La organización ultracatólica Hazte Oír ha vuelto a poner en circulación en Madrid el autobús en el que muestra su negacionismo hacia las personas transgénero y transexuales, aquellas que no se identifican con el sexo o género en función de los genitales con los que nacieron y que ha decidido realizar cambios en sus genitales (transexual) o no necesariamente (transgénero). Bajo el título 'Les niñes no existen' y 'Las mujeres no tienen pene', el bus recorrerá las calles de la capital pidiendo firmas para paralizar la ley trans en el Congreso de los Diputados, que ofrecerá nuevos derechos a un colectivo vapuleado, entre ellos, la autodeterminación de género. La norma genera fuertes conflictos en la sociedad, incluido uno de los dos partidos del Gobierno, el PSOE. Un amplio sector del feminismo asegura que la ley -nacida en el seno del Ministerio de Igualdad, capitaneado por Irene Montero (Unidas Podemos)- implica un borrado de las mujeres. 

Hazte Oír asegura que el Ejecutivo de coalición “deja desprotegidos principalmente a los niños y a las mujeres frente a graves abusos como son la mutilación de sus genitales, la hormonación y la esterilización”. Según la organización, la ley permitirá que los menores podrán exigir que se les apliquen "cirugías irreversibles que afectan a sus genitales de por vida”.

Las redes sociales, de hecho, están llenas de comentarios críticos sobre cómo la 'ley trans' va a promover que los adolescentes se atiborren de hormonas y acudan a cirugías para cambiar de sexo, sin que los padres o los médicos puedan frenar este nuevo "contagio social". Sin embargo, la norma no aborda los tratamientos hormonales o quirúrgicos para las personas trans. Tan solo elimina el requisito de dos años de hormonación y la necesidad de contar con un aval médico para poder cambiar administrativamente el sexo y nombre en el DNI. Habrá que ver cómo queda ese punto en la tramitación parlamentaria. De hecho, este lunes el PSOE presentará sus enmiendas. El viernes, los socialistas anunciaron que barajan modificar la autodeterminación del género en menores de 16 años y que sopesan ampliar la exigencia de autorización judicial para el cambio del sexo en el Registro Civil de los menores de 12 a 15 años, cuando en el proyecto de ley este requisito se exigía sólo para los de 12 y 13 años.