Por fin, hay fumata blanca. El claretiano Fernando Prado Ayuso será finalmente el nuevo obispo de Donostia. El anuncio de su nombramiento se espera que ocurra este lunes a través del boletín del Vaticano. Prado será presentado a mediodía de hoy en el Seminario de Donostia a los arciprestes, donde leerá su carta de saludo a la diócesis.

Prado, nacido en Bilbao, de 53 años y licenciado en Periodismo por la UPV/EHU, ha estado en las quinielas para sustituir a José Ignacio Munilla, que hace casi un año anunció que dejaba la sede episcopal guipuzcoana. Entre los nombres que han circulado, también estaba Mikel Garciandia, que este medio anunció hace unos días que era el elegido, pero no ha sido así y será Prado el designado para el cargo que desde marzo ocupa en funciones en calidad de administrador apostólico Francisco Pérez.

Prado, licenciado en Teología por la Universidad de Salamanca, nació en Bilbao, es euskaldun y está muy ligado a Donostia, donde fue nombrado sacerdote hace más de dos décadas. Pasó dos años en la parroquia de Mariaren Bihotza (2000-2002), en el barrio donostiarra de Gros, estuvo muy vinculado con la pastoral juvenil. Actualmente era el director de la editorial Publicaciones Claretianas.

En un escrito dirigido a la diócesis y fechado a día de hoy, Prado explica que el pasado 17 de octubre, el Nuncio vaticano le comunicó la decisión del Papa Francisco de nombrarle obispo de su “querida diócesis de San Sebastián”. Prado, que dice sentirse “muy limitado y pequeño” ante esta responsabilidad, confía en la “ayuda y colaboración comprometida” de la diócesis para afrontar este reto.

“El Señor ha querido que vuelva al amor primero, al lugar donde comencé mi ministerio como joven misionero claretiano. Eso sí, ahora desde una nueva clave misionera, como pastor diocesano”, señala el nuevo obispo, que reconoce que la Iglesia vive tiempos “llenos de exigentes desafíos y de no pocas dificultades”.

Insiste el que la Iglesia guipuzcoana debe continuar su camino siguiendo la “brújula” del Concilio Vaticano II: “Iniciaré pronto mi ministerio engarzado en una rica tradición en una Iglesia viva que busca responder hoy a los desafíos de la misión”. El nuevo obispo ha nombrado a sus predecesores en el cargo y ha recordado “el largo y fecundo ministerio” de José María Setién, la “cordial cercanía y la sabiduría creyente” de Juan Mari Uriarte y la “elocuencia” de José Ignacio Munilla.

El nombramiento de Prado ha caído como un jarro de agua fría entre el sector más conservador y munillista de la diócesis donostiarra, que confiaba en que el nuevo prelado siguiera la senda iniciada por el actual obispo de Orihuela-Alicante. Prado, sin embargo, tiene un perfil mucho más progresista que no gusta al sector más tradicional.