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Alerta sanitaria: Reconocen graves efectos de un conocido fármaco para el estómago

Al menos cinco han sufrido "reacciones adversas graves" debido a este fallo

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Imagen de archivo / Pixabay

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha emitido una alerta en su web tras detectar cinco incidentes que han requerido "asistencia médica" en relación a la confusión en la prescripción, dispensación y administración de dos medicamentos con nombres similares: la butilescopolamina y la escopolamina.

Según ha informado la AEMPS, al menos cinco pacientes han sufrido "reacciones adversas graves" al recibir escopolamina "de forma errónea" en lugar de la butilescopolamina que debían haber recibido.

La butilescopolamina se utiliza para el tratamiento de espasmos agudos del tracto gastrointestinal, biliar y genitourinario, mientras que la escopolamina hidrobromuro se reserva para los pacientes quirúrgicos como premedicación en la anestesia para reducir la salivación excesiva y las secreciones del tracto respiratorio.

La confusión en la prescripción, dispensación y administración de estos medicamentos ha llevado a la AEMPS a establecer una serie de recomendaciones para los profesionales sanitarios.

Entre estas recomendaciones, la AEMPS insta a prestar atención detallada a la posible confusión entre los dos medicamentos y a verificar el nombre, dosis, forma farmacéutica e indicación correspondientes antes de dispensar o de administrar el medicamento.

Además, se recomienda facilitar la diferenciación entre los medicamentos con nombres similares en todas las etapas de la utilización del medicamento.

Ante la eventual sospecha de sobredosis de escopolamina, la AEMPS recomienda seguir las recomendaciones de tratamiento descritas en el prospecto y administrar fisostigmina intravenosa con precaución y únicamente bajo monitorización cardiaca.

Si el paciente está muy agitado por los efectos adversos, se puede administrar un barbitúrico de corta duración.

La AEMPS insiste en que la confusión en la prescripción, dispensación y administración de medicamentos puede tener consecuencias graves para la salud de los pacientes y hace un llamado a la responsabilidad de los profesionales sanitarios para evitar este tipo de errores en el futuro.