a pacientes que ya agotaron todas las vías de curación”. El coste aproximado de estas terapias celulares para el Sergas es de unos 320.000 euros por paciente. Siempre que muestren unos resultados eficaces, aclaran desde la Consellería de Sanidade.

Las condiciones bajo las que se abonan estos medicamentos son iguales para todas las autonomías, señalan desde el Sergas, y se traducen en un pago por etapas destinado al laboratorio que las comercializa. En concreto, detallan desde la Xunta, en los medicamentos CAR-T disponibles se abona un primer plazo tras la infusión y el segundo se realiza al año y medio de la infusión, “en función de unas variables clínicas que miden si el tratamiento fue eficaz”.

La terapia CAR-T es personalizada y funciona a partir de las propias células del paciente, que son modificadas en un laboratorio después de un procedimiento de extracción que separa la sangre en sus componentes para poder actuar sobre las células T. La infusión se refiere al momento en que el paciente vuelve a recibir esas células T reforzadas y entrenadas genéticamente para acabar con el tumor. Un primer pago se produce al completar este estadio y la siguiente mitad, a los 18 meses de ese procedimiento si la terapia logra un determinado nivel de respuesta, una cuestión que se evalúa, apostilla el Sergas, “con datos registrados por el facultativo responsable del paciente”.

Los 320.000 euros son el tope acordado por el Ministerio de Sanidad para abonar a los laboratorios que fabrican las CAR-T comerciales. No obstante, también hay otra vía, la de que sean los propios hospitales y centros públicos los que los produzcan y Galicia ha hecho una apuesta en ese sentido.

Aspira a fabricar los fármacos más novedosos contra el cáncer, de ahí el impulso a un centro propio que aspiran a tener operativo este año. Las expectativas, según indicó la Xunta en su momento, serían producir uno o dos fármacos distintos en ensayos clínicos en sus dos primeros años de funcionamiento y eso podría suponer, calculó Sanidade, entre 50 y 100 pacientes tratados con esos medicamentos hechos en Galicia.

En la actualidad, la comunidad ya participa de estas terapias, dado que el Gobierno autorizó a dos centros hospitalarios gallegos (Santiago y A Coruña) a ofertarlas, aunque dejó al Complexo Hospitalario Universitario de Vigo fuera del listado. Hasta entonces, los pacientes gallegos a los que se les autorizaban estos tratamientos debían salir de la comunidad para recibirlos. Expertos del sistema sanitario gallego cuestionaban que Galicia se quedase fuera del mapa para administrar estas terapias y aducían que el trastorno afectaría a medio centenar de pacientes por año, una cifra que crecería al aumentar las aplicaciones de los fármacos. Hace un año habían recibido la terapia 42 gallegos y la mayoría tuvieron que irse fuera, sobre todo a Barcelona, aunque seis fueron tratados en la comunidad, en Santiago y en el Álvaro Cunqueiro, en el marco de ensayos clínicos.

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