Entrevista | Francisco Ramírez Acosta Psicólogo y director terapéutico de la Fundación Canaria Forja

«Hay una brecha de género en el acceso a los tratamientos»

El psicólogo y director terapéutico de la Fundación Canaria Forja, Francisco Ramírez Acosta.

El psicólogo y director terapéutico de la Fundación Canaria Forja, Francisco Ramírez Acosta. / José Carlos Guerra Mansito

El psicólogo y director terapéutico de la Fundación Canaria Forja, Francisco Ramírez Acosta, participó este viernes en una jornada formativa celebrada en el Colegio Oficial de la Psicología de Las Palmas (COP). El profesional protagonizó una ponencia centrada en las adicciones con sustancias. 

Su conferencia ha estado centrada en las adicciones con sustancias. ¿Cómo se define este concepto?

Cuando hablamos de adicciones con sustancias, nos referimos tanto a las drogas legales como a las ilegales. Yo pienso que la adicción es un proceso complejo por el cual una persona realiza una conducta o un determinado consumo que a corto plazo le genera placer o eliminación de displacer, pero que a medio o largo plazo tiene consecuencias negativas para ella o su entorno. A esto se suman serias dificultades para abandonar la sustancia.

¿Qué aspectos destacaría de su intervención?

En realidad, lo que he intentado hacer es una especie de compendio para hablar sobre cómo son los tratamientos especializados en adicciones que incluyen un abordaje biopsicosocial, pero también sobre las aproximaciones a tratamientos novedosos. Lo más destacable, quizá serían los nuevos modelos que guardan un vínculo muy estrecho con el trauma y el apego.

¿Cómo debe ser el abordaje psicológico de estos pacientes?

Lo primero que tenemos que hacer es centrarnos en ellos y en ellas, es decir, en sus expectativas y sus deseos. Desde mi punto de vista, esta primera fase debe consistir en negociar con las personas los objetivos que quieren conquistar. El siguiente paso es establecer el itinerario terapéutico más conveniente.

¿Qué importancia tiene la terapia psicológica en estos casos?

La misma que podría tener para cualquier tipo de sufrimiento humano, ya sea como consecuencia de una ruptura sentimental o por problemas de disfunción sexual, así como para tratar un cuadro de ansiedad o depresión. Lo importante es que la persona tenga un lugar para mirarse a sí misma y que pueda sentirse acompañada y querida. La idea es que tenga la oportunidad de reconectar consigo misma.

¿Llega a ser eficaz?

La eficacia es muy difícil de medir. Primero, lo que hay que analizar es qué están intentando conseguir las personas y el tiempo que transcurre. La adicción es una condición que conlleva recaídas, por lo que hablar de la eficacia de la abstinencia de por vida es complicado.

¿Cuándo se considera que existe dependencia?

A mí me gusta mucho hablarles del autodiagnóstico a los y las pacientes para averiguar si sienten que tienen una dependencia, ya que hay parámetros como la frecuencia o la cantidad que llevan más a la equivocación que el hecho de que la persona realmente piense que se está excediendo. También puede ocurrir que el paciente tenga un claro problema de adicción y sienta que esto no es así. En estos casos, sería interesante hacerle ver qué parte de la problemática no está reconociendo para ayudarle a entenderlo.

¿El desarrollo de la adicción a alguna sustancia es más frecuente en hombres o en mujeres?

Lo cierto es que hay una brecha de género en el acceso a los tratamientos de las adicciones. Por desgracia, para la sociedad no es lo mismo que sea una mujer la que consume que un hombre. Y es que las pacientes femeninas están más estigmatizadas. De hecho, es frecuente que los hombres vengan acompañados a las consultas por mujeres, pero ellas suelen venir solas. Por esta razón, a pesar de que los varones sean los que más vienen a terapia, no podemos afirmar que las adicciones sean más comunes en el sexo masculino, pues habrá muchas mujeres que decidan no tratarse por miedo o vergüenza, o bien, porque suelen estar más comprometidas con las responsabilidades familiares y no tienen tiempo suficiente.

¿Ha incrementado el número de personas adictas a alguna sustancia a raíz de la pandemia de coronavirus?

No manejamos datos oficiales. Ahora bien, la pandemia ya está dentro del diálogo de los pacientes que acuden a terapia. Con esto quiero decir que les preguntamos cómo les ha afectado, cómo la han vivido y si tienen algún tipo de miedo.

¿Cuándo suelen demandar atención psicológica los pacientes?

La verdad es que la terapia psicológica suele ser el último recurso que demandan. Lo primero que piensan es que pueden solucionar el problema solos y, cuando se dan cuenta de que esto no es posible, nos piden ayuda.

¿Aumenta la complejidad del abordaje psicológico en función de la sustancia a la que se tenga dependencia?

Mi manera de entender las adicciones tiene más que ver con cómo la persona se vincula con el objeto de adicción que con la sustancia o el comportamiento en sí. Por tanto, puedo decir que trabajo de una forma muy similar con un paciente que tiene una adicción al sexo que con otro que es adicto a la cocaína. Para eso, analizo cómo está utilizando la persona la sustancia en cuestión; si la usa para gestionar su dolor interno o si le está sirviendo de distracción para no trabajar otras cuestiones personales que a lo mejor desconoce. Hay que señalar que el tratamiento psicológico no es el único, por lo que si existe dependencia a alguna sustancia tiene que haber un acompañamiento médico para que valore cómo de afectados pueden estar el cerebro o el cuerpo, y si hay algún tipo de intoxicación o un síndrome de abstinencia.

¿Qué beneficios les aporta a los profesionales celebrar este tipo de encuentros?

El hecho de escuchar hablar a otros compañeros y compañeras genera un reciclaje de conocimientos, algo que siempre es positivo. Además, estas reuniones promueven el trabajo en red y nos dan la posibilidad de intercambiar puntos de vista sobre diferentes asuntos.  

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