Pornografía

Sumisas, humilladas, ahogadas y sufrientes: así es la mujer en el porno 'online' que ve tu hijo

Abofetear y escupir a las mujeres no es nuevo en la industria, pero la dominación masculina y la humillación femenina se elevan al cuadrado en las plataformas de contenido supuestamente para adultos

Imagen del documental ’Hasta el fondo. La historia de Pornhub’.

Imagen del documental ’Hasta el fondo. La historia de Pornhub’. / EP

Olga Pereda

Desde ‘fantasías de padrastro’ hasta ‘gordas’ o ‘jovencitas con viejos’. Pornhub es un mundo sexual a un simple clic. Si las pasadas generaciones buscaban en el diccionario ‘culo’ o ‘vagina’ y curioseaban algún libro de biología y anatomía para descubrir cuerpos desnudos, los niños y los jóvenes de 2023 pueden ver tanto sexo como quieran. Cuando quieran, como quieran y del tipo que se les antoje. Ningún vídeo ofrece la advertencia de que es ficción.

La mayoría de los niños y las niñas acceden a imágenes pornográficas a los 12 años. Con 9 o 10 años también, pero no hay ingrediente erótico sino que, básicamente, les mueve la curiosidad. En todo caso, ¿qué ven nuestros hijos e hijas cuando acceden a una página porno? Entramos en Pornhub y permanecemos dos horas navegando en la web.

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Fundada en 2007, la plataforma de contenidos para adultos en ‘streaming’ Pornhub cuenta con más de 76 millones de miembros registrados mensuales. Los 112 millones de visitas diarias que recibe la convierten en la 12ª web con más tráfico del planeta, por delante de gigantes tecnológicos como TikTok. Ha contribuido a cambiar radicalmente los modos de creación y distribución de la pornografía, a la vez que se ha convertido en un imperio económico.

Lo de escupir y abofetear a las mujeres (supuestamente de forma consentida) no es algo nuevo. Ya lo hacía Nacho Vidal en las películas porno, aquellas que mataron a las salas X. En los vídeos (las películas han muerto en la era de internet) de ahora la humillación femenina y el poderío masculino también existen. Pero elevadas a la enésima potencia. Es raro encontrar una pareja frente a frente. Ellas suelen estar a cuatro patas, siempre de espaldas a ellos y con una situación de clara inferioridad.

Otro denominador común en el porno del gigante de internet es la forma que tienen los varones de coger a las mujeres. Agarrar del pelo con fuerza o, incluso, aparentar un estrangulamiento con el brazo exageradamente musculado es bastante común. 

En la mayoría de las escenas, a ellas se les ve mucho más la cara que a ellos. Ellas tienen dos apariencias físicas fundamentales. Una -la mayoría- es de sufrimiento. Tienen lágrimas en los ojos y el maquillaje les emborrona toda la cara. El otro modelo es de la mujer-niña que viste con faldita corta y de cuadros como la de un uniforme escolar y se peina con coletas, trenzas y horquillas.

Penetraciones por turnos

Otro denominador común en Pornhub son las mujeres rodeadas por hombres. Hay un vídeo que muestra a una mujer tumbada boca abajo en la playa y con varios hombres a su alrededor, que se van turnando para penetrarla analmente, imagen que recuerda, con dolor, a las violaciones grupales. Lo mismo con otra mujer, que estirada en la camilla y completamente abierta de piernas, es penetrada vaginal y analmente por hombres que llevan números en su ropa. El vídeo acaba con una felación, práctica sexual infinitamente más abundante que los cunnilingus. Después de una hora y media en el portal porno, el internauta solo ha visto un vídeo en el que un hombre estimula con su boca los genitales de una mujer. El resto son felaciones, donde ellas no tienen el poder sino que son agarradas con fuerza (por el pelo) por los hombres. 

Gemidos y lamentos

En Pornhub, las mujeres gimen. Pero los gemidos no aparentan ser precisamente de placer sino de dolorMuchos gritos más bien son lamentos. Como los de una mujer que está tumbada en la cama boca abajo y que, atada de pies y manos, ‘sufre’ la penetración de un vibrador. Ni su cara ni sus ojos ni su escaso movimiento corporal da pie a pensar que está disfrutando con la masturbación. 

En Pornhub la mujer se mete absolutamente de todo en sus orificios corporales: desde su mano hasta un bote de champú. Los vídeos están salpicados con anuncios de geles que prometen lo imposible como alargar 6 centímetros el pene aplicando una sola gota del producto. La publicidad -engañosa, a todas luces- incorpora la cara de un hombre canoso con un fonendoscopio en sus hombros para dar la imagen de médico. El anuncio, en todo caso, está acorde con otra realidad de Pornhub: los miembros viriles exageradamente grandes y las eyaculaciones kilométricas.

Especialistas como Graciela Atencio, directora de Feminiciodios.net, llevan tiempo alertando de que, ante la ausencia de educación afectiva y sexual, los más jóvenes están construyendo su deseo sexual a partir de estos contenidos extremadamente violentos y desiguales, lo que crea un terreno fértil para abusos y agresiones. "En estos vídeos no se tiene sexo con una mujer -asegura Atencio- sino contra una mujer".

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