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La fiebre del oro de la menopausia: 'coaches', cosmética, telemedicina y hasta 'liftings' vaginales con láser

Silicon Valley y 'celebrities' se lanzan a la nueva frontera del bienestar femenino, un mercado que mueve 650.000 millones de euros en todo el mundo | Médicos y divulgadores reclaman más investigación, educación y formación especializada

Naomi Watts y Gwyneth Paltrow compiten en el mercado de la menopausia.

Naomi Watts y Gwyneth Paltrow compiten en el mercado de la menopausia.

Núria Marrón

Hasta no hace tanto, se hablaba de la menopausia entre susurros. ¿Quién querría verse, tirando de tópico, como una de esas señoras sudorosas e insomnes que andan irritadas ante el advenimiento del 'ángel exterminador' de sus años dorados? Sin embargo, de un tiempo a esta parte, una nueva generación de mujeres han sacado el climaterio del sótano en el que durante siglos, cuando no milenios, ha permanecido encerrado bajo llave. Y frente a las evidentes carencias en la investigación, en la formación del personal sanitario y en la educación sexual y de salud -a menudo cada mujer lo vive aún como si fuera la primera-, una fabulosa industria basada en la telemedicina y en el sector de la belleza y el bienestar femenino se ha lanzando a la carrera, dispuesta a convertir esta etapa vital en una categoría de consumo lucrativa. La prensa anglosajona, con el gatillo siempre a punto para bautizar fenómenos, lo ha llamado "la fiebre del oro de la menopausia".

Además de las empresas de belleza que compiten para convencer a las mujeres de que el sector actual no tiene en cuenta las necesidades específicas de su edad, uno de los epicentros de este nuevo 'big bang' es Silicon Valley y 'start-ups' que están recibiendo suntuosas rondas de financiación porque han descubierto -¡sorpresa!- que las mujeres de mediana edad existen y que un grueso de ellas tiene poder adquisitivo. Este mercado ya mueve más de 650.000 millones de euros en todo el mundo y los analistas entienden que esta oportunidad de negocio no ha hecho más que empezar.

Economía del climaterio

En Estados Unidos, la nueva economía del climaterio que gira alrededor del movimiento de visibilidad de la menopausia tiene una línea médica y otra de belleza. En Silicon Valley bullen especialmente 'start-ups'- de telemedicina que prescriben terapias de reemplazo hormonal (las mujeres, en esta etapa, segregan menos estrógenos y progesterona) y que nacen justo en ese punto ciego que originan las dificultades de acceso a la salud en EEUU -estos tratamientos, que según los especialistas, no se pueden prescribir de forma masiva, aquí los pueden prescribir en la atención primaria- y la poca formación que tienen los médicos sobre la menopausia.

"Vivo en Silicon Valley, junto a todos esos multimillonarios que intentan descubrir cómo vivir para siempre. ¿Estáis de broma? Toda mujer que pasa por la menopausia dice que se siente como si fuera la primera persona en la tierra a la que le sucede porque nadie sabe cómo ayudarla", explicaba en 'The New York Times' Alicia Jackson, directora ejecutiva de Evernow, empresa de telemedicina orientada a esta etapa. Al empezar a investigar el climaterio, la empresaria se sorprendió de la poca información y apoyos reales disponibles, y lanzó esta compañía que a/arrancó un cheque de un millón de dólares en el acto al explicarle el proyecto a un inversor amigo suyo, b/logró una ronda de financiación de fondos de capital riesgo y c/se ha convertido en depositaria de las inversiones de actrices como Cameron Díaz, Drew Barrymore y -¡lo han adivinado!- Gwyneth Paltrow, de 50 años.

Bienestar y belleza

Tardaba en aparecer en esta pieza la reina de las piedras y los baños de vapor vaginales que ha levantado un imperio de productos de belleza y bienestar (Goop), y que dijo aquello de que "la menopausia tiene muy mala reputación, necesita un poco de cambio de marca". En 2018 aseguró que ya estaba lista para hablar del asunto y lanzó unas vitaminas a las que llamó Madame Ovary y que no son más que otro producto -eso sí, carísimo: 90 dólares el 'pack'- de los que ha inundado el mercado. Paltrow y su colega Naomi Watts, de 54 años -que comercializa bajo el nombre de Stripes una línea de artículos de belleza que van del "cuero cabelludo a la vagina"- son las caras visibles de un sector que comercializa desde cremas, geles y champús específicos (la actriz Jennifer Coolidge promociona uno llamado Second Chance) hasta complementos dietéticos y suplementos vitamínicos, todo tipo de remedios contra la sequedad y lubricantes, aplicaciones donde registrar los síntomas, juguetes sexuales, 'coaches' y -¿algo más fuerte?- tratamientos de láser de rejuvenecimiento vaginal.

Esta feroz competencia arroja un puñado de preguntas pertinentes sobre hasta qué punto todo este 'big bang' está dando realmente una respuesta eficaz a las necesidades de muchas mujeres o simplemente se está comercializando un ciclo vital más. "Todo 'boom' tiene un reverso cuestionable, pero creemos que lo más importante es que, por fin, se están rompiendo viejos tabús y estigmas, se visibiliza el climaterio y cada vez hay más información disponible sobre una etapa que puede llegar con algunos problemas pero que también se puede vivir bien", afirman Mireia Roca y Cristina Martínez, fundadoras de la 'start-up' catalana Domma, dedicada a la salud y bienestar de "la mujer madura".

Tabú de la sexualidad

Nacida en 2021, esta empresa -que cuenta con la colaboración de especialistas en nutrición, psicología y ginecología- brinda acompañamiento y opciones naturales a mujeres que a menudo "se sienten solas y desorientadas" cuando empiezan a aparecer los primeros síntomas. No todas las mujeres los sufren, como explica Núria Navarro en este ilustrativo reportaje, pero las dificultades están ahí. Insomnio, sofocos, en ocasiones sequedad general y vaginal, otras veces bajada de la líbido, aumento de peso o niebla mental. "A menudo, la respuesta que te brindan en la consulta médica es la terapia hormonal, o eso o 'te apañas', no se aborda la menopausia de forma más integral", afirman.

En cambio, entre las más de 20.000 usuarias que conforman su comunidad, afloran todo tipo de inquietudes y una firme voluntad de no adentrarse en esta transición a solas, desinformadas ni por supuesto avergonzadas. Entre ellas, explican las fundadoras de Domma, hay desde mujeres preocupadas por caer de golpe en el pozo de la irrelevancia social y sexual hasta quienes se sienten culpables por no sentir deseo o por sufrir una sequedad que dificulta las relaciones sexuales. "La sexualidad en esta etapa aún es el gran tabú", afirman Roca y Martínez, quienes señalan uno de los puntos ciegos de todo esta cuestión: el 80% de los ginecólogos, según un estudio de la oenegé AARP, dedicada al envejecimiento, no se sienten cómodos tratando la menopausia.

Investigación

"Es cierto que ha sido un tema despreciado por la medicina y muy apreciado por los laboratorios farmacéuticos", explica la endocrinóloga y especialista en perspectiva de género Carme Valls, que mantiene que tradicionalmente se ha medicalizado esta etapa. El doctor Francesc Carmona, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona y director Científico y de Cirugía de la Clínica Ginecológica Women’s CD, coincide en que sobre este fenómeno -la menopausia- casi específico en la hembra humana aún hay queda mucho camino por investigar. "En los últimos años se ha reactivado la investigación, por lo que es muy posible que en la próxima década se encuentren más respuestas eficaces", asegura el especialista, que apunta hacia dos carencias significativas. Una: en seis años de carrera de Medicina, solo hay una clase sobre el ciclo ovárico y menstrual, y apenas otra que versa sobre la pubertad/menopausia en la especialidad de Ginecología. Y dos: las unidades dedicadas a la menopausia que años atrás había en los hospitales desaparecieron y no se trasladaron a la atención primaria.

¿En qué punto estamos entonces? Montse Roura, que hace 12 años impulsó la plataforma especializada en menopausia Ella y el abanico (con 12 millones de visitas acumuladas), es testigo de excepción de este 'boom' del climaterio. Ella fundó la plataforma cuando, en plena menopausia, se hartó de vagar de puerta en puerta sin que nadie le "hiciera ni caso". "Antes era una extraterrestre y ahora soy una pionera", afirma, con humor. Tanto es así que admite que esta nueva "fiebre del oro" incluso ha llamado a su puerta. "Me han contactado, varias veces, hombres de negocios que han visto el nicho de mercado para que les proporcionar asesoría e imagen, pero siempre con la intención de utilizar a las mujeres como floreros, nuestra salud les importa poco", afirma. Para Roura, toda esta conversación en marcha solo tendrá sentido si nacen iniciativas empresariales con responsabilidad social y sirve también para que desde las políticas públicas se invierta en impulsar la educación en salud y, sobre todo, la investigación. "Es muy significativo que a estas alturas aún no se sepa, por ejemplo, por qué sufrimos sofocos -afirma-, algo impensable si la menstruación o la menopausia la tuvieran los hombres".

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