Fauna

La contaminación está arruinando la vida sexual de los insectos (y eso también te afecta a ti)

Un estudio alerta sobre cómo el aumento del ozono atmosférico está entorpeciendo la reproducción de algunas especies clave para el ecosistema

Dos machos de mosca de la especie ’D. melanogaster’ intentan aparearse tras estar expuestos a altas concentraciones de ozono.

Dos machos de mosca de la especie ’D. melanogaster’ intentan aparearse tras estar expuestos a altas concentraciones de ozono. / Benjamin Fabian

Valentina Raffio

La vida sexual de los insectos está basada en una compleja coreografía de señales químicas. Hembras y machos emiten feromonas para indicar, por ejemplo, cuándo están listos para aparearse, cortejar a una pareja y hasta indicar dónde y cómo se va a realizar el encuentro sexual. Según alerta un nuevo estudio publicado en la revista 'Nature Communications', el aumento de la contaminación atmosférica está entorpeciendo este complejo intercambio de hormonas y, así haciendo, está arruinando la vida sexual de estos pequeños invertebrados. Este fenómeno, lejos de ser una anécdota, podría alterar los ecosistemas y provocar daños en múltiples actividades humanas.

Para entender el porqué de todo esto, empecemos esta historia por el principio. Por un lado, sabemos que la mayoría de las feromonas liberadas por los insectos son moléculas de olor formadas por enlaces dobles de carbono. Y que estas estructuras son especialmente sensibles a la presencia de ozono así como de otros contaminantes atmosféricos. Por otro lado, según advierten innumerables estudios, el mundo está cada vez más expuesto a grandes concentraciones de gases de efecto invernadero entre las que destacan, entre otros, los picos de ozono. A partir de aquí, los científicos se preguntaron cómo (y cuánto) la contaminación atmosférica podía entorpecer la reproducción de los insectos.

Moscas confundidas

Para poner a prueba esta teoría, un equipo de investigadores del Max Planck Institute for Chemical Ecology creó dos entornos de estudio distintos. En el primero, expusieron a un grupo de moscas a elevadas concentraciones de ozono para imitar los picos de contaminación que se dan en algunos lugares y momentos del globo. En el segundo, dejaron a los animales ante un aire más puro. A partir de ahí estudiaron cómo cambiaban los niveles de feromonas emitidas por los insectos, así como el tipo de interacciones que tenían, en función del entorno al que estaban expuestos. "Queríamos averiguar si la contaminación del aire afecta a cómo las hembras y los machos se encuentran durante el apareamiento", destaca el neuroentólogo Markus Knaden, primer autor de este trabajo.

El experimento destapó varios fenómenos. En primer lugar, según explican los científicos en el artículo publicado este martes, las moscas expuestas a un mayor nivel de ozono producían menos carga de feromonas que sus congéneres que vivían en aire más puro. En segundo lugar, y contra todo pronóstico, también se observaron varias alteraciones en la manera en la que se relacionan los animales. A falta de feromonas, las hembras se sienten menos atraídas por los machos. Esta confusión hormonal también lleva a los machos de mosca a interesarse por otros machos.

"Nos sorprendió ver cómo los machos comenzaron a cortejarse después de una breve exposición al ozono"

"Nos sorprendió ver que incluso las concentraciones de ozono ligeramente elevadas tuvieran efectos tan fuertes en el comportamiento de diferentes especies de moscas", destacan los Nanji Jiang and Markus Knaden, dos de los investigadores que han realizado este estudio. "También nos sorprendió ver cómo los machos comenzaron a cortejarse después de una breve exposición al ozono, porque obviamente no podían distinguir a los machos 'ozonizados' de las hembras", comentan los expertos en el recién publicado artículo.

Polinización en jaque

No es la primera vez que un estudio señala los daños ambientales que provocan los picos de contaminación. Una investigación previa, por ejemplo, había alertado de que la contaminación del aire estaba provocando que las flores se volvieran menos atractivas para los polinizadores. Y a partir de ahí, no solo se observaba un descenso de algunas especies vegetales sino que, además, también se veían efectos sobre diferentes las poblaciones de insectos. El problema de fondo, según explica el entomólogo Bill Hansson, los insectos llevan millones de años perfeccionando su mecanismo de emisión de feromonas y, mientras, la humanidad ha tardado menos de un siglo en alterar drásticamente la atmósfera.

Los expertos argumentan que el aumento de la contaminación podría ser uno de los factores detrás de la crisis global de insectos. Los estudios más completos realizados hasta la fecha alertan de que el 41% de las especies de insectos están en declive y al menos un 30% están en peligro de extinción. En zonas agrícolas se observan caídas de hasta el 63% de estos invertebrados. Los expertos advierten de un posible "colapso" de las poblaciones de insectos debido, entre otros, al aumento de las temperaturas, la pérdida de hábitats y el uso desmesurado de pesticidas.

"Los insectos son fundamentales para el futuro de nuestro planeta"

"Los insectos son fundamentales para el futuro de nuestro planeta", destacan los biólogos Tim Newbold y Charlie Outhwaite en un análisis publicado en 'The Conversation'. El declive de estos pequeños animales, argumentan estos expertos, podría poner en jaque a los ecosistemas y, a su vez, podría amenazar la seguridad alimentaria de millones de personas. Sobre todo si tenemos en cuenta que la presencia de insectos es clave para polinizar cultivos de frutas y verduras de los que depende, entre otros, nuestra especie.

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