Entrevista

Bárbara Rey: "He sufrido intento de abusos en el set dos veces, pero nunca lo dije porque me culparían a mí"

La actriz, un icono de los 70 y los 80, se sincera sobre los episodios más duros de su vida, muchos de ellos recogidos en 'Cristo y Rey', la nueva serie de Atresmedia

Bárbara Rey durante el estreno de la serie 'Cristo y Rey'.

Bárbara Rey durante el estreno de la serie 'Cristo y Rey'. / EFE

Paula M. Gonzálvez

Bárbara Rey (Totana, 1950) siempre ha hecho honor, con su contundencia y carácter, a su nombre artístico. Sin embargo, en las distancias cortas es simplemente María. Ha sacado tantas veces las garras en televisión que su presencia impone, pero solo hasta el momento en el que se entabla una conversación con ella, cuando deja al descubierto su cercanía y su carisma afable. La contundencia la mantiene, nunca se ha mordido la lengua. Viendo 'Cristo y Rey', se entiende que la "reina del destape" o la que fue "la bandera de la libertad" durante la transición saque las garras: durante mucho tiempo tuvo que lidiar con fieras, no solo en el circo. Así se muestra en la serie, sin medias tintas, ni siquiera en su supuesto vínculo con el rey emérito.

'Cristo y Rey', inspirada en su vida en común con el que fue su marido, Ángel Cristo, llega el 15 de enero a ATRESplayer Premium, y más adelante tendrá su espacio en la programación de Antena 3. La actriz murciana, que estuvo presente en el rodaje de la producción, ha acudido este jueves a la première en los cines Callao de Madrid.

En 'Cristo y Rey' se dice que es la “bandera de la libertad” o la “reina del destape”. ¿Cree que la serie por fin hace justicia a lo que ha significado su figura en este país?

Espero que sí, creo que me han tratado con justicia y bien. Hay momentos de mi vida interesantes que cronológicamente no forman parte de ese momento, de mi matrimonio, pero que se han incorporado para darle mayor interés.

Cuando se aborda la ruina económica del circo de Ángel Cristo se dice que el negocio se asociaba a una “España antigua”. ¿Fue, en parte, mérito suyo despojarlo de esa etiqueta?

Cuando me casé en el año 80 se podía asociar a una España antigua todavía, pero el circo de Ángel era muy cuidado. Indiscutiblemente creo que aporté mucha fuerza al circo, atraje mucho público, dimos un giro muy grande en el espectáculo. No pensé trabajar nunca en el circo, pero vi que la gente agotaba las entradas, me impliqué mucho en el asunto del vestuario y la decoración y creo que mejoró bastante. Él era muy bueno, contrataba a los mejores. Con ese auge, personas que no habían trabajado nunca en el circo y lo menospreciaban estuvieron dispuestos a hacerlo, como Manolo Escobar y muchos otros artistas.

Lo que fue un error en mi vida es de no haber conocido durante más tiempo a mi marido antes de casarme

¿En algún momento de su vida se planteó que fue un error haberlo hecho?

No, nunca. Lo que fue un error en mi vida, de lo único que me he arrepentido, es de no haber conocido durante más tiempo a mi marido antes de casarme (como persona, no como artista). Mi incorporación fue positiva tanto para el circo como para mí, porque aprendí a estar en una pista, rodeada de espectadores… Me ayudó a dominar mejor un escenario. Mi matrimonio, aunque hayan ocurrido cosas, me dio dos hijos extraordinarios.

En esta serie no hay medias tintas sobre su vínculo con el rey emérito.

Eso no lo comento, es un tema del que no hablo nunca.

Fue una pionera en el cine del destape, si hablamos, por ejemplo, de ¡Me siento extraña¡ (1977). Hoy en día existe la figura del coordinador de intimidad para las escenas sexuales, pero entonces no. ¿Fue incómodo para usted o para Rocío Dúrcal?

El hecho de que hiciéramos la película fue muy importante para el colectivo. No se nos valoró. Sí los hicieron las personas afectadas que sufrían esa falta de aceptación, pero a otros niveles nos criticaron mucho, sobre todo a mí, que siempre salgo la más criticada en todo. No sé por qué, en la cama nos metimos las dos juntas. Ahora hay alguna persona que se manifiesta o hace algo parecido y se le pone en un pedestal. Hacerlo entonces era lo difícil. Lo que te comprometía, te podía encasillar y te podía repercutir en muchas cosas. Hoy en día apoyar y ayudar es perfecto, pero no hay que ir de abanderada. Ahora ser abanderado es muy fácil.

Hacer 'Me siento extraña' con Rocío Dúrcal fue muy importante para el colectivo. Nos criticaron mucho, sobre todo a mí. No sé por qué, en la cama nos metimos las dos juntas

¿Ha sufrido abusos (o lo han intentado) por parte de algún hombre en la industria, como tantas otras actrices han denunciado?

Los he sufrido en dos ocasiones, aunque nunca he querido decirlo. Ni lo que ocurrió ni las personas implicadas, porque al final siempre me van a echar a mí la culpa. Si tuviese otro físico y fuese de otra manera, probablemente si lo hubiese dicho me habrían creído. Me ocurrió con un realizador de televisión y con un director y productor de cine importantísimo que ya no está en este mundo. Tuve que marcharme del rodaje de esa película, aunque estaba empezando y para mí era vital.

Le echó valor, especialmente teniendo en cuenta la época.

Digan lo que digan, y me da exactamente igual, lo que yo quiera hacer con mi vida es un problema mío, pero mi trabajo es intocable. Mi trabajo tiene que ser por lo que yo valga, por mis méritos y por nada más, si no es así no lo quiero. Todo lo que he logrado ha sido por mi trabajo y no por otro medio. Es más, yo ayudé mucho a mi marido cuando se casó conmigo. Él, incluso, había tenido que pedir 50.000 pesetas para gasolina. Nadie me ha regalado nada, creo que podría haber hecho muchas más cosas, pero bueno.

Dijo que Ángel Cristo no le dejaba ir a Totana.

Durante todo el matrimonio me lo impidió. Solo estuve dos veces porque fuimos con el circo. Yo, particularmente, nunca. No pude ver a mi familia durante mi matrimonio. Vi a mis padres en la boda, las dos veces que fui con el circo a Totana y en Granada porque vinieron ellos cuando estábamos trabajando allí.

¿Qué es lo más echaba o echa de menos de la Región de Murcia?

Todo. Es mi tierra, la tierra que adoro. Ya no echo de menos nada porque voy muy a menudo. Antes echaba de menos que estaban mis padres, mi hermana (que ahora está fuera), las costumbres, las comidas, mi tierra, mis amigos, muchas cosas. Pero me fui a Madrid para dedicarme a esta profesión, y eso suponía renunciar a una serie de cosas. No se puede tener todo, aunque me compensó a nivel profesional.

Nunca se me tuvo en cuenta. Se me ponía en duda porque no era el prototipo de mujer maltratada

Ha sido un comienzo de año negro en lo que se refiere a la violencia machista. ¿Enviaría algún mensaje a quienes legislan?

Los he mandado siempre, desde hace muchísimos años, pero nunca se me tuvo en cuenta. Jamás. Se me ponía en duda porque no era el prototipo de mujer maltratada. No recibí ayuda, tampoco judicialmente, y eso que me tocó una jueza… Solo pido que les ayuden y que la justicia sea lo que tiene que ser, justa, y que las víctimas estén protegidas porque está demostrado que, aunque haya una orden de alejamiento o se lleve una pulsera, cuando quieren matar a una mujer la matan. Y también quiero decir que la violencia machista es mucho más exagerada en número de casos, pero también hay mujeres que maltratan a sus maridos y eso no se tiene en cuenta. Sé de muchos que han pedido ayuda y no se les ha dado, es una discriminación. Es igual de injusto que dejar desamparada a la mujer que es víctima. Me gusta la justicia para todos.

El debate siempre está ahí, pero usted puede hablar con conocimiento de causa. Para trabajar en el circo, ¿hay que amar a los animales o no se puede ser extremadamente sensible?

Es una pregunta muy difícil. El problema que yo he tenido en el circo es que amo demasiado a los animales. Los quería enormemente, no los domé nunca, aprendí el número que ellos sabían hacer de antemano, nunca tuve que utilizar ningún tipo de… Bueno, es que no habría podido. Maltratarlos jamás. Tengo que reconocer, ahora que todo ha pasado y estamos viviendo otros momentos, que en aquella época no se tenía esa empatía que se tiene ahora con los animales. Tampoco hay que exagerarla, el ser humano está por encima de todo. Lo que no puede ser es que haya que hacer un cursillo para tener un perro y no para tener un hijo. En aquella época vi cosas en el circo que no me gustaron ver, sufrí mucho, no quiero reproducirlas. Las elefantas eran súper cariñosas, se volvían locas conmigo, con mi marido no tanto, hasta ahí puedo leer. Cogería a todos los animales que veo por la calle si tuviera un terreno grande. No sé si será porque he tenido muy mala suerte con los hombres, ningún hombre me ha dado el amor que me dan mis gatos, siempre lo han hecho a cambio de algo. Ellos son fieles e incondicionales.

Si Ángel hubiese sido como Jaime Lorente, me volvería a casar con él, a pesar de todos los disgustos

Creemos saberlo todo sobre su vida. ¿Vale más por lo que calla?

Claro que valgo más por lo que callo. Además de la serie hay un documental en el que hablo de muchas cosas, pero muchas otras me las callo porque no me gusta hacer daño. Hay muchas cosas personales e íntimas que me las guardo por principios y por respeto.

Después de que en ciertos programas de Telecinco se le haya cuestionado tanto, ¿no siente un poco de placer porque esta serie, que tanta expectación genera, sea de Atresmedia?

Claro, por supuesto, me encanta que sea Antena 3. Considero que mi serie se lo merece y si ellos van a estrenarla es porque también lo piensan. Tienen unas series estupendas. En el documental, además, se verán muchas cosas más de mi propia voz. Estoy feliz con Belén Cuesta, pensé que era yo cuando la vi actuar. Y Jaime Lorente… si Ángel hubiese sido así me volvería a casar con él, a pesar de todos los disgustos (ríe). Además es murciano, como nosotras. De Murcia solo salen cosas buenas y artistas que tienen algo dentro, y lo están demostrando.