La denuncia de un padre canario. Dani cuenta la historia de su hijo ha pasado por momentos muy críticos en los que casi pierde la vida y denuncia que esto viene originado por unos vertidos en una playa de el Cabezo El Médano, en Tenerife. "Ese día le enseñé a coger olas", narra el progenitor. Una experiencia inolvidable para el padre, si no llega a ser por "el estado del mar, que olía a mierda, básicamente”, continúa.
Ese día el pequeño Daniel tragó mucha agua y a consecuencia de ello pilló una bacteria de origen "desconocido", que le produjo una Anemia Hemolítica Autoinmune, según relata el padre del niño que ahora tiene 6 años pero en ese momento tenía tres años. El pasado 4 de febrero de 2020, tuvo que ingresar en el Hospital de La Candelaria.
Acabó con tan bajos niveles de hemoglobina en su cuerpo que por un motivo u otro, no se sabe por que exactamente, se lo produce un trombo que acaba en el cerebro produciéndole un ictus de amplio tamaño, tan amplio, que se le tuvo que practicar una craneotomía descompresiva, donde quitaron casi mitad del hueso del cráneo de su cabecita", narra el padre.
Craneotomía y otras operaciones
El progenitor agradece al personal sanitario por salvar a su hijo y cataloga a la intervención médica como un milagro clínico "que un niño de 3 años y medio, pudiera sobrevivir una operación de estas dimensiones, pero lo hizo, nuestro león luchador, nuestro héroe", agrega.
Tras pasar por esta dura operación Dani hijo estuvo 103 días ingresado en el hospital con muchas otras operaciones, "dónde velamos por su vida en 5 ocasiones, con final feliz, donde tuvimos que ponerle fin a su historia en otro país", añade el padre.
Debido a esta historia en la que casi pierda la vida su hijo, Daniel -@ranger_tfs- usa las redes sociales para denunciar y concienciar sobre los vertidos en las aguas canarias ya que "las aguas contaminadas, no solo producen malestar, diarrea, hepatitis, reacciones alérgicas... En una de cada 1.000 personas, como fue el caso de mi hijo, la cosa se complica y puede ir mas allá de un simple ingreso en el hospital".
Síndrome urémico hemolítico
El síndrome urémico hemolítico (SUH) es una afección grave que puede producirse cuando los pequeños vasos sanguíneos de los riñones se dañan e inflaman. Este daño puede provocar la formación de coágulos en los vasos sanguíneos. Los coágulos obstruyen el sistema de filtración de los riñones y provocan insuficiencia renal, lo que puede ser mortal, según cuentan fuentes médicas.
Cualquier persona puede padecerlo, pero es más común en los niños pequeños. En la mayoría de los casos, es consecuencia de una infección por ciertas cepas de la bacteria Escherichia coli (E. coli). El primer síntoma es una diarrea que dura varios días y que a menudo es sanguinolenta.
El síndrome urémico hemolítico también puede ser causado por otras infecciones, ciertos medicamentos o condiciones, como el embarazo, el cáncer o una enfermedad autoinmunitaria.
Todas las formas de síndrome urémico hemolítico, sin importar la causa, dañan los vasos sanguíneos. Este daño hace que los glóbulos rojos se descompongan provocando una anemia, se formen coágulos de sangre en los vasos sanguíneos y se dañen los riñones.
Según fuentes médicas, los signos y síntomas de estos cambios incluyen los siguientes: coloración pálida, incluida la pérdida del color rosado en las mejillas y dentro de los párpados inferiores; fatiga extrema; dificultad para respirar tendencia a la formación de moretones o moretones inexplicables; sangrado inusual, como sangrado por la nariz y la boca; disminución de la micción; sangre en la orina; hinchazón (edema) de las piernas, los pies o los tobillos, y con menos frecuencia en la cara, las manos, los pies o el cuerpo entero; confusión, convulsiones o accidente cerebrovascular o presión arterial alta.
