Ley de Bienestar Animal | Cambios que afectan a Canarias

Una norma con vacíos para Canarias

La desaparición del término ‘perros potencialmente peligrosos’ y la prohibición de peleas de gallos son algunos de los aspectos que más afectan a Canarias de la nueva normativa

Un perro de caza

Un perro de caza / María Pisaca / Carsten W. Lauritsen

Haridian Galván / Sonya García / Michael Valdivia

El texto, pendiente de ser aprobado de forma definitiva en el Senado, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los animales domésticos y perseguir el maltato. La desaparición del término de perros potencialmente peligrosos (PPP) y la prohibición de las peleas de gallos en las Islas son algunos de los aspectos más relevantes que incorpora esta legislación.

La nueva ley de Protección Animal aprobada el pasado 9 de febrero por el Congreso de los Diputados deja algunos vacíos en su aplicación en Canarias. Uno de ellos es el problema de los gatos asilvestrados que representan una amenaza para la biodiversidad autóctona, como lagartos, pinzones azules y musarañas. Sin embargo, según algunos expertos, esta normativa no se llega a ajustar a las características específicas de los animales en el Archipiélago.

Imagen de archivo de una pelea de gallos.

Imagen de archivo de una pelea de gallos. / Haridian Galván / Sonya García / Michael Valdivia

Vacíos en las Islas. El texto deja un importante vacío en las colonias de gatos y su impacto en la biodiversidad canaria. La norma plantea la realización del método CER (captura, esterilización y retorno) con el objetivo de frenar la reproducción de estos animales, pero esta medida no protege a la fauna y flora del Archipiélago de los felinos. El lagarto gigante de La Gomera o el pinzón azul son algunas de las especies que se ven amenazadas por estas colonias. Según explica Adrián Flores, biólogo especializado en biodiversidad terrestre y conservación, «no hay ningún método de control que haya conseguido erradicar al cien por cien una colonia de gatos utilizando el método CER a nivel mundial». Es por ello que esta ley no contempla las características propias de Canarias ni protege a la fauna protegida que existe dentro del territorio. Valle Colino, uno de los albergues de Tenerife que trabaja en las cuatro comarcas del Área Metropolitana, optó por no acoger a más gatos frente a la gran demanda porque han llegado a su cupo máximo de cincuenta animales. La mayoría de felinos que rescatan provienen de camadas no deseadas, colonias no registradas o abandonados por particulares. El desbordamiento en este centro es un reflejo de la problemática que existe en las Islas y que se ha ido desbordado sin freno durante los últimos años.

Una norma con vacíos para las Islas

Una norma con vacíos para las Islas / Haridian Galván / Sonya García / Michael Valdivia

Una ley con muchas aristas. La Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal aprobada con 174 votos a favor y 167 en contra está por definirse en el Senado. El texto reúne puntos como la realización de cursos para la tenencia de perros junto a un seguro anual obligatorio y un DNI individual o la desaparición de los perros potencialmente peligrosos (PPP) que serán evaluados en base a su comportamiento. En cuanto a limitaciones y prohibiciones, una de las más sonadas ha sido la regulación de la cría con la inscripción obligatoria en el Registro de Criadores, la privación de mutilaciones en animales o la prohibición definitiva de las peleas de gallos. Este último punto afecta a Canarias y Andalucía, comunidades en las que aún estaban permitidas bajo el pretexto de ser celebraciones que están ligadas a una tradición. No obstante, esta legislación no está exenta de polémicas. Entre ellas, la exclusión de los perros de servicio en los que se incluye a los perros de caza y de trabajo, por lo que no se les aplica esta ley. Por otro lado, la prohibición de tenencia de algunas especies animales tales como las tortugas, conejos o aves originarias de otros países que, además, afecta con dureza a las tiendas en las que se venden mascotas. En lo que se refiere a la esterilización quirúrgica de todos los gatos, se llevará a cabo tanto en felinos domésticos como asilvestrados antes de los seis meses de edad. 

Asimismo, a partir de ahora no se podrá eutanasiar a ningún animal que en caso de enfermedad tenga un tratamiento alternativo para paliarla. Esto provoca una disruptiva económica en muchas familias que no podrán acceder a estos tratamientos y los veterinarios tampoco los podrán proporcionar de forma gratuita. «Yo, como veterinaria y siguiendo la ley estrictamente, si el animal tiene un tratamiento curativo tengo que aplicárselo, pero si el dueño no puede pagarlo, no puedo sacrificar al animal si está en malas condiciones físicas pero tampoco puedo operarlo porque el dueño no puede asumir ese coste», critica María Luisa Fernández, presidenta del Colegio de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife.

Una norma con vacíos para las Islas

Una norma con vacíos para las Islas / Haridian Galván / Sonya García / Michael Valdivia

«A espaldas de la ciencia». Por otro lado, han sido varios los partidos que no ven con buenos ojos la ausencia de científicos y profesionales de la materia en la realización de la ley. Manuel Nogales, investigador del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología resalta que «la ley está hecha a espaldas de la ciencia, ha habido gente que se ha metido a legislar sin idea de lo que es la ciencia y el conocimiento científico». Además, la ley no tiene en cuenta las especificidades del territorio canario. «Creo que se ha hecho de espaldas al medio rural, que es mayoritariamente quien tiene más contacto con los animales. Es una ley que se ha hecho desde lo urbano sin mirar a lo rural, especialmente en Canarias», analiza Antolín Bueno, consejero Insular de Coalición Canaria. «Hay que regular cada cosa pero no puedes aplicar una ley europea a una región como Canarias por sus diversas características»

Especificidades en Canarias. Los ayuntamientos son los encargados de controlar las colonias de gatos de cada municipio y así aplicar medidas específicas. La nueva ley engloba a todos los gatos –asilvestrados, domésticos y urbanos–, lo que ciertos colectivos critican porque el comportamiento y características de cada uno es diferente. El caso de Gofio, un felino que fue encontrado moribundo en Garachico y del que un matrimonio tuvo que hacerse cargo por la inacción del Ayuntamiento, marcó un antes y un después en la actuación en este tipo de casos. A partir de este suceso, todos los consistorios deben tener de forma obligatoria un convenio con clínicas veterinarias y protectoras para poder atender a cualquier animal herido que se encuentre en la calle. 

Una norma con vacíos para las Islas

Una norma con vacíos para las Islas / Haridian Galván / Sonya García / Michael Valdivia

Uno de los puntos más polémicos de la norma es el método de gestión CER, donde se cautivan, esterilizan y se retornan los gatos que conviven en colonias en los núcleos urbanos. Según el biólogo Adrián Flores, «es el principal inconveniente de la ley para la conservación de los lagartos porque el objetivo es proteger a los gatos en lugar de llevarlos a albergues porque pueda suponer un peligro para la fauna autóctona». No solo se ven amenazados estos reptiles, sino que también peligran el pinzón azul, la musaraña canaria o la pardela chica. 

En cambio, el partido animalista PACMA no defiende este método para controlar la proliferación de las colonias de gatos. «Defendemos la captura y la esterilización pero no que se reubiquen en otro lugar porque la naturaleza del gato es volver a su hábitat de siempre», explica Eva Ramos, asesora jurídica del partido animalista. En este tema, Adrián Flores apostaría por una medida más extrema, eutanasiarlos. «Al final, encerrarlos en un sitio es otro inconveniente para el gato porque en estas situaciones, el simple hecho de intentar capturarlos ya le supone un altísimo estrés porque no están habituados al contacto humano», indica el biólogo. La idea de llevar a gatos que viven en colonias a espacios cerrados supone un sufrimiento para el animal. Otra opinión tiene al respecto el consejero de Coalición Canaria, quien comenta que se pueden evitar daños sin necesidad de matar a estos animales. «Sacrificio cero, pero sí control de las especies», insiste Bueno.

El sector cinegético en el Archipiélago mueve en torno a unos 20 millones de euros cada año

Los gatos no distinguen si una especie está en peligro de extinción o no. Según explica el ambientólogo Adrián Flores, en los años 1999 y 2001, en la isla de El Hierro se liberaron 244 y 86 lagartos, respectivamente. Todos los ejemplares murieron a causa de los gatos. Otro de los problemas que genera la presencia de las colonias de estos felinos es el freno que supone la dispersión de semillas de especies vegetales como la leña santa. Como los lagartos son depredados, el recorrido de estas semillas a través de sus heces es menor. La aprobación de esta ley ha provocado una enorme vorágine de opiniones, muchas de ellas contradictorias, de veterinarios, biólogos, animalistas, cazadores y políticos. Según sus opiniones, el texto se ha hecho con motivos electorales y no teniendo en cuenta las características científicas y, en el caso de Canarias, sin las particularidades que definen a las Islas por su biodiversidad. La protección de especies autóctonas o que las colonias campen a sus anchas por espacios naturales, ese es el quid de la cuestión. 

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¿Mi mascota necesita DNI?

El DNI para mascotas domésticas será obligatorio con el fin de identificar al animal en caso de pérdida o abandono y, además, reconoce junto al microchip a qué persona pertenece y en qué comunidad autónoma se encuentra. 

¿Debo esterilizar a mi gato?

Con el objetivo de evitar crías no deseadas, abandono o sobrepoblación de animales, se deberá esterilizar a todos los gatos que estén bajo control y prescripción veterinaria. 

¿Qué animales no puedo tener en casa?

Según la nueva ley de Bienestar Animal, no se podrá tener como animales domésticos a roedores, arañas, reptiles exóticos, erizos, aves –provenientes de otros países–, tortugas y cerdos vietnamitas.

¿Mi perro seguirá siendo potencialmente peligroso?

El término PPP pasará a definirse como “perro de manejo especial”. Ya no habrá distinción de razas, sino un test de sociabilidad en el que los perros serán clasificados según el comporta miento que muestren.

«Mismo perro, misma ley». En la presente ley, quedan exentos los perros de caza, así como los perros pastores, los de salvamento y los destinados a trabajar junto a las Fuerzas Armadas. Los distintos puntos de vista ante esta decisión mantiene en descontento al colectivo animalista, quienes defienden que la ley debe ser válida para todos los perros, defendiendo la frase de «mismo perro, misma ley». La razón por la que se excluyen a los perros de caza y a los rehaleros de la normativa se enlaza a cuestiones económicas y de trato animal, ya que, según el PSOE, estos canes necesitan un trato distinto y de actividad que los domésticos y que ya cuentan con su propia normativa establecida en la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética. Para los grupos animalistas «la ley debería haber sido elaborada por criterios profesionales, no políticos», critica Yaiza Rodríguez. La animalista explica que lo ideal era haber llegado a un consenso entre antropólogos, biólogos, veterinarios y cazadores para que después se decida «cómo evolucionamos como sociedad». Del mismo modo, otro de los causantes del descontento de este colectivo parte también de que un animal que habite en una casa familiar como doméstico, no se le dará la misma importancia y atención que a los que se encuentran registrados como animal de trabajo. A raíz de esto, la defensora de los animales opina que «no solo se están desprotegiendo a estos animales, sino que nos estamos desprotegiendo a nosotros mismos al tener animales a los que no se les realiza ningún seguimiento y pueden derivar en graves enfermedades que se transmiten del animal al humano».

Los cazadores, en desacuerdo. Por otro lado, los cazadores también expresan su descontento, justificando que aunque sí es cierto que muchos de los aspectos de esta ley no les afecta en cuestiones como la de hacer el curso obligatorio para la adopción de mascotas, defienden que en mayor medida es negativa para ellos. Jorge Alonso Báez, presidente de la Federación Canaria de Caza, comenta que uno de los aspectos negativos de esta norma se refleja en la prohibición de cortarle las orejas y el rabo a los perros, cuando aclara que esta actividad se hace por cuestiones de salud. «El rabo se le cortaba a veces por seguridad del perro para evitar que se hiciesen daño en las jornadas de caza», mientras que por otro lado, sí está permitido cortarle los genitales para que no tengan crías, lo que para el representante de los cazadores no es lógico. Señala que para el gobierno «una cosa es maltrato y la otra no y esa es una de las cosas por las que nos manifestamos en contra de esta ley», sentencia. 

La prohibición de las peleas de gallos en las Islas pondrá fin a una tradición que se ha alargado 300 años

Otro de los aspectos negativos a los que se enfrenta este colectivo es a la prohibición de tener más de cinco animales de un mismo dueño. Según Jorge Alonso, los cazadores viven de sus perros, por lo que «un cazador individual puede practicar, en una jornada de caza de conejos, en compañía de seis perros y dos hurones», de manera que esta ley les afectaría directamente a los cazadores que tengan razas de podencos y hurones. Sin embargo, en el Archipiélago la ley es diferente. En esta normativa se permite cazar con más de seis animales en compañía. Para Rubén Pérez, animalista de la Fundación Franz Weber, esta ley estatal puede mejorar algunos aspectos de la norma canaria y certifica que «con respecto a los perros, el texto canario se seguirá aplicando, aunque esto no quiere decir que se vaya a tumbar ese proceso legislativo previo».

En Canarias, existen aproximadamente 13.500 cazadores federados. Solo en Tenerife hay 4.600, excluyendo a quienes no se encuentran registrados con licencia por el ayuntamiento y practican la caza sin documentos que los acrediten. En el Archipiélago se generan más de 20 millones de euros al año en el sector cinegético, con perros que entrenan para cazar a partir de los 6 meses y hasta que el perro siga siendo útil. Con estos números pocos son los que dudan de la incidencia que va a tener el documento que se aprobará próximamente en el Senado a la hora de regular la caza en las Islas.

Peleas de gallos. Otra problemática en las Islas para los animalistas son las peleas de gallos. La ley 8/1991 de protección animal es la que se venía aplicando en todo el Archipiélago desde el año 91 hasta la actualidad. En el escrito se manifiesta que «podrán realizarse peleas de gallos en aquellas localidades en que tradicionalmente se hayan venido celebrando siempre que cumplan con los requisitos que reglamentariamente se establezcan». Dos de estos requisitos son la prohibición de la entrada a menores de 16 años y que las peleas se realicen en espacios cerrados y sin publicidad ni anuncios previos. Uno de los cambios de la nueva ley estatal de Bienestar Animal será la invalidación de esta normativa gracias al artículo 83 que prohíbe el entrenamiento y uso de los animales para peleas. Esto supondrá el fin de las riñas de gallos legales en las Islas. Aún así, los defensores de esta actividad consideran que la ley provocará la extinción del gallo combatiente español y será el fin de 300 años de historia en Canarias. 

Zoológicos. Uno de los puntos eliminados de la ley que más ha molestado a los animalistas es la reconversión de los parques zoológicos en centros de recuperación de especies. En el primer borrador de la norma aparecía esta cuestión, pero en el texto aprobado en el Congreso de los Diputados no hay ni rastro de esa propuesta. «Las enmiendas que han vaciado el contenido en esta cuestión están relacionadas con el PP y con CC», declara el director de campaña de la Fundación Franz Weber. Esto incluye, sobre todo, a los animales cetáceos como orcas y delfines.

Perros potencialmente peligrosos. El término perros potencialmente peligrosos (PPP) desaparecerá en la nueva ley de bienestar animal. Los perros de razas consideradas como peligrosas por la Ley 50/1999 dejarán de considerarse una amenaza. El archipiélago canario cuenta con una de las razas declaradas como PPP, como es el presa canario, símbolo natural de las Islas desde tiempos prehispánicos. 

Antecedentes en Canarias. Las Islas han sido pioneras en normativas para la defensa animal. Con la ley canaria de Protección de Animales de 1991 se prohibió cualquier acto sangriento con animales y, con ello, las corridas de toros. El último evento de este tipo tuvo lugar en 1984. Otro paso para la protección animal en Canarias fue la publicación del Catálogo Canario de Especies Protegidas en 2010 y en breve, la aprobación definitiva de la Ley Canaria de Biodiversidad y Recursos Naturales.

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