Hallazgo espacial

El telescopio James Webb descubre seis galaxias que no deberían existir

Los expertos afirman que este hallazgo revoluciona nuestra comprensión sobre los orígenes del universo

Imagen de las galaxias captadas por el James Webb.

Imagen de las galaxias captadas por el James Webb. / NASA, ESA, CSA, I. LABBE / G. BRAMMER

Valentina Raffio

El día que se lanzó el telescopio espacial James Webb (JWST), el observatorio más potente jamás construido por la humanidad, los científicos hablaban con ilusión sobre cómo este instrumento científico podía "mostrar el universo como nunca lo habíamos visto antes". Seis meses después de su despegue, este pronóstico ya se ha cumplido. Según desvela este miércoles la revista 'Nature', el JWST ha logrado captar la luz de seis galaxias tan antiguas y tan masivas que, al menos sobre el papel, no deberían existir. Su hallazgo, según explican los expertos, podría revolucionar radicalmente nuestra comprensión del universo.

Para entender la importancia de este hallazgo, empecemos esta historia por principio. En sus primeros meses de observaciones espaciales, el James Webb desplegó su arsenal científico para 'mirar hacia atrás en el tiempo' y encontrar la luz de las primeras estrellas y galaxias del universo. En su primera campaña de observaciones logró tomar una instantánea del cosmos cuando todavía estaba en pañales. Es decir, entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang. O lo que es lo mismo, cuando el universo tenía solo un 3% de su edad actual.

El análisis de estos datos desveló seis puntos de luz totalmente inesperados que muestran cómo era el cosmos en sus orígenes. "Esperábamos encontrar galaxias pequeñas y jóvenes, pero descubrimos galaxias tan maduras como nuestra Vía Láctea en un momento que hasta ahora entendíamos como el amanecer del universo", explica Joel Leja, astrofísico de la Universidad de Penn State y uno de los expertos que ha liderado este estudio. "Al principio incluso creímos que se debía tratar de un error, pero los análisis demuestran que no. Hemos descubierto algo que nunca pensamos ni encontrar en el universo", destaca el científico.

"Hemos descubierto algo que nunca pensamos ni encontrar en el universo"

Joel Leja

Revolución científica

Cada una de las galaxias descubiertas fue el hogar de miles de millones de estrellas del tamaño de nuestro sol. En al menos un caso, se estima que una de las galaxias llegó a tener una masa equivalente a 100.000 millones de estrellas como la nuestra. Su historia ha viajado por el espacio más de 13.500 millones de años y ha llegado hasta nosotros a través de una tenue luz rojiza captada por las lentes del James Webb. "No esperábamos ver algo tan rojo y tan brillante", explica Erica Nelson, investigadora de la Universidad de Colorado Boulder y coautora del estudio en el que se presenta el retrato de estas galaxias primigenias.

El hallazgo de estas galaxias ha sido descrito como un verdadero "rompedor de universos" ('universe breakers'). La existencia este tipo de objetos masivos en un punto tan temprano de la historia del universo pone patas arriba el 99% de las teorías formuladas hasta la fecha para explicar los orígenes del cosmos. Hasta ahora, de hecho, se creía que las galaxias comenzaron a formarse miles de millones de años después del Big Bang y que, al menos en un principio, empezaron como pequeñas nubes de estrellas y polvo que gradualmente crecieron con el tiempo. Pero de ser así, la existencia de estos grandes cúmulos de estrellas sería prácticamente imposible.

"Este hallazgo ha sido tan inesperado que en realidad crea un problema"

"Cualquiera explicación requiere un cambio fundamental en nuestra comprensión de cómo surgió el universo", argumenta Leja. "Este hallazgo ha sido tan inesperado que en realidad crea un problema para la ciencia. Pone en duda toda la imagen que habíamos construido sobre la formación temprana de las galaxias", añade el experto. Sobre todo porque, según desvela la primera tanda de observaciones captadas por el James Webb, todo apunta a que el universo primitivo era mucho más complejo y emocionante de lo que se había imaginado hasta ahora.

Los científicos que han liderado este trabajo hablan entusiasmados sobre cómo el despliegue de este observatorio espacial está multiplicando los descubrimientos espaciales. En tan solo seis meses de travesía espacial, el telescopio James Webb ha logrado captar el espectacular nacimiento de estrellas en la nebulosa de Carina, un quinteto de galaxias chocando entre sí, una estrella moribunda rodeada de un mar de y la imagen infrarroja más profunda y nítida jamás captada del universo distante. Los responsables de la misión esgrimen que el Webb podría mantenerse activo durante casi diez años así que la historia de sus descubrimientos no ha hecho más que empezar.

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