El Colón gallego cumple 125 años

Ni la “operación de acoso y derribo” emprendida contra el pionero Celso García de la Riega, ni las presiones de Benito Mussolini sobre la Real Academia de Historia española, ni su largo silenciamiento durante el franquismo, consiguieron ahogar una tesis que es cada vez más aceptada por los especialistas y que pudiera recibir un impulso fundamental cuando se den a conocer los resultados del análisis del ADN del Descubridor y sus parientes.

Retrato de Cristóbal Colón, de autoría anónima, datado en 1530.

Retrato de Cristóbal Colón, de autoría anónima, datado en 1530. / ACH ASOCIACIÓN

Salvador Rodríguez

“La del Colón gallego es la única teoría con base histórica, la más documentada y la más legítima de todas cuantas circulan y han circulado sobre la cuna del nacimiento del Descubridor de América” afirma, categórico, Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego “Celso García de la Riega”. El citado colectivo lleva, precisamente, el nombre de quien, el 20 de diciembre de 1898, pronunció en la Sociedad Geográfica de Madrid una conferencia que dejó estupefacta a la práctica totalidad de los asistentes ante los sólidos argumentos y, sobre todo, ante las impactantes pruebas documentales que el investigador pontevedrés presentó para demostrar que Cristóbal Colón había nacido en Galicia y, concretamente, en la villa de Poio, colindante con la ciudad de Pontevedra. Era la primera vez que don Celso exponía en público una tesis sobre la que venía trabajando desde hacía casi diez años, y que ya había dejado entrever en algunos de sus artículos de prensa y en un libro, pero que, hasta ese histórico día, no había mostrado con toda rotundidad.

Ocho años antes de la citada conferencia, en 1892, la conmemoración del cuarto centenario del Descubrimiento había suscitado una rivalidad entre varias naciones que reivindicaban el origen del ilustre navegante, un debate que, aparentemente, parecía zanjado tras la denominada Raccolta di Documenti (1892-1896) que situaba en Génova la cuna de Colón. Pero no así para De la Riega quien, partiendo de una publicación de su tío Luis De la Riega, “El río Lérez”, en la que se constata la presencia del apellido Colón en la capital pontevedresa en la época en la que vivió el Descubridor, comenzó a investigar a fondo en los archivos de la ciudad, donde halló no solo documentos de varias personas que llevaban el apellido del marino, sino también la única carta de su autoría sorprendentemente escrita en idioma galaico-portugués. Item más, don Celso recurre a la toponimia y observa una curiosa coincidencia entre varios enclaves de la costa pontevedresa y otros situados en América.

En 1897, De la Riega había publicado el libro “La Gallega, nave capitana de Colón” en el que, con pelos y señales, demostraba que la carabela que ha pasado a la historia con el nombre de “Santa María” había sido construida en los astilleros de Pontevedra. En ese volumen, el investigador ya daba a conocer una serie de documentos que probaban la existencia del apellido Colón en Poio, sin atreverse aún, no obstante, a comprometerse todavía a fondo con la deducción de la patria natal del Descubridor.

El primero de esos documentos había llegado a sus manos por mediación de su ya citado tío Luis: se trataba de la mención de una escritura de aforamiento realizado a inicios del siglo XVI por el monasterio de Poio a favor de un tal Juan Colón y de su mujer Constanza. El hallazgo de ese aforamiento se complementaba con otro más, el de un documento, copia de un cartulario (manuscrito medieval) datado en 1496, en el que se menciona que los lindes de una finca se corresponden con otra de la “heredad de Cristobo Colón”. En ese mismo cartulario aparece otro aforamiento en el que consta un nombre y, sobre todo, un apellido, muy esclarecedor, el de María Fonterosa, a través del cual encontramos una confrontación con la teoría genovesa: frente al Cristoforo Colombo Fontanarosa italiano se alza el Cristobo Colón Fonterosa gallego, y además localizado en los límites de un concello muy determinado: el de Poio. En aquella altura, en la mente de Celso ya anidaba la elaboración de la obra definitiva, la que iba a demostrar de una vez por todas la españolidad y galleguidad del Descubridor. Su título, “Colón español. Su origen y su patria”, finalmente publicada en 1914, año de su fallecimiento.

Frente al escepticismo, e incluso indiferencia, de las instituciones españolas ante estas revelaciones, por el contrario en América la teoría desarrollada por el investigador gallego encontró importantes aliados, especialmente en Argentina, Uruguay, Chile y Cuba. Eso, en primera instancia, porque después, incluso tras la muerte de De la Riega, fue unánime la acogida, aprobación y promoción del Colón gallego (o español) en prácticamente todo el Nuevo Continente mediante la constitución de comités que desarrollaron una gran actividad . En esta labor divulgativa, destacó muy especialmente el Comité Por Colón Español de La Habana, fundado por Ramón Marcote Miñanzo, que perduró hasta 1955.

Celso García de la Riega.

Celso García de la Riega. / ARCHIVO FAMILIA GARCÍA DE LA RIEGA.

LA INTERVENCIÓN DE MUSSOLINI

“La verdad -según su bisnieto Guillermo García de la Riega- es que la polémica que se creó tras la publicación de Colón español a quienes más afectó fue a mi padre y a su hermana, que nacieron en 1915 y 1916, y se vieron envueltos en las redes de una leyenda negra que se había tejido en torno a mi bisabuelo. Mi padre me tiene contado que notó al suyo tan quemado por aquella controversia que decidió guardar todos los documentos en casa”. Esta documentación salió a la luz finalmente en 2012, tras 98 años de rígida custodia familiar.

Guillermo García de la Riega (segundo por la izquierda, sentado). Por la derecha, su tía y su padre, nietos de Celso García de la Riega.

Guillermo García de la Riega (segundo por la izquierda, sentado). Por la derecha, su tía y su padre, nietos de Celso García de la Riega. / RAFA VÁZQUEZ

Y es que en 1922, tras el acceso al poder de Benito Mussolini, el agregado militar de la embajada italiana en Madrid recibe en una carta con claras instrucciones de “desactivar” la teoría de la cuna española del Descubridor. Y de hacerlo, además, desde una institución española de prestigio: la Academia de la Historia. En ese año, ejercía de secretario general de la Academia Ángel Altolaguirre y Duval, escritor e historiador de reconocidas ideas fascistas, a cuyo cargo quedó la presidencia de una comisión de académicos destinada a “determinar el alcance” de los documentos sobre el Colón gallego. La primera medida del equipo de Altolaguirre, siguiendo las instrucciones italianas, fue la de desacreditar el último estudio que acababa de editarse acerca del origen galaico del Descubridor, una completísima obra del historiador Prudencio Otero Sánchez, que había ido mucho más lejos que García de la Riega, pero cuyas pruebas fueron calificadas de infundadas.

Acto seguido, Ángel Altolaguirre se negó a que el reciente equipo constituido se trasladase a Galicia para verificar in situ no sólo los documentos sino también pruebas como la de la inscripción hallada en la basílica de Santa María donde se lee: “Os de cerco de Joao Neto e de Joao de Colon feceron este capilla”. Por el contrario, Altolaguirre se dedicó a atacar “con una virulencia indigna de un académico, de un historiador y hasta de un mamífero -escribe el historiador Rodrigo Cota González- la tesis gallega. Publicaba informes negando la veracidad de documentos que ni siquiera estudiaba y, haciendo gala de una parcialidad y una subjetividad indecentes, insultaba rabiosamente a cualquiera que osara afirmar que acaso Colón pudo ser gallego”.

DICTADURA, SILENCIO Y PEDRO MADRUGA

Durante todo el franquismo, la teoría del Colón gallego permaneció silenciada, pero a mediados de la década de los 70 surge una figura que no solo ahonda en las investigaciones de Celso García de la Riega, sino que remata con una atrevidísima conclusión: Pedro Madruga y Cristóbal Colón fueron la misma persona. Por Pedro Madruga se conoce a Pedro Álvarez de Sotomayor, una de las figuras más sobresalientes de Galicia, prototipo del caballero feudal en la Baja Edad Media. Su apodo, según el cronista Vasco da Ponte, derivaba de su costumbre de combatir de madrugada, algo que no era habitual entre los caballeros medievales. Canónigo de Tui, hizo una importante carrera política y naval en Portugal y Galicia, siendo una de las figuras principales de las batallas “Irmandiñas” y de la lucha sucesoria en el reino de Castilla tras la muerte de Enrique IV.

Exhumación en busca del origen gallego de Colón.

Exhumación en busca del origen gallego de Colón. / MARÍA LÓPEZ

“Coinciden fechas, edades e incluso la firma –explicaba Philippot, recientemente fallecido, en una entrevista con FARO en 2007–. Los hechos encajan y nadie lo puede discutir. Los pasos que da uno son los mismos del otro. Cuando Madruga tiene que escaparse a Portugal, aparece Colón en 1479. Después vemos que visita al Duque de Alba (también de la familia Sotomayor) en 1486. Coincide que todos los Sotomayor son familias numerosas y a Pedro Madruga se le reconocen ocho hijos de matrimonio y dos o tres bastardos”.

Otros investigadores, como Aquilino Fariñas Godoy y Ángel Carracelas, han seguido tirando de ese hilo histórico que algunos ven con escepticismo y otros consideran fascinante. El último ha sido el ponteareano Miguel Ángel Novoa, quien ha avalado la teoría de que Colón y el noble gallego eran la misma persona al descifrar un mensaje oculto en su rúbrica. La firma de Colón vendría a decir: “Sobrepongo a Álvarez de Sotomayor mi nombre, Cristóbal, el que llevo”. Y, por si no bastase, en Tui se localizó un cuadro de Pedro Madruga en el se aprecia una increíble similitud física con los realizados de Cristóbal Colón.

Retrato de Pedro Madruga.

De otro retrato más, la asociación gallega, que ya lo utiliza como símbolo, lo considera “la imagen más próxima al momento de la muerte del almirante”, según explica Eduardo Esteban Meruéndano. Se trata una obra en madera del siglo XVI y de autor anónimo que muestra el rostro del navegante, fallecido en Valladolid el 20 de mayo de 1506, y que fue pintado aproximadamente en 1530. La importancia de este cuadro radica en que a Colón, al igual que a Pedro Madruga, no se les hizo (o no consintieron que se les hiciera) retrato alguno en vida.

Retrato del Descubridor realizado en 1530.

Esta ramificación de la teoría coloniana gallega es la que ha propiciado que se hayan llevado a cabo excavaciones arqueológicas en Tui y Vilaxoán en las que pudieran encontrarse restos de descendientes de la familia Soutomaior que se pudiesen cotejar con el ADN de los del propio Descubridor. La excavaciones forman parte de una investigación emprendida hace casi veinte años por José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Forense de la Universidad de Granada, quien dirige un equipo multidisciplinar que logró exhumar el sepulcro del almirante situado en la Catedral de Sevilla y extraer parte de los restos para su posterior estudio. Estamos pues ante la investigación científica más ambiciosa sobre el origen Colón.

Exhuman huesos de Xohán Mariño en Sobrán en busca de ADN de Colón.

Exhuman huesos de Xohán Mariño en Sobrán en busca de ADN de Colón. / IÑAKI ABELLA

Desde la asociación “Celso García de la Riega” su presidente ha mostrado su total apoyo a estas investigaciones y, de hecho, fue quien sugirió que se siguiese la pista de las tumbas de los descendientes de los Soutomaior, pero advierte de la relatividad de los resultados que pudieran efectuarse tras los análisis “a no ser que fuesen muy concluyentes, cosa que dudo”, a la par que matiza: “Para nosotros la clave es demostrar que Cristóbal Colón nació en Galicia. ¿Que si Madruga o Colón fueron la misma persona? La asociación tiene el deber de apoyar cualquier tesis siempre y cuando sea coherente, y ésta lo es, pero no es la única dentro de la teoría del Colón gallego”.

Lugares de la ría de Pontevedra que se corresponden con sus mismos topónimos en la ruta de Colón.

Lugares de la ría de Pontevedra que se corresponden con sus mismos topónimos en la ruta de Colón.

¿Por qué Colón no pudo nacer en Génova?

Aunque, en la mayoría de las biografías, Génova figure como cuna del nacimiento de Cristóbal Colón, no faltan especialistas que pongan en duda la veracidad de esta afirmación, por otra parte la internacionalmente más difundida y, hasta ahora, aceptada. El historiador Joan Oliver i Torrente se hace eco de algunas de las objeciones que rebaten la “tesis italiana” que con tanta pasión e “influencia” defendió Benito Mussolini. Éstas son algunas de ellas:

  • 1. No consta en ningún documento de Cristóbal Colón mención alguna de sus supuestos parientes italianos.
  • 2. Los documentos genoveses proponen un Colombo nacido en 1451. Bernáldez, cronista de los Reyes Católicos, nos dice que “murió en senectude bona... de edad de 70 años más o menos”. Si restamos estos 70 años a fecha de su muerte -20 de mayo de 1506- el año de su nacimiento debería ser 1436.
  • 3. Colón insiste en que su heredero sea “de los Colón”. No dice de “de los Colombo”. En Génova no existía el apellido Colón.
  • 4. El nombre utilizado por Colón no fue nunca Colombo. Se le llamó Colom, Colomo y Colón, que son derivados de Colom, no de Colombo.
De izquierda a derecha, el matrimonio Mansfield (de la Sociedad Geográfica de Londres, muy interesada en la teoría coloniana), Celso García de la Riega (hijo) y Sobrino Buhigas, director del Instituto de Pontevedra. (Segunda mitad de los años 20 del siglo pasado).

De izquierda a derecha, el matrimonio Mansfield (de la Sociedad Geográfica de Londres, muy interesada en la teoría coloniana), Celso García de la Riega (hijo) y Sobrino Buhigas, director del Instituto de Pontevedra. (Segunda mitad de los años 20 del siglo pasado). / ARCH. FAMILIA DE LA RIEGA

PUNTOS BÁSICOS DE LA TESIS DE GARCÍA DE LA RIEGA

Como reafirmación de su tesis, y así lo registró en el prólogo a “Colón español”, a Celso García de la Riega todavía le dio tiempo a saber que se había descubierto, en la basílica de Santa María, una capilla con la inscripción “Os do cerco de Joao Neto e de Joao de Colon feceron esta capilla”, pero a esa altura su teoría ya estaba completa. Estas son, según un resumen realizado por su bisnieto Guillermo, las claves de la tesis pionera del origen gallego del Descubridor.

  • 1. La proliferación del apellido Colon localizada en un área territorial muy concreta. En los documentos que manejó, todos ellos procedentes de archivos de Poio y Pontevedra, aparecen Bartolomé Colón, Domingo de Colón el Mozo, Domingo de Colón el Viejo, María de Colón, Cristobo de Colón, Juany Constanza de Colón, Benjamín Fonterosa, Jacob Fonterosa, Abraham Fonterosa... Todos ellos nombrados en documentos que se refieren a alquileres o ventas de propiedades, sobre todo fincas.
  • 2. La lengua utilizada por Colón. Tanto en sus escritos como en las anotaciones de los libros que leía aparecen muchas voces gallegas que están perfectamente diferenciadas de las portuguesas, de las castellanas y, por supuesto, de las italianas: Colón jamás escribió en italiano. Entre ellas figuran palabras como despoissalironfoy (foi)aláalíboycativocrimecustodeterdiserondisodesteemprestóentendeestesesesenxerirfacerfornoforzagalealebamoaondeperigosporenposto queseadessede (sed), ventarvento...
  • 3. Los nombres de los distintos puntos geográficos conforme los iba descubriendo. A la primera isla que llega le pone el nombre de San Salvador, lo cual sería sorpendente si fuese genovés. San Salvador era, y es, una de las parroquias de Poio, y con este nombre no solo bautizó esa isla, sino también un río y una ensenada. Sucesivamente, Colón fue denominando a los lugares a los que llegaba con topónimos de origen gallego y, sobre todo, de las rías de Pontevedra y Vigo.Tales son, entre otros, los casos de San Miguel (nombre de una cofradía de Pontevedra), Porto Santo (coincidente con la bahía de Poio), Punta Lanzada (costa norte de la provincia), Punta Pierna (cabo de las islas Cíes en la ría de Vigo), Punta Moa...
  • 4. Virgen de la O. El 18 de diciembre de 1492, Colón dispuso que su tripulación descansase para celebrar la festividad de la Nuestra señora de la O, patrona de Pontevedra. Tanto Celso como su bisnieto, decididamente apuntado a la causa coloniana, llegaron a la conclusión de que tamaña proliferación concentrada de nombres, todos ellos fácilmente localizables a lo largo de la geografía gallega, no debió ser producto de la casualidad, sino del deseo del Descubridor de homenajear en el Nuevo Mundo a su tierra natal: a Galicia.

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