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Diana Delgado Terapeuta ocupacional

«Aportamos muchos beneficios a la población con diversidad funcional»

«Nuestro trabajo va más allá y también ayudamos a las familias a gestionar las dificultades», asegura la terapeuta ocupacional

Diana Delgado, en la Universidad Fernando Pessoa Canarias. José Carlos Guerra

Diana Delgado, terapeuta ocupacional en la unidad de Atención Temprana del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, acaba de participar en las II Jornadas Autonómicas de Terapia Ocupacional celebradas en la Universidad Fernando Pessoa Canarias. Durante su intervención, quiso reivindicar una mayor visibilidad para el colectivo y poner de relieve la importancia de sus labores.

¿Cuál es el papel del terapeuta ocupacional en las unidades de Atención Temprana?

Nuestra labor se centra en esforzarnos para que los niños con diversidad funcional puedan potenciar sus áreas de desarrollo: la cognitiva, la motora, la física y la sensorial. Pero nuestro trabajo va más allá y también ayudamos a las familias a gestionar las dificultades y los problemas que pueden surgir. En realidad, queremos que manejen la información necesaria para que sean capaces de tomar decisiones a la hora de realizar la intervención. En definitiva, en las unidades de Atención Temprana nuestro equipo, gracias al apoyo de otros profesionales, abarca todas las áreas de desarrollo de los niños, así como todas las necesidades de su sistema familiar, educativo y social.

¿Cuál es el perfil de los pacientes que son atendidos en estas áreas?

La atención temprana está destinada a los menores de entre 0 y 6 años. Nuestros pacientes son principalmente niños afectados por el trastorno del espectro autista, con síndromes que afectan a las áreas del desarrollo o con dificultades en determinadas áreas sin especificar.

¿Cómo es el proceso de valoración?

Cuando llega una interconsulta por parte de un especialista, lo habitual es que una psicóloga clínica realice una entrevista personal y una revisión de los informes. Posteriormente, se evalúa al niño para determinar si va a necesitar la intervención de la unidad de Atención Temprana. Si no existe un deterioro que implique la necesidad de recibir esta atención, es posible llevar a cabo un seguimiento, o bien, derivar al paciente a otro servicio. En el caso de que viva lejos y precise nuestra asistencia, también se le facilitan otros recursos para acercarlo a su domicilio. Cuando los pacientes requieren intervención empezamos a evaluarlos utilizando un modelo de atención centrado en la familia y basado en rutinas. Particularmente, creo que es de gran utilidad, ya que nos ayuda a analizar cada caso sin focalizar las debilidades, las dificultades y los déficits. Después, establecemos unos objetivos con los familiares, pero deben ser ellos los que prioricen y los que los definan con nuestro asesoramiento.

¿Qué beneficios aportan los tratamientos que ofrecen?

Normalmente, los beneficios siempre van de la mano de la capacitación de la familia para que sepa gestionar las dificultades que puedan surgir con un niño con diversidad funcional. A veces no se perciben mejoras, por lo que hay que saber abordar la situación para poder ofrecer a los menores la mejor calidad de vida posible. Por suerte, la atención temprana es un período ventana para el aprendizaje, por lo que es frecuente observar una evolución positiva cuando realizamos intervenciones precoces. No obstante, para eso es fundamental contar con el apoyo de los familiares y trabajar codo a codo con ellos.

¿Cuántas unidades de Atención Temprana hay en las Islas?

La previsión es que haya 11 en toda Canarias. Actualmente, todas están en funcionamiento a excepción de la de Lanzarote, que está en proyecto, y las que serán las terceras unidades de las dos islas capitalinas. Esto está descrito en el Plan Integral de Atención Temprana 2019-2023.

¿Considera que la labor que desempeña el colectivo al que pertenece es lo suficientemente visible?

No. Sin duda, necesitamos que nuestra profesión sea mucho más visible, pues somos conscientes de que aportamos muchos beneficios a la población con diversidad funcional. Y es que la ocupación con sentido y con significado genera competencias y habilidades para el desarrollo de las actividades propias de la vida diaria, lo que se traduce en una mejora del bienestar. Por eso, es importante que la sociedad nos conozca. De ahí, la necesidad de celebrar jornadas como la que ha acogido la Universidad Fernando Pessoa Canarias.

¿Cuál cree que es el desafío principal al que se enfrenta la profesión?

Precisamente, el hecho de darnos a conocer. Todavía somos muy pocos y nos está costando llegar a la meta. En otros países como Estados Unidos, Canadá o Suecia, por ejemplo, la terapia ocupacional está muy desarrollada y tienen proyectos muy potentes que llegan a colectivos que los necesitan.

¿Qué otros aspectos destacaría de la intervención que ha protagonizado en esta jornada?

Me gustaría destacar la importancia de la transdisciplinariedad, porque creo que es el mejor modelo de trabajo para llegar a todas las áreas del desarrollo de una forma especializada. Hay que tener en cuenta que el objetivo es que los niños y niñas se desarrollen lo máximo posible en su entorno y en su comunidad.

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