Enrique Jiménez, director general de Philip Morris en España y Portugal.

“La innovación juega un papel fundamental en la transformación no solo de nuestra compañía, sino también de toda la industria del tabaco”.

Jiménez

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Dejar de vender cigarrillos es un reto complicado y más si ese reto viene de una compañía tabaquera. Uno de los encargados de llevar a cabo con éxito este desafío es Enrique Jiménez, director general de Philip Morris en España y Portugal.

Aunque parezca un objetivo insólito, desde la compañía están convencidos de que se puede alcanzar gracias al profundo proceso de transformación tecnológica en el que lleva inmerso Philip Morris desde hace más de una década, y en el que lleva invertidos ya más de 9.000 millones de dólares. En ese momento, no solo comenzó un proceso de cambio y de innovación basada en ciencia, también ha promovido y liderado una transformación sin precedentes dentro de la industria del tabaco.

En palabras de Enrique Jiménez, este proceso lo están viviendo “con enorme humildad porque hay muchas cosas nuevas que aprender y otras que desaprender, y al mismo tiempo con flexibilidad para adaptarnos a los cambios y para comunicar en todo momento a la sociedad qué es lo que estamos intentando conseguir”, señala el responsable de la empresa en España y Portugal.

La innovación es clave para seguir mejorando

La innovación juega un papel fundamental en la transformación no solo de la compañía, también del sector del tabaco. “Me atrevería decir que la innovación juega un papel fundamental en la transformación de todos sectores, porque de hecho no hay ningún sector de actividad que no esté involucrado hoy en día en algún tipo de proceso de transformación”, concluye Jiménez.  En el caso de Philip Morris este cambio de paradigma va totalmente unido a la ciencia, lo que les ha permitido constatar mediante toda su investigación que eliminar la combustión y el humo supone una alternativa potencialmente menos dañina, para todos aquellos adultos que de otra manera seguirían fumando cigarrillos.

La empresa ha apostado tanto por la a innovación que, desde sus dos centros de investigación en Suiza y Singapur, cuentan ya en la actualidad con 4.600 patentes registradas, lo que les sitúa en la posición 45 en el ranking de innovación en Europa, siendo la única compañía tabaquera presente en el Top 50 de este ranking, y con 6.300 patentes pendientes de registro.

Por el contrario, el mayor reto al que se enfrentan es la confusión que existe alrededor de los dispositivos sin humo. La realidad es que hoy en día “en España hay 9 millones de fumadores y nos encontramos con la dificultad para hacerles llegar información rigurosa sobre la oportunidad que suponen estos productos, ya que existe una enorme desinformación y confusión alrededor de lo que son y las diferencias que aportan respecto al cigarrillo”.

En este sentido, la empresa de investigación independiente Povaddo, por encargo de Philip Morris International, realizó el año pasado una encuesta que reveló que 8 de cada 10 fumadores adultos considerarían cambiarse a alternativas sin combustión si supiesen la ciencia que hay detrás. Resulta clave, por tanto, que los fumadores adultos tengan acceso a información veraz y rigurosa en base a la ciencia para que puedan tomar decisiones informadas.

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La innovación es clave para seguir mejorando / Thomas Jantscher

¿Es posible que algún día digamos adiós a los cigarrillos?

Según Enrique Jiménez, no tiene sentido continuar quemando el tabaco en el siglo XXI. Lo que tiene sentido es dejar completamente el consumo de tabaco o nicotina en cualquiera de sus formas o, en su defecto, pasarse a las alternativas libres de humo. “Nosotros pensamos que es totalmente posible que, en un plazo de tiempo relativamente corto, en algunos países en 10 o 15 años, se podría hablar de dejar de vender cigarrillos”, añade.

Sin embargo, para alcanzar este objetivo lo antes posible es necesario que los fumadores adultos tengan acceso a información veraz y clara en sus manos sobre la ventaja que suponen las alternativas sin humo. Además, se necesitará contar con la colaboración de administraciones, sociedades médicas y demás competidores del sector que inviertan en innovación para acelerar un cambio que como dice el responsable, “es totalmente factible”.

Para Jiménez es normal que haya voces que vean con escepticismo el proceso de transformación tan profundo y tan llamativo como el que está encabezando Philip Morris en su sector. Pero a día de hoy, cuenta el director general, “contamos con suficiente evidencia científica como para demostrar que nuestros productos son una mejor opción que seguir fumando cigarrillos. Además de nuestros estudios, hay 10 organismos regulatorios y más de 50 estudios independientes que avalan que nuestros dispositivos de calentamiento de tabaco reducen significativamente la exposición a sustancias dañinas y potencialmente dañinas. Estamos ante una oportunidad que debemos explorar si queremos reducir el daño en materia de tabaco, el escepticismo lo único que hace es frenar el progreso hacia un futuro libre de humo”. En este sentido, todos los resultados de la compañía se encuentran publicados en la web de pmiscience.com

Para el responsable, lo importante es tener un debate basado en ciencia, donde la ciencia esté en el centro, fuera de posiciones dogmáticas.

Un proceso de cambio satisfactorio hacia alternativas sin humo

La valoración de la tabaquera es satisfactoria porque “a lo largo de estos últimos ocho años, desde que el producto se empezó a comercializar en Japón y en Italia, hemos ido desarrollando una gama que sigue viva, porque vamos llevando a cabo nuevos lanzamientos”. Y es que los dispositivos de calentamiento de tabaco de Philip Morris cuentan a día de hoy con más de 20 millones usuarios a lo largo del mundo y constituyen ya un 30 % de sus ingresos globales.

“Al mismo tiempo que satisfactoria es excitante, pero es un proceso que sigue vivo. Nosotros confiamos en que en el año 2025 estos productos constituyan ya el 50% de nuestros ingresos a nivel mundial. Estamos hablando de productos que hace una década no existían, con lo cual sería un salto enorme”.

Según Jiménez alcanzar ese futuro sin el humo de los cigarrillos es factible, y es una misión que no tiene marcha atrás,

¿Cómo será el futuro de la compañía?

“Apasionante y difícil, pero para el que estamos profundamente comprometidos” subraya el director general. El proyecto de futuro de la compañía va a requerir de tenacidad, porque no necesariamente va a ser fácil, pero por otra parte abre las puertas a nuevas áreas como por ejemplo la de bienestar, en la que la compañía espera tener ingresos más de 1.000 millones de dólares en apenas dos años.

El objetivo es muy claro “queremos un mundo libre del humo de los cigarrillos y para ello es fundamental que los que no fuman no empiecen, que los que fuman lo dejen, pero si no lo van a dejar, que pasen a unos nuevos productos que, evitando la combustión, suponen una mejor alternativa en comparación con los cigarrillos, en base a lo que nos dice la ciencia”, comenta Jiménez.