Sistema de protección

Piden el traslado de un menor con trastorno de conducta en un centro de Tenerife

El personal de un recurso de acogida inmediata del IASS habla de agresiones y actitudes violentas

Imagen de archivo de un menor.

Imagen de archivo de un menor. / E.D.

Personal de un centro de acogida inmediata (CAI) situado en el municipio de Santa Cruz de Tenerife y dependiente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) reclama una solución ante la situación generada por un menor que ingresó en dicho recurso el pasado 25 de diciembre, que presuntamente sufre trastornos de conducta y genera episodios violentos hacia trabajadores de la entidad y otros usuarios.

Esta situación se puso en conocimiento de la gerente del IASS, Yazmina León, el pasado 13 de enero, en una reunión y a través de un escrito firmado por diversos empleados. Y, cuatro días más tarde, la Asamblea de Trabajadores de Canarias (ATC) dirigió un documento en los mismos términos a la presidenta de la institución, Marian Franquet.

Según ATC, dicho menor "presenta diversas patologías y precisa atención médica y psiquiátrica, al padecer brotes psicóticos con conductas agresivas y violentas". Dicha organización señala que estas situaciones surgen sin motivo aparente o después de una "alucinación" (el niño dice que le gritan, le insultan o se le niega cualquier cosa, sin que el personal perciba que sea verdad).

Estos hechos ocurren a diario, según ATC, y en varias ocasiones reacciona con una violencia física descontrolada. En estos últimos casos, hacen falta dos o tres personas, apoyadas por los vigilantes de seguridad, para poder controlarlo. Ante esas situaciones, el resto de menores acogidos debe ser sacado de las instalaciones o encerrado en sus habitaciones.

La Asamblea de Trabajadores de Canarias afirma que esta situación "conlleva un alto grado de ansiedad y desbordamiento para el personal a la hora de atender al resto de menores, ya que debe estar una persona vigilando a dicho niño en todo momento, lo que provoca que no se pueda garantizar de manera adecuada la atención al resto de menores, entre los que hay bebés, un niño con autismo o víctimas de violencia de género". Para ATC, la presencia de dicho niño en el CAI supone un "maltrato institucional" para el resto de usuarios, pues "deben sufrir las agresiones, los gritos y los conflictos producidos por el citado menor".

Los trabajadores reclaman al IASS que traslade al pequeño a un recurso apto para las patologías que padece. Según las fuentes del IASS consultadas, ya se ha encontrado una solución a este asunto, mediante la creación de un recurso específico para dicho niño. Las mismas señalan que este es un caso excepcional y, debido a las especiales características que concurren en el mismo, se ha tardado más de lo habitual (en torno a un mes) en derivarlo a un centro adecuado a sus necesidades.

La presidenta del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) declinó realizar declaraciones sobre este asunto, debido a las singulares y delicadas circunstancias que concurren en este asunto.

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