Salud

‘Curar’ el envejecimiento

La investigadora María Blasco cree que entender por qué se dañan las células permitirá prevenir enfermedades degenerativas

María Blasco, directora del CNIO

María Blasco, directora del CNIO / E. D.

Valentina Raffio

La científica María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, ha publicado, junto a un panel internacional de expertos, el análisis más exhaustivo hasta la fecha sobre los <<detonantes>> de los daños en las células que causa el paso del tiempo.

Todas y cada una de las miles de millones de células que hay en nuestro cuerpo cambian con el paso del tiempo. A medida que envejecemos, estas estructuras van acumulando daños. Y esto, a la larga, produce la pérdida de funciones en órganos y tejidos, la aparición de enfermedades y, finalmente, la muerte. «El envejecimiento es la causa de la gran mayoría de enfermedades», explica con talante didáctico la investigadora María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. «Cada vez hay más estudios que intentan entender los mecanismos detrás de este proceso para poder frenarlos, revertirlos y retrasarlos. Gracias a esto, puede que algún día podamos curar el envejecimiento», destaca la experta en una entrevista con El Periódico, diario al igual que EL DÍA - La Opinión de Tenerife del grupo Prensa Ibérica.

‘Curar’ el envejecimiento

Retrato de una anciana. / Palinchak Mikhailo

Blasco es una de las científicas que, junto a un panel internacional de expertos, firma uno de los análisis más exhaustivos hasta la fecha sobre qué sabemos (y qué no) sobre los indicadores moleculares del envejecimiento. El trabajo, publicado recientemente en la prestigiosa revista Cell, resume los «espectaculares avances» realizados en la última década y que han dado lugar a más de 300.000 publicaciones científicas. «Entender por qué se producen los daños celulares que relacionamos con el envejecimiento abre la puerta a desarrollar terapias específicas para, por ejemplo, prevenir la aparición de enfermedades degenerativas y mejorar el tratamiento de algunas patologías», comenta la investigadora.

Cuatro detonantes

El análisis identifica cuatro «detonantes» del envejecimiento. Es decir, los mecanismos fisiológicos que llevan a nuestras células a acumular daños. Según explican los expertos que han liderado este análisis, se trata de procesos que ocurren a escala molecular y que están fuertemente interconectados. Es el caso, por ejemplo, del acortamiento de los telómeros (unas estructuras que protegen el final de los cromosomas). O la acumulación de mutaciones que se produce cuando nuestras células se multiplican. «Estos procesos ocurren en todos nosotros, aunque no a la misma velocidad», matiza Blanco.

Los hábitos nocivos exponen a nuestras células a unos daños que son irreparables

El acortamiento de los telómeros, por ejemplo, se ha relacionado con la aparición y el avance de enfermedades degenerativas como el alzhéimer. Lo mismo ocurre con las alteraciones genéticas y los otros desequilibrios moleculares relacionados con el envejecimiento. «Si entendemos cómo actuar sobre cada uno de estos procesos moleculares podríamos lograr avances espectaculares como, por ejemplo, retrasar la aparición de enfermedades, curar patologías degenerativas y hasta alargar la esperanza de vida de una persona», comenta la científica.

Según detalla Blanco, laboratorios de todo el mundo están intentando resolver el rompecabezas que implica revertir cada uno de estos procesos moleculares. «Los esfuerzos se centran, sobre todo, en las enfermedades degenerativas porque al fin y al cabo son una necesidad médica. Pero el avance de la investigación podría, algún día, aplicarse para retrasar la aparición de problemas médicos y ‘curar’ las causas del envejecimiento».

Hoy por hoy, aún no hay una fórmula mágica que permita frenar (o retrasar) el envejecimiento. Lo que sí hay son algunas pistas sobre cómo causar el menor daño posible en nuestras células. «Los hábitos nocivos (como una mala dieta, el tabaquismo o la exposición a la contaminación) exponen a nuestras células a una serie de daños que, a la larga, pueden causar el deterioro de órganos y tejidos. Así que todo lo que sea llevar un estilo de vida saludable ayudará a minimizar este riesgo», comenta Blasco. «Esto no significa que comer bien evitará que enfermes, porque ninguna dieta puede prometer eso, pero sí que te ayudará a reducir algunos riesgos», matiza la científica.

En un futuro más o menos cercano, Blasco espera que haya tratamientos a la carta para ‘curar’ las causas del envejecimiento. «No habrá una pastilla que te haga inmortal, pero quizás sí que haya una que pueda administrarse a personas que, por ejemplo, tienen muchas probabilidades de desarrollar un cáncer de pulmón para prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad», vislumbra. Lograr este objetivo podría convertirse en clave para un futuro en que, según los expertos, cada vez habrá más población envejecida (y más carga de enfermedades asociadas a la edad).

Suscríbete para seguir leyendo