Terremoto

Rescate contrarreloj a 20 grados bajo cero: así trabajan los bomberos españoles en Turquía

La expedición de Bomberos Unidos sin Fronteras es de las primeras en llegar al epicentro, Elbistan, donde tratan de hallar a los supervivientes del seísmo

El equipo donde se encuentran los tres bomberos de Córdoba, entre nieve y escombros.

El equipo donde se encuentran los tres bomberos de Córdoba, entre nieve y escombros.

Manuel Á. Larrea / Virginia Requena

La nieve se acumula sobre las ruinas en Turquía. Con gruesas capas de hielo, a -20 grados y, a veces, en solitario, la expedición de la que forman parte tres bomberos de Córdoba sigue tratando de rescatar, en una carrera contra el tiempo, a personas atrapadas de las zonas afectadas por el terremoto del lunes.

Este miércoles, se encuentran en Elbistan, una ciudad del interior no muy alejada de la frontera con Siria (donde el seísmo, de magnitud 7,8 también ha dejado miles de fallecidos). Ellos, como hacen constar desde el terreno, han sido de los primeros rescatistas internacionales en llegar al epicentro y todavía, en algunos puntos, trabajan solos.

Antonio Caballero, bombero de Córdoba, en uno de los edificios derrumbados, entre nieve, en Turquía.

Antonio Caballero, bombero de Córdoba, en uno de los edificios derrumbados, entre nieve, en Turquía.

"La cantidad de estructuras colapsadas es grandísima, es brutal, estamos hablando de una ciudad bastante grande", cuenta a este periódico Antonio Caballero, uno de los bomberos cordobeses. Los edificios de hormigón armado, con hasta cinco o seis plantas, han colapsado por completo. Hasta el momento, aunque existían indicios de vida en algunos puntos, no han dado con ningún superviviente, pero sí han sacado a los cadáveres de los escombros.

Inclemencias temporales y nuevos temblores

Con los perros, la expedición de 13 efectivos de Bomberos Unidos sin Fronteras se mueve de una estructura a otra, donde hacen falta o son requeridos sus recursos. Si hubiera una señalización positiva por parte de los equipos caninos, explica Caballero, se iniciarían las acciones de rescate para liberar a las posibles personas atrapadas.

"Las labores están siendo duras sobre todo por el clima, pero la población está totalmente volcada con nosotros", precisa Caballero. Y lamenta que esas inclemencias "acortan los plazos de vida que pueda tener una persona bajo el escombro". El frío extremo se cierne, especialmente de noche, sobre la ciudad, pero "el día no es que sea mucho más allá". Aún así, asegura el bombero, "estamos trabajando al cien por cien y los perros no paran".

El martes, la expedición llegó a Adana, capital de provincia, después de aterrizar en Estambul. Desde allí, se han desplazado a Elbistan -a más de 300 kilómetros-, donde permanecen hasta ser requeridos en otra parte, bajo la coordinación de la Autoridad de Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD) del Ministerio del Interior turco. En esta ciudad, el trabajo es duro e inabarcable, y señala Caballero que es "inimaginable" la cantidad de edificios destrozados allí.

La situación de las personas también resulta preocupante. "El estado de la gente es desconcertante porque tienen a familiares debajo de los escombros", lamenta Salvador García, bombero de Puente Genil. Al temporal, además, se suman nuevos temblores: "Estamos con réplicas a tope". Durante la conversación, García constata, como el martes, indicios de vida en uno de los edificios colapsados. "Parece que pueden haberse encontrado niños con vida, pero por las comunicaciones, que no son buenas, no lo puedo asegurar".

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