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Informe universitario

El auge de la salud mental dispara la demanda para estudiar Psicología

Es la segunda titulación más requerida en las universidades públicas catalanas, por detrás de Administración y Dirección de Empresas

Estudiantes de psicología de la UB acceden a la facultad en el Campus Mundet. Jordi Cotrina

Tras años de tabús, la salud mental ha entrado como un torbellino en la sociedad de la mano de la pandemia. Nunca como hasta ahora habíamos hablado tanto no solo de trastornos y enfermedades psicológicas o psiquiátricas, sino de otros malestares alejados de las patologías mentales, como las emociones y el sufrimiento. 

Psicólogos profesionales se han convertido en divulgadores de la mano de las redes sociales, diversos escritores consagrados han plasmado los fantasmas de sus cerebros en novelas, y los investigadores escriben ensayos científicos para desgranar cómo funciona el cerebro, cómo actúan los psicofármacos y en qué consiste una buena psicoterapia. La universidad no se ha quedado al margen del auge de la salud mental y ha sabido recoger el guante.

El grado de Psicología ha pasado a ser extremadamente popular entre los estudiantes. Al menos, en las facultades públicas catalanas, donde la demanda de plazas para cursar Psicología como primera opción en el año académico 2021-22 supuso un 217% respecto a las ofertadas. Teniendo en cuenta las matrículas, el grado de Psicología es el segundo más demandado en el sistema universitario catalán después del de Administración y Dirección de Empresas. Así lo desvela el estudio 'Ocupabilitat i formació universitària en Psicología', elaborado por AQU Catalunya, la agencia para la calidad del sistema universitario.

Facultades

La Universitat Autònoma de Barcelona, la UB, la de Girona, la de Lleida, la Rovira i Virgili y la de Vic ofrecen estudios de Psicología. Para el presente curso, la nota de corte superó el 9 en todas, a excepción de la de Vic (7.08). Según el estudio 'Datos y cifras del sistema universitario español', la nota de corte para Psicología en las universidades presenciales españolas no ha dejado de aumentar desde el curso 2015-16 (7,83). En el año 2029-20, fue de 8,30. Las nota media del expediente académico de los titulados de Psicología es de 7,35, por encima de la media del conjunto de carreras (7,26).

La tasa de abandono en los estudios de Psicología es del 24%, un porcentaje que, según los autores del informe, se explica principalmente por las cifras de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que, con diferencia, tiene el número más elevado de matriculados: cerca del 65% de los estudiantes.

El informe de AQU también constata la feminización de este tipo de estudios superiores: ocho de cada diez matriculados en Psicología (curso 2020-21) son mujeres. Es una tendencia que ocurre también en otros grados, como los relacionados con la educación y la asistencia social.

Además, los futuros psicólogos se muestran bastante satisfechos con las enseñanzas recibidas en la facultad. Tanto que nueve de cada diez volverían a estudiar la carrera. Especialmente contentos se muestran los alumnos con la adquisición de habilidades comunicativas e interpersonales, que son imprescindibles en el caso de los psicólogos sanitarios, que son los únicos capacitados para tratar pacientes tras haber estudiado el máster específico. 

El informe revela que, en general, los empleadores están satisfechos con las comptencias de los psicólogos que contratan. Es un sector en el que cuesta menos que en otros encontrar profesionales. Sin embargo, en su opinión, los recién graduados deberían mejorar, precisamente, en habilidades comunicativas e interpersonales.

Las prácticas fallan

A pesar de la satisfacción general que tienen los estudiantes con la carrera, hay un aspecto que, a su juicio, debería mejorar: las prácticas, a las que ponen una nota de 6,4 sobre 10. Muchos estudiantes se buscan las prácticas por su cuenta, sin ayuda de las facultades, a pesar de que son fundamentales no solo para conseguir el título sino para aplicar a la vida real y profesional los conocimientos teóricos adquiridos en clase. En todo caso, tampoco es que el resto de estudiantes esté plenamente satisfecho con las prácticas. La nota media de todo el sistema universitario catalán es de 6,9.

Una vez terminados los estudios, zambullirse en el mundo laboral de la psicología es algo con más sombras que luces. Los indicadores de inserción laboral incluidos en el informe muestran que los graduados ganan menos y tienen contratos más precarios que el resto de titulados. Tras licenciarse, el salario medio bruto mensual es de unos 1.700 euros, 500 euros menos que el salario medio del sistema universitario catalán. Evidentemente, todo depende del puesto de trabajo. En ocasiones, los graduados en Psicología no consiguen un empleo en su campo y tienden a realizar funciones laborales no universitarias y su inserción es de peor calidad.

Según el estudio, las empresas que contratan recién licenciados en Psicología solicitan, sobre todo, competencias relacionadas con las nuevas tecnologías, la psicoterapia, la adaptación al cambio, la investigación así como todo lo relacionado con el impacto psicológico de la pandemia.

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