Parón provisional a la huelga de limpieza de La Candelaria tras llegar a un acuerdo

La empresa concesionaria se compromete a abonar los complementos salariales y a contratar 18 nuevos empleados

Consecuencias de la huelga de limpieza en La Candelaria.

Consecuencias de la huelga de limpieza en La Candelaria. / El Día

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Tras cuatro días de huelga, el parón de actividad de los trabajadores de limpieza del Hospital de La Candelaria ha llegado a su fin provisionalmente. Tras conseguir un acuerdo «satisfactorio» con la empresa concesionaria, Samyl, los trabajadores han decidido que este próximo lunes volverán a sus puestos de trabajo. 

Los empleados continuarán la huelga estas próximas 48 horas para cerciorarse de que la empresa cumple con todos los puntos acordados con el comité de huelga para la desconvocatoria, entre el que se encuentra el compromiso de abonar los pagos que se adeudan de los complementos salariales así como mantener estos pluses. También acordó la firma de nuevos contratos: 9 con régimen indefinido y otros 9 de manera eventual a tiempo completo.

«Se demuestra que el servicio de limpieza es imprescindible y vital en un hospital tan grande como el HUNSC y el Hospital del Torax», resaltan los trabajadores. La huelga, que comenzó el pasado martes, 17 de enero, ha dado lugar a que la suciedad se acumule en los pasillos, contenedores y salas de espera del centro hospitalario. En la jornada de este pasado jueves se podían contemplar acumulación de vasos en las papeleras, manchas de café en las zonas comunes, montañas de bolsas de papeles y bolsas que viajaban con libertad por las zonas comunes. 

Los empleados de limpieza se pusieron en pie de guerra en diciembre ante la progresiva precarización que, aseguraban, ha sufrido el servicio desde que la empresa concesionaria Samyl, tomó el relevo.  

Los trabajadores denuncian recortes salariales y de plantilla desde hace un año

No era la primera vez que los recortes habían derivado en un conflicto laboral, pero en esta ocasión la gota que colmó el vaso de los trabajadores fue la eliminación de alguno de sus complementos. Los empleados comenzaron manifestándose a las afueras del centro hospitalario exigiendo con vítores una solución a este problema laboral. 

Antes de llevar a cabo esta huelga, los trabajadores ya habían amenazado con tomar medidas drásticas a principios del año pasado. Ocurrió después de que la empresa concesionaria llevara a cabo una súbita reducción de plantilla. 

Así, de los 230 trabajadores que solían ser con la empresa concesionaria anterior, pasaron a los 170 actuales. Es decir, donde antes había 3 trabajadores, ahora solo hay uno. Esta situación derivó en un aumento de cargas de trabajo que impedían que los operarios de limpieza pudieran realizar el trabajo impecable que requiere un centro hospitalario. 

En los primeros meses tras la reducción de plantilla, los trabajadores insistieron en que carecían de la posibilidad de llevar a cabo una limpieza a fondo del tanto del Hospital de La Candelaria como del Hospital del Tórax. Fue entonces cuando los propios pacientes empezaron a ver las deficiencias del servicio. Las papeleras de los baños se encontraban llenas de papeles, la ropa sucia de los profesionales se acumulaba en las cestas y la suciedad empezaba a hacerse un hueco en las escaleras, las esquinas de los baños y los ascensores.

Los trabajadores amenazaron con acudir a la huelga si no se solucionaba, pero llegaron finalmente a un acuerdo con la empresa para contratar a más personal de manera eventual. La calma, sin embargo, «apenas duró dos meses». Esto les llevó a insistir de nuevo en las pésimas condiciones de salubridad en las que se encontraba la hospital, dada su incapacidad de limpiar a fondo los 170.000 metros cuadrados que ocupan tanto el Hospital de La Candelaria como el Hospital del Tórax, con el personal que tienen.  .  

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