Las langostas en Canarias: de plaga a anécdota

Canarias sigue sufriendo la llegada de estos insectos desde el continente africano, pero en mucha menor medida que antaño gracias a la fumigación en origen

Langosta fotografiada en La Gomera.

Langosta fotografiada en La Gomera. / E.D

Verónica Pavés

Verónica Pavés

La población canaria ha vuelto a ser testigo de la llegada de langostas a distintos puntos del Archipiélago. Han sido apenas unos cuantos de estos insectos los que han cruzado la barrera geográfica para llegar hasta Canarias, en esta ocasión, arrastrados por la intensa calima que ha azotado el Archipiélago en la última semana. Sin embargo, desde hace casi 20 años y pese a que los episodios de polvo en suspensión parecen ser cada vez más intensos, las plagas de langostas se han convertido en algo inusual en las Islas

El motivo de su progresiva desaparición está en las intensas campañas de fumigación que se realizan en la zona Oriental de África y el Valle del Nilo desde los años 60, auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en ingles). No es de extrañar pues las langostas, cuando actúan en compañía, suponen un peligro para los cultivos y, por tanto, para la seguridad alimentaria. La langosta es considerada como una de las plagas migratorias más destructivas, puede provocar la destrucción de entre el 80 y el 100% de los cultivos presentes en las zonas donde se presenta. Según los expertos, un enjambre de 1 kilómetro cuadrado (compuesto por entre 40 y 80 millones de langostas) puede consumir, de manera diaria, el equivalente de comida de 35.000 personas.

El último enjambre de langostas en Canarias se produjo en 2004 en Lanzarote

Gracias a eso en Canarias hoy la langosta es más "un insecto volador poco agradable" que un peligro para la economía. Sin embargo, antes de que la fumigación se volviera una práctica habitual, era común encontrar grandes grupos de estos insectos repoblando Canarias. Así lo atestiguó el sacerdote y biólogo José de Viera y Clavijo en diferentes ocasiones durante el siglo XIX. En 1772 en su obra Noticias de la Historia General de las islas de Canarias expresaba: “He dicho que lo menos malo que introducen los vientos Australes en las Canarias es el calor, porque también suelen acarrear la sequedad, el huracán y la langosta”. Mientras, en su Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, enumera algunas plagas ocurridas entre los siglos XVI y XVII, en concreto en los años 1588, 1608, 1615, 1645; 1659; 1680; 1759; 1778; y 1800.

Langosta avistada en Lanzarote en 2020.

Langosta avistada en Lanzarote. / El Día

En el siglo XX se produjeron dos plagas significativas espaciadas cuatro años, en 1954 y 1958, de las que existen testimonios audiovisuales gracias al NODO, así como escritos a través de la prensa, incluida la deportiva. Y ya en el siglo XXI, se conoce un caso puntual en el que un enjambre de langostas llegaron a las islas más orientales, especialmente a Lanzarote, entre los días 26 y 28 de noviembre 2004. Se estimó la presencia de dos millones de ejemplares. Su origen estuvo en las lluvias registradas en el Sahel durante el verano y principios del otoño de 2003 que permitieron el desarrollo de la vegetación, y que unido a las altas temperaturas favorecieron la reproducción. Los ejemplares, adultos inmaduros, llegaron exhaustos, además se realización fumigaciones controladas, por lo que no causaron grandes problemas. Posteriormente algunos ejemplares llegaron al suroeste de la península ibérica, notificándose en el Algarve portugués el 1 de diciembre.

Según la Asociación de Geógrafos Españoles el episodio de mayor importancia en el tejido productivo canario fue el que se dio en 1958, ya que tuvo efectos directos en el negocio de las exportaciones agrícolas y en el consumo local.  La misma fuente indica que por el Archipiélago han pasado unas 85 plagas desde el siglo XVI

Por el Archipiélago han pasado unas 85 plagas de langosta desde el siglo XVI

"El pesticida dicloro difenil tricloroetano (DFT) ha sido una herramienta fundamental, ya que su capacidad para matar tanto adultos como larvas y el carácter persistente en el medio prácticamente ha dado por acabadas las periódicas plagas de langostas no solo en Canaria sino también la península", explica el catedrático de Ecología de la Universidad de La Laguna (ULL), José Ramón Arévalo. El compuesto era tan eficaz que, en algunas zonas donde fue prohibido no solo volvieron las plagas sino que desató brotes de malaria con miles de muertos", como revela Arévalo. Al día de hoy el DDT se sigue utilizando en el continente africano, aunque se ha aprendido que el control ha de ser exhaustivo para evitar daños en fauna y humanos. Se suelen producir, no obstante, "explosiones de cría" de forma periódica en el Cuerno de África (la última ocurrió en 2020), que tienen que ver "con las condiciones meteorológicas". Su expansión depende, en este sentido, de los vientos y las lluvias intensas.

Las lluvias permiten que los insectos encuentren alimentos suficientes así como tierra húmeda donde depositar sus huevos. Y, precisamente, como entierran sus huevos en la arena del desierto, cuando soplan vientos favorables -normalmente de componente sur- tienen mayor capacidad de desplazarse. Por esta razón, suelen llegar al Archipiélago junto a los episodios de calima intensa. No obstante, como resalta Arévalo "con un conocimiento de las mismas se pueden prever y aplicar medidas preventivas".

Existen varias especies de langostas que han llegado a generar plagas en las Islas, aunque la que llega a Canarias más a menudo es la langosta berberisca (Dociostaurus maroccanus). "Estos insectos se caracterizan por su parecido con el saltamontes, aunque no para los entomólogos, y algunas de ellas tienen bastantes diferencias morfológicas dependiendo del periodo vital que se encuentren", recalca Arévalo. La vida de estos animales se divide en dos fases: la solitaria y la común. En esta última es cuando "desarrollan comportamientos habituales en animales que se convierten en plagas como movimientos coordinados y actividades similares todas a la vez como desplazamiento, alimentación y vuelos", remarca Arévalo.

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