Violencia sexual

"Abrías TikTok y no había nada más": niños y adolescentes, sin filtros, ante el vídeo sexual de Waka

Los chavales se informan, sin filtros ni contexto, en TikTok y Twitter

Los chavales se informan, sin filtros ni contexto, en TikTok y Twitter

Los chavales se informan, sin filtros ni contexto, en TikTok y Twitter / PABLO BLÁZQUEZ / SAVE THE CHILDREN

Elisenda Colell

"Es que a la gente se le 'pira' mucho". Así es como Ona, adolescente de 16 años, resume la polémica alrededor del vídeo sexual de dos adolescentes en la discoteca 'Waka' de Sabadell, caso que ya está siendo investigado por los Mossos d'Esquadra. La chica se refiere a que muchos chicos no pensaron en las consecuencias de viralizar ese contenido. Compartir estas imágenes es delito, pero parece que ni quienes grabaron, ni tampoco quienes difundieron se dieron por aludidos. Las imágenes se han propagado como la pólvora y llegaron a centenares de usuarios de esta red social: entre ellos niños y adolescentes que, acostumbrados a informarse por TikTok -sin las cautelas y contexto de los medios convencionales- las han visto sin ningún tipo de filtro.

La chica que aparece en el vídeo es menor de edad y ha denunciado que la felación no fue consentida. Una información que las publicaciones efímeras de TikTok no contaron, y que lleva a muchos adolescentes a emitir juicios de valor completamente desfasados. "La gente no piensa en que la puedan haber drogado o que se ha podido abusar de ella... dicen que es una guarra y él un campeón", cuenta Sara, de 16 años. Ella, junto con cuatro adolescentes de 16 y 17 años, explican a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, que vieron las imágenes hace ya cuatro días, antes de que llegaran a los medios convencionales. "Abrías TikTok y no se hablaba de otra cosa", cuenta Paula, de 17 años.

"Tienes que saber que te grabarán"

"Lo primero que vi fue una chica que decía, 'después del vídeo de Waka me planteo muchas cosas'", sigue Paula. También Xavi, de 16 años, se enteró del tema porque la red estaba llena de 'influencers' hablando de ello. Xavi no quiso saber nada más. Paula sí. En cuestión de segundos, llegó a las imágenes y después lo vio entero en Twitter. "Quería saber de qué estaban hablando, pero luego no lo compartí, claro", añade. Su opinión sobre todo el incidente es sorprendente y denota también cómo urge impartir educación afectiva y sexual para no acabar revictimizando a la víctima. "Hoy día tienes que saber que te grabarán si haces eso", afirma la chica.

A Ona le sucedió algo parecido. "Mis amigas lo hablaban por el whatsapp.. ¿habéis visto el vídeo?", explica. Una de ellas, también alumna de 4º de la ESO, tenía la grabación guardada en su móvil y lo difundió a sus amigas. "Es una cosa íntima, no es plan hacerlo delante de todo el mundo... pero la culpa es de quien lo grabó", opina Ona. Una perspectiva muy similar a la de Xavi: "No está bien lo que hicieron los protagonistas del vídeo, pero aún es peor que les graben y se haga público", añade.

Sara se enteró porque "nadie hablaba de otra cosa". El vídeo no lo había visto hasta que se lo enseñó su prima, Aina, de la misma edad. "Mi hermana pequeña, de 15 años, me lo pasó por 'whatsapp'", dice Aina. Y ella, a su vez, lo ha mandado a otras personas. "No sabía que eso es delito... es tan fuerte todo que quieres verlo porque no te lo crees", explica Aina. ¿Os sentís culpables de haberlo visto? "No. Me da pena la chica", dice Sara. "Yo al menos pienso en ella. Me reconforta saber que he visto el vídeo y la apoyo, que sepa que no todos los que lo hemos visto estamos en su contra", responde Aina.

La chica, culpable y humillada

En general, asumen las dos primas, los adolescentes culpan de todo a la chica. "Es que no la ven como una víctima. No saben que eso no fue consentido, que quizá la han drogado... no saben nada. Y si lo saben les da igual", cuenta Sara. Ella trata de defenderla en las conversaciones con sus amigos. Aunque, asume, de forma inútil.

Este debate ha estallado a la esfera digital desde el primer minuto. Mar, de 16 años, aún sigue enfadada por los comentarios que ha ido leyendo. La chica abrió TikTok el 24 de diciembre. "Solo había gente hablando del vídeo de Waka, pero no hice caso", cuenta. Luego, en Twitter, se dio cuenta de que el tema ya era tendencia, y allí sí lo vio. "En los comentarios, mucha gente felicitaba al chico que aparece en el vídeo, y dicen que sus amigos incluso le aplaudieron cuando pasó todo. Que la 'guarra' es ella...", lamenta. Pero también explica que algunas cuentas han insistido en la necesidad de empatizar con la chica. "Esto tiene secuelas, ella no tiene la culpa", opina Mar.

Reclamo para tener seguidores

Una de los aspectos más espantosos de este episodio es que en TikTok algunos usuarios han compartido partes de las imágenes como reclamo para tener más seguidores en las redes sociales. "Si me sigues, te paso el vídeo entero", cuentan las adolescentes que se hacía en la red. "Había publicaciones que habían sido denunciadas y que les habían obligado a retirar el vídeo, pero la gente lo seguía compartiendo diciendo: 'Si me sigues, te lo puedo conseguir'", sigue Mar. "La gente preguntaba cómo conseguir el vídeo".

El caso llegó a los medios de comunicación tres días después de que los adolescentes lo vieran, lo compartieran y emitieran juicios de valor. Mar llegó el martes a la noticia de un diario que hablaba del tema. "Me he leído el artículo y es todo espantoso", explica.

El historial de la discoteca

A pesar del vídeo, todos los adolescentes coinciden en una cosa: esa discoteca no es un buen lugar. Esta es la enésima polémica que rodea el local, escenario de apuñalamientos y violaciones. "Waka es una mierda", resume Paula. "No hay seguratas ni en el lavabo", se queja. Ona estuvo allí la semana pasada. "A mí los seguratas no me dan sensación de seguridad: al revés, me dan miedo", dice. Y tanto Mar como Xavi no quieren ni pisar el local. "Tiene muy mala fama", dice él. "Me da miedo", dice ella. Sara añade otro argumento de peso: "Mis padres no me dejan ir".

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