eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Javier Segura, microbiólogo: "Infecciones que ahora son curables dejarán de serlo por el mal uso de los antibióticos"

"Las bacterias multirresistentes son una pandemia silenciosa, un problema global que va a más", dice el doctor del hospital de Ibiza

Javier Segura, en el laboratorio de Microbiología de Can Misses. Toni Escobar

Dejar de tomarse el antibiótico antes de los días pautados por el médico porque nos encontramos mejor. Tomárnoslos sin prescripción médica. Olvidarnos de una toma y pensar que no pasa nada. Comportamientos habituales con unas consecuencias de terrorífica distopía. Todos esos comportamientos son como llevar a las bacterias que causan infecciones al gimnasio. Se hacen más fuertes, inmunes a los antibióticos, de manera que infecciones ahora curables con unos días de medicación dejarán de serlo en unos años. Es decir, serán letales. Así lo asegura Javier Segura, microbiólogo del Hospital Can Misses, con motivo del 18 de noviembre, en el que se conmemora el Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos (también el Día Internacional del Arte Islámico). Evitar que en 2050 la principal causa de muerte en el mundo sean las infecciones por superbacterias tiene tres patas: prescripción racional de los antibióticos por parte de los sanitarios, desarrollo de nuevas generaciones de estos fármacos por parte de las farmacéuticas y, sobre todo, un buen uso por parte de la población.

¿Qué es un uso prudente de los antibióticos?

Pues usarlos cuando toca y no emplearlos cuando no toca. No usarlos cuando hay una infección viral o no existe una sospecha alta de una infección bacteriana.

Cuesta que la gente lo entienda.

Sí, es muy complicado porque los antibióticos son de los pocos medicamentos que curan enfermedades. Los fármacos de la diabetes o de la hipertensión, por ejemplo, lo que hacen es mantener a raya esas dolencias, pero no curan. Los antibióticos sí. Son tan buenos que los hemos convertido en algo que vale para todo y eso nos ha llevado a otros problemas graves.

Antes marcaba una diferencia entre infección viral y bacteriana.

A ver, eso se tiene que valorar clínicamente. Lo importante es que nadie tome la iniciativa de consumir ningún medicamento, y los antibióticos menos aún, sin una valoración médica, sin unas pruebas. Las personas de la calle no podemos, sin formación, decidir tomarnos antibióticos porque no podemos distinguir una infección viral de bacteriana. Eso nos conduce a las resistencias antibióticas y a que gestionar las infecciones sea, a nivel global, más complicado.

¿Por qué un antibiótico no sirve para un virus?

Los antibióticos son moléculas específicamente pensadas para matar bacterias. A los virus no les hacen nada. Hay otros fármacos, los antivirales, que son para los virus. De la misma manera que para los hongos están los antifúngicos. Hay que prescribir el fármaco adecuado en función de lo que se sospecha que tiene el paciente.

¿Cuál es la consecuencia de tomar los antibióticos a nuestro aire?

Pues todo este mal uso de antibióticos que llevamos años haciendo y el que podamos estar haciendo en la actualidad supone que tengamos un panorama catastrofista: los estudios más sólidos dicen que en 2050 la principal causa de mortalidad en el mundo van a ser las infecciones por bacterias multirresistentes, lo que conocemos como superbacterias. Al tomar antibióticos de forma innecesaria o tomándolos mal fomentamos que predominen estas superbacterias. Ese futuro tan catastrofista se puede revertir con un buen uso de los antibióticos, por eso es tan y tan importante concienciarse. Está en nuestra mano evitar que en 2050 la mayor causa de mortalidad sean esas infecciones por superbacterias.

Ya hay países con serios problemas a este respecto.

Sí, pero no es un problema sólo de algunos países, todos lo tenemos, es algo global, lo que llamamos una pandemia silenciosa porque es algo que la gente de la calle no ve. Es un problema que va a más. En el hospital tenemos un paquete de medidas, entre ellas el grupo PROA (Programa de Optimización del uso de Antimicrobianos), formado por equipos multidisciplinares: Farmacia, Medicina Interna, UCI, Microbiología y enfermería de control de infecciones. Ahora también se están formando equipos para fomentar ese buen uso también en Atención Primaria. En el hospital, cuando hay infecciones muy complicadas, como una sepsis, o causadas por superbacterias, adecuamos el antibiótico. En Primaria también se hacen. Eso es lo que podemos hacer desde aquí, pero luego cada persona en su casa, de forma individual, debe aplicar sus propias medidas. Tomándose los antibióticos sólo con una indicación clara por parte de un médico se evita que lleguemos a esa situación desastrosa de 2050. Más que un mensaje catastrofista es un mensaje de que haciendo bien las cosas, concienciándonos, podemos evitar esta pandemia de bacterias multirresistentes.

Alguien puede tener una de esas bacterias y no saberlo hasta que tiene que ingresar en el hospital, ¿no?

Sí. Las bacterias viven con nosotros, son parte nuestra, en la piel y en nuestro interior, y en muchos casos nos hacen bien, nos ayudan a protegernos de infecciones. Si tomamos antibióticos sin necesidad matamos a todas esas bacterias buenas, mientras las malas, que son resistentes prevalecen. Y cuando tengamos una infección será por estas superbacterias, que no responderán bien al antibiótico. Éste no las matará. Hay otros flancos, pero lo más importante que puede hacer una persona es tomar conciencia de que los antibióticos son un bien preciado, un privilegio, y de que si no los usamos como toca podemos dejar de tenerlos. Las bacterias son resistentes y no tenemos alternativas. Una infección que ahora es curable puede dejar de serlo.

Alguien leerá esto y pensará que la solución es que las farmacéuticas saquen nuevas generaciones de antibióticos.

Y pensará bien. Porque ésa es otra de las medidas que los gobiernos deben emprender. Los antibióticos tienen que ser rentables para las farmacéuticas. Si no lo son no los desarrollarán porque lo que quieren a ganar dinero. Eso hay que hacerlo. Como personas individuales ahí no podemos intervenir, pero a nivel global el desarrollo de nuevos medicamentos y antibióticos es una estrategia necesaria para evitar que las infecciones por superbacterias se conviertan en la primera causa de mortalidad en treinta años.

Usar bien un antibiótico no es sólo no tomárselo cuando no toca sino también seguir la pauta del médico. No dejarlo días antes de acabar porque te sientes mejor, vaya.

Totalmente. Hay que tomárselos cuando toca y con las pautas que están pensadas para que hagan efecto. Son fármacos que van muy ligados a su consumo en unos tiempos concretos. Lo que pasa es que son tan buenos que rápidamente disminuyen esa carga de bacterias que han causado la infección y nos encontramos mejor. Pero eso no significa que no siga habiendo bacterias ahí y, como dejemos de tomárnoslo antes del tiempo pautado o no lo tomemos en los intervalos que toca, dejando al cuerpo descubierto de antibiótico unas horas, puede volver a aflorar la infección. Y con más fuerza. Por eso es importante tomarlo los días y en los intervalos pautados por el médico, que es el que sabe.

Tirando de refranero: lo que no mata a las bacterias las hace más fuertes.

Así es. Debemos pensar que luchamos contra otro ser vivo cuyo objetivo es invadirnos y sobrevivir y hay que planear y desarrollar correctamente la batalla o la perderemos. Y en lo que a la población respecta estamos perdiéndola. Sólo siendo inteligentes y tomando estos fármacos cuando y como toca ganaremos.

Hay gente que no sale convencida de la consulta si no le prescriben antibiótico.

Cierto. Esto limita mucho a los compañeros de Atención Primaria, que se pueden ver forzados a dar un antibiótico. Debemos entender que son profesionales formados, con muchos años de estudios y si no te prescriben un antibiótico es porque no lo necesitas. Hay que dejar trabajar al profesional, que vela por tu interés y el de la sociedad.

¿Qué tal unas cajas de antibióticos que sean placebo?

[Ríe] Hombre, desde el punto de vista legal y ético no lo veo. Lo que tenemos que hacer es, poquito a poquito, con concienciación, cambiar el chip. Los antibióticos son algo prácticamente mágico, de estar fatal pasas a estar muy bien y eso hace que la gente siempre quiera que se los receten. Si hacemos las cosas bien, los tendremos siempre, pero si no los tomamos bien nos vamos a quedar sin ellos, dejarán de funcionar e infecciones que ahora son curables el día de mañana no lo serán.

Compartir el artículo

stats