La hija de 5 años de la mujer asesinada en Adeje recibe golpes en el centro de acogida

La hija de cinco años de la mujer que fue asesinada en Adeje el pasado 8 de enero por parte de su pareja sufrió diversas agresiones físicas en el centro de acogida inmediata (CAI) en el que permanece junto a sus tres hermanos. En base a las anotaciones realizadas por el personal del citado recurso del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), la niña fue golpeada en todos los casos por otro menor de más edad que supuestamente sufre trastornos de conducta o problemas psiquiátricos. Este usuario ingresó el 25 de diciembre en dicho recinto dependiente del Cabildo de Tenerife en compañía de varios hermanos. Y, además, la víctima ha presenciado conductas sexuales inapropiadas del citado menor.

Esta información ha sido confirmada por José Luis Gutiérrez Jáimez, presidente del Comité de Empresa del IASS, quien explica que el citado usuario «es muy agresivo» y, de hecho, los trabajadores del centro reclamaron en dos escritos que se le enviara a un recurso apropiado para que fuera atendido en función de sus patologías de salud mental. Estos documentos fueron entregados a la gerente del IASS, Yazmina León, el 13 de enero, y a la presidenta de la institución y consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife, Marián Franquet, cuatro días después.

Piden el traslado de un menor con trastorno de conducta en un centro de Tenerife

Según Gutiérrez Jáimez, una de las hipótesis del personal es que el citado menor se obsesionó con la niña de cinco años y la golpeaba cada vez que podía, sobre todo con tortazos y golpes similares. Alguno de ellos llegó a ser tan fuerte que la pequeña se cayó de una silla al suelo. Y esas circunstancias ocurrieron a pesar de que supuestamente el personal intentó impedir tales actos de acoso y violencia física. Y también se masturbó delante de la pequeña.

El mencionado usuario también adoptó actitudes agresivas con trabajadores del recurso en el que está acogido y a algunos los ha agredido. De hecho, para controlar la situación y frenar su comportamiento violento, han tenido que intervenir dos o tres empleados, con apoyo de vigilantes de seguridad. En esos casos, el resto de menores tuvieron que ser sacados de las instalaciones o encerrados en sus habitaciones.

Según José Luis Gutiérrez Jáimez, el pasado miércoles, 8 de febrero, desde el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) se adoptó una medida para impedir tales agresiones a la hija de la mujer asesinada y a los trabajadores del centro de acogida inmediata. La medida consistió en instalar al citado menor agresivo y a sus hermanos en una vivienda independiente dentro del mismo recurso, en el que no tiene ningún contacto con la niña de la mujer asesinada en la calle José Espronceda, en el barrio de Armeñime.

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