El ejercicio físico reduce los efectos secundarios de la quimioterapia

La práctica regular de ejercicio tiene grandes beneficios para la salud de la población en general, pero más aún para la de los pacientes oncológicos. Y es que la actividad física no solo disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes, también fortalece el sistema inmunitario y mejora el estado de ánimo. Por esta razón, los oncólogos abogan por que las personas con cáncer incorporen este hábito a sus rutinas.

«El ejercicio potencia el sistema inmunitario, lo que se traduce en una mejora de la calidad de vida de los pacientes neoplásicos. De hecho, se ha demostrado que las personas que hacen ejercicio de forma habitual toleran mejor los tratamientos con quimioterapia porque los efectos secundarios se reducen», detalla el doctor Salvador Saura, especialista en Oncología en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín e integrante del grupo de trabajo Ejercicio y Cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

De este modo, al lograr que los enfermos toleren mejor los tratamientos, es posible aumentar la supervivencia. «Hay que tener en cuenta que muchas terapias generan toxicidad, por lo que, en algunos casos, las personas tienen que abandonarlas de forma precoz.

Con el ejercicio físico se ha visto que esto se puede revertir de alguna forma», anota el especialista del centro de referencia del área norte de Gran Canaria. Ahora bien, el tipo de actividad que puede realizar cada paciente dependerá de su estado de salud y del tipo de cáncer que sufra. «Los profesionales tenemos que valorar a los afectados y adaptar la actividad física a cada uno. Hay personas que tienen ciertas limitaciones. Por tanto, nuestra misión consiste en pautar ejercicios que no vayan en contra de sus capacidades», subraya el experto.

Fisioterapeutas

En esta tarea, otra figura esencial es la del fisioterapeuta, pues son estos los profesionales que ayudan a los médicos a determinar qué clase de actividades pueden realizar los pacientes. «En nuestro hospital trabajamos de la mano del equipo de fisioterapia. Además, estos compañeros son los que ayudan a los enfermos a mejorar su condición física», informa el especialista. Un ejemplo lo pone la labor que llevan a cabo con los pacientes aquejados de cáncer de pulmón que se van a someter a una intervención. «En estos casos es muy importante que hagan una actividad de prehabilitación para mejorar su estado físico antes de la cirugía. Así, se reducen las complicaciones postquirúrgicas», apunta Salvador Saura.

Para potenciar el bienestar, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos de entre 18 y 64 años practicar entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, o bien, un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa. En cualquier caso, el ejercicio no solo debe estar enfocado en el trabajo cardiovascular, también tiene que estar centrado en un refuerzo del sistema muscular. «No basta con caminar. Se ha comprobado en diversos estudios que en las personas que hacen ejercicios de tonificación los músculos liberan una serie de endorfinas y mioquinas en sangre que son muy beneficiosas», resalta el especialista.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Actividad Física, que se conmemora hoy, la SEOM ha lanzado la campaña Muévete con tu oncólogo. La iniciativa está destinada a concienciar a la población sobre la importancia de hacer ejercicio antes, durante y después del cáncer. «El objetivo principal es que los pacientes oncológicos sean conscientes de la importancia que tiene incorporar el ejercicio físico a su día a día. De momento, está teniendo mucho éxito en las redes sociales».

Para actualizar los conocimientos que se tienen acerca de los beneficios que aporta a los pacientes oncológicos la práctica de ejercicio físico, la agrupación se ha preocupado por revisar toda la documentación disponible a nivel internacional. «En 2020 se dio un salto muy importante y se publicó un artículo en la revista científica Clinical &Translational Oncology sobre el posicionamiento de la SEOM en esta materia. Ahora, nos estamos centrando en que el mensaje llegue a la población», concluye Saura.

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