Las Teresitas, deporte bajo el sol del Año Nuevo

La playa santacrucera congrega a corredores, ciclistas o caminantes que reafirman el 1 de enero sus hábitos cotidianos

La playa de Las Teresitas, uno de los principales enclaves de ocio al aire libre del municipio de Santa Cruz de Tenerife, no es la misma que hace tiempo en Año Nuevo. Si antes predominaba la gente trasnochada, resacada o durmiendo tras los excesos por el consumo de alcohol, ahora dicho enclave concentra, cada vez más, a personas que quieren disfrutar del buen tiempo, cuando lo hay, del mar y de la actividad física, cada uno en la medida de sus posibilidades, bien en familia o en pareja, o bien de manera individual. Y la práctica de algún deporte se ha convertido ya más en un hábito, diario o semanal, que en una acción aislada en los festivos más importantes. Pero son muchos los ciudadanos que no quieren dejar pasar la mañana o el mediodía del 1 de enero sin realizar ese ejercicio beneficioso para el físico y la mente.

Gaspar Monzón descansa en la parte trasera de su coche después de haber corrido 13 kilómetros, desde la más conocida playa santacrucera hasta el Club Náutico y de vuelta. Monzón forma parte del Club de Atletismo Aguere y, como deportista federado, entrena casi todos los días. Explica hay personas que acuden a este lugar para hacer ejercicio desde las ocho de la mañana. En su opinión, la zona peatonal de la autovía de San Andrés hasta la avenida de Anaga no es que sea un espacio idóneo para hacer su preparación, sino uno de los pocos, si no el único, apto para hacer recorridos largos en terreno llano en la isla. Hace una década que empezó a correr para competir y considera que "la verdadera fiesta es esta, aunque te acuestes un poco tarde de lo normal".

De la misma manera opina Irene Gómez, una joven a la que no le gustan las fiestas convencionales asociadas al ocio nocturno y a las celebraciones de Fin de Año. "El verdadero disfrute es estar aquí el 1 de enero temprano", manifiesta. El 2023 empezó a correr junto a su novio, su suegro y su entrenador a las 9:15 horas. También forma parte del Club de Atletismo Aguere. Tras terminar la jornada de entreno y finalizar los estiramientos, aclara que participa en competiciones de todo tipo de distancias, desde los cinco kilómetros hasta "ultras" (más de los 41 kilómetros de la tradicional maratón). Suele correr en el Archipiélago y hacer salidas a la Península. La última prueba la hizo en Barcelona, donde terminó un recorrido de 113 kilómetros. Explica que fue una "experiencia buena" y que quedó satisfecha de su rendimiento.

Daniel Vera León es un ciudadano que vive la actividad física de otra manera, mucho más relajada, pero satisfactoria de igual manera. Admite que acude casi todos los días a Las Teresitas con su perra. Suele caminar unos "10.000 pasos" y después se mete en el agua, donde nada y, además, realiza ejercicios diversos dentro del agua. Explica que, a su edad, los movimientos dentro del mar, mientras flota, se pueden realizar mejor que en tierra. "Para mí es especial empezar el año así, caminando y nadando en Las Teresitas; igual que el 25 de diciembre o el día de San Juan", explica. Para caminar o bañarse no le importa que esté lloviendo. Lo que no soporta es que haga mucho viento.

Ángeles Gutiérrez camina por el peatonal pintado de azul, junto al acceso al tráfico rodado. Suele acudir a andar de forma ligera los fines de semana, cuando sus obligaciones laborales como arquitecta técnica en el sur de Tenerife se lo permiten. Esta profesional está convencida de que Las Teresitas debería dedicarse más a fomentar la salud física y mental de los ciudadanos de todas las edades. "Todos necesitamos este tipo de espacios", indica. A su juicio, hay muchas personas de avanzada edad que, una vez que no pueden acudir a dicho lugar de ocio por sus propios medios, "ya nadie los trae y se nota la diferencia entre los mayores que vienen a caminar, a bañarse o simplemente a hablar y quienes no pueden hacerlo". Ángeles suele caminar entre cinco y siete kilómetros cada jornada. La noche de Fin de Año con su familia se prolongó hasta las dos de la madrugada. Pero eso no le impidió que decidera acudir a caminar, sobre todo cuando vio el tiempo soleado del primer día del año.

Daniel del Valle observa a algunos usuarios de la playa con sus prismáticos para comprobar que todo está en orden. Es socorrista de Cruz Roja. Aclara que, tanto el día 31 de diciembre como el 1 de enero, "la playa ha estado casi al cien por cien y se ve a más gente haciendo deporte". Explica que en los festivos se ve a más personas que realizan actividad física. Además, señala que la creación al final de la playa de una zona específica para la práctica de determinados deportes también ayuda a esa tendencia.

Carolina Pérez Sullivan se da una ducha con su traje de neopreno puesto. Tres veces por semana entrena natación en piscina y los domingos lo hace en aguas de Las Teresitas. "Me gusta empezar el año con un baño en el mar", comenta. Estima que cada jornada en la playa santacrucera puede nadar unos tres kilómetros, es decir, hasta el rompeolas y desde la zona del espigón al área de fondeo de los barcos. Ha inculcado el amor al deporte a sus hijos. La mayor practica natación sincronizada y el menor, baloncesto. Para poder realizar esta actividad física debe levantarse temprano y despertar a los menores, dejar a estos con algún familiar y, después, acudir a la playa. Pero su cara refleja que merece la pena ese esfuerzo de superación constante.

Juan se ha bajado un momento de su bicicleta. Afirma que hace deporte todos los domingos. Algunas veces llega pedaleando hasta Las Teresitas y otras, hasta la playa de Las Gaviotas. Suele recorrer entre 15 y 20 kilómetros cada vez. "Los días que llueve, también", matiza. El hecho de que en Fin de Año se acostara a las tres de la madrugada no fue obstáculo para que en la mañana del 1 de enero decidiera cumplir con su encuentro semanal con el deporte.

Dos hombres utilizan una de las canchas de tenis playa (beach tenis) habilitadas por el Ayuntamiento en las cercanías de la base de Cruz Roja Española. Esta modalidad deportiva, que empieza a desarrollarse en España y en Tenerife, cuenta con, al menos, más de un centenar de practicantes en la Isla. El tenis playa está bajo el paraguas de la Federación de Tenis y las canchas habilitadas en Las Teresitas por el consistorio son utilizadas varias veces a la semana por las citadas personas. Son ellas quienes llevan el material (la red, las raquetas y las pelotas).

En poco tiempo, la caseta de la empresa de servicios Anaga Experience recibe a cinco clientes (dos parejas españolas y una turista extranjera) que quieren practicar stand up paddle (remar de pie sobre una especie de tabla de surf). Aarón Barreto Martín es el responsable del recinto, de dar cursos y de recibir a los interesados en dicha actividad, en las travesías en kayak o, por ejemplo, en la práctica de yoga sobre el mar, gracias a una plataforma central en la que se coloca una monitora y a la que se acoplan hasta ocho tablas de otras tantas personas.

Barreto confirma que en las mañanas de Año Nuevo ya no se aprecia tantas personas de resaca y se ve a más ciudadanos disfrutando de la naturaleza y del ejercicio físico. Y señala que el 25 de diciembre y el 1 de enero aumenta de forma considerable el número de usuarios de sus servicios de ocio acuático. En dicha empresa, habilitada como escuela oficial de surf, se dan clases de stand up paddle, pero también se desarrollan campamentos y se ofrece deporte adaptado acuático. Para Barreto Martín, esta última vertiente (el deporte adaptado) para personas con discapacidad, que se empezó a desarrollar con el Cabildo de Tenerife, "es de lo más bonito" que ha experimentado en los últimos años en su actividad profesional.

A la playa también llegan, enfundados en sus trajes de neopreno, Mauricio Labrador y Sonia Barranco. Nadan y bucean. Pero, además, disfrutan de la fotografía submarina, con la que captan la riqueza natural que todavía existe bajo las aguas y que la inmensa mayoría de los usuarios de la playa desconoce.

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