Canarias cuenta con unas 24.000 especies registradas, según el Banco de Datos de la Biodiversidad, de las cuales 1.129 han sido introducidas por el ser humano, el 43 por ciento de ellas en los últimos 30 años.

De esas 1.129 especies introducidas, 118 están consideradas especies invasoras, de acuerdo con los datos aportados en comisión parlamentaria por el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena.

Estas especies son potenciales amenazas para las autóctonas, bien por su condición depredadora, porque compiten por los mismos alimentos, porque alteran los hábitats, porque pueden hibridarse con especies locales o por ser transmisoras de enfermedades, detalló Valbuena. El consejero explicó que a partir de 2017 se está desarrollando con fondos europeos Feder un programa para la gestión de especies exóticas y a partir de 2020 se creó una red de alerta temprana contra especies invasoras abierta a los ciudadanos. En los aplicativos y web de esa red de alerta, denominada Redexos y que desde 2019 ha recibido una financiación de cuatro millones de euros, se han recibido 8.200 avisos sobre la presencia de 419 especies diferentes, aunque finalmente no todas han resultado invasoras.

Una vez se reciben los avisos, hay grupos de intervención en cada isla, aunque los de La Gomera, La Palma y El Hierro aún no funcionan de forma permanente. Otras formas de control sobre las especies invasoras son los programas específicos, entre los que el consejero citó el de la culebra californiana, de la que se han erradicado más de 14.300 ejemplares. En cuanto a las especies asilvestradas, Valbuena dijo que el gato es la más dañina porque afecta a especies autóctonas como el lagarto. Indicó que así como en espacios urbanos los gatos son capturados y esterilizados, es imposible reintegrar en el medio a los gatos asilvestrados que viven en espacios naturales, así que hay que aplicar «decisiones que no nos gustan», es decir, abatirlos, como ocurre con cabras y hurones.