Tres de cada cuatro mujeres que padecen problemas de salud mental han sufrido violencia de género, un dato "sangrante" que demuestra la inacción social y que denota una falta "brutal" de perspectiva de género en la salud mental, ha afirmado este jueves la especialista Pilar Álamo.

La crítica a esta situación la ha expuesto ante la comisión de Sanidad del Parlamento de Canarias Pilar Álamo, que es la coordinadora del Programa de igualdad de Salud Mental de la Asociación Tinerfeña en Lucha por la Salud Mental (Atelsam), aprobado en 2020 y que sigue siendo el único de Canarias en este ámbito.

Pilar Álamo ha denunciado la invisibilidad que afecta a la calidad de vida de las mujeres por cuanto el género "es un determinante fundamental en nuestra salud mental" y ha subrayado que no sólo es importante tener "unas gafas violeta", sino que éstas "estén graduadas".

Sufrir una patología de salud mental supone un mayor riesgo de ser víctimas de violencia pero, ha añadido Álamo, a las mujeres se las cuestiona, no se las escucha, se invalida su testimonio y se las culpa de la situación, lo que se suma a la estigmatización por sus problemas mentales.

Más del 54 por ciento de las personas que acuden a las unidades de salud mental de Canarias son mujeres pero, sin embargo, luego son hombres la mayoría de los derivados a servicios como los centros ocupacionales, porque familias y profesionales no ven "problemático" que las mujeres se queden en casa.

Como ejemplo de la continuidad de los estereotipos Pilar Álamo ha detallado que la mayor parte de usuarios de centros ocupacionales de costura son mujeres, y hay "cero" féminas en los de mantenimiento de edificios y diseño gráfico.

Psicofármacos para las mujeres

Otros datos apuntan a que las mujeres reciben dos veces más una prescripción de psicofármacos y que el 70 por ciento de las que tienen problemas de salud mental carecen de empleo lo que implica, ha proseguido la especialista, que "en el vagón de cola siempre están sentadas las mujeres".

Los datos son "abrumadores", ha continuado, pues si una mujer padece una afección mental se multiplica entre dos y cuatro veces el riesgo de sufrir violencia por parte de la pareja, el 40% ha sufrido violencia sexual y de ellas, un 26% la ha padecido en la infancia.

Ello revela "nuestra inacción, que fallamos como sociedad y que hay una ceguera social que es otra forma de violencia hacia ellas", pues se "naturaliza, justifica y perpetúa" esa violencia con lo cual costará aún más erradicarla.

A juicio de Pilar Álamo muchas mujeres en esta situación no sólo sufren la violencia de sus parejas sino la de los profesionales de referencia y las instituciones que las desprotegen al invisibilizarlas.

Lo normal es que en una unidad de salud mental no se les pregunte si han sido víctimas de violencia de género y aunque lo hagan no hay herramientas como profesionales porque no hay formación con perspectiva de género en la salud mental y al revés, en las entidades que trabajan por la igualdad no se aborda el aspecto mental, ha proseguido Álamo.

Por ello el programa que coordina desde Atelsam se encarga de formar a los profesionales para detectar estas situaciones y poder prevenirlas, así como coordinar los recursos en este ámbito.

En este programa se atiende a 28 mujeres y se han efectuado casi 300 intervenciones psicológicas, ha continuado la coordinadora, para precisar que esta es una realidad "que veo a diario y veo la inacción que hay al respecto, y veo cómo el diagnóstico en salud mental bloquea la atención" a las usuarias en el campo de la violencia de género.