El 61,8% de los españoles está a favor de acabar con el cambio de hora estacional que consiste en adelantar o retrasar los relojes una hora cada seis meses (el último fin de semana de marzo y el último fin de semana de octubre) con el fin de ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural y optimizar el ahorro energético. En caso de tener que elegir un horario, el 69,4% de los encuestados en uno de los últimos barómetro del CIS en el que se preguntaba por el cambio de hora, la mayoría (61,8%) afirmaba que prefería acabar con esta práctica mientras que el 19,8% era favorable a seguir como hasta ahora. El cambio al horario de verano se produce siempre en España la madrugada del último domingo de octubre, que este año cae en 30. Por tanto, se mantiene el horario de verano durante casi todo el mes. La fecha del cambio de hora será el próximo 30 de octubre de 2022.

El cambio horario es obligatorio y siempre se produce en las mismas fechas y horas en el conjunto de la UE, de modo que no existe la posibilidad de que un Estado miembro no aplique este cambio de hora. En la consulta lanzada en 2018 por la Comisión Europea en los países miembros, participaron 4,6 millones de personas, con más de un 80% a favor de poner fin a los cambios horarios. Esta normativa tiene como objetivo lograr un ahorro energético y aprovechar las horas de luz natural. Supone además un beneficio para sectores como el transporte y las comunicacionespara la seguridad vial, las condiciones de trabajo, la salud, el turismo y el ocio, según argumentaba la Comisión Europea en 1999.

Por lo tanto, el horario de verano llegará la madrugada del próximo domingo 27 de marzo: a las 2:00 serán las 3:00 en la Península y a la 1:00 horas serán las 2:00 horas en las Islas Canarias.

Debate en la Unión Europea

El debate sobre la necesidad o no de realizar el cambio horario no se produce solo en España ya que países como Finlandia han propuesto a la Unión Europea suprimir el cambio de hora por su efecto en la salud. Así, mientras que para los países del sur del continente europeo el adelanto de la hora de este último domingo de marzo permite alargar las horas de sol por las tardes, los países del norte afirman que apenas notan estos cambios.

No obstante, ambos expertos se muestra a favor de la unidad horaria en Europa. "En estos momentos en los que los europeos parece que nos estamos volviendo locos y nos empeñamos en soplar el castillo de naipes para ver si se cae, Europa necesita una unidad horaria porque en el mundo en el que vivimos la coordinación horaria es muy importante", asegura Mira.

Por ello, se define como "un defensor de la unidad de gestión horaria del continente" ya que, reitera, "los beneficios superan a los inconvenientes". Olalla también indica que el cambio de hora "es un asunto coordinado con Europa" aunque reconoce que es "algo difícil de manejar". "La situación depende de la latitud y no es lo mismo en España donde interesa aprovechar el amanecer para evitar la insolación que estar en Finlandia", reconoce.

 Ambos expertos también han hecho un llamamiento a no confundir el cambio horario estacional con el huso horario, cada una de las 24 franjas geográficas virtuales, orientadas de norte a sur, en las que se divide el planeta, con una amplitud de 15 grados (el ángulo que rota la Tierra en una hora).

En la España peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla la hora oficial es UTC+1, correspondiente al huso de Europa Central, como en casi toda Europa continental, como describe Mira, coordinador del estudio '¿Es nuestro huso horario un problema?' en el que argumenta que, en caso de producirse un cambio de huso, "toda la vida del país se desplazaría una hora hacia la noche".

En este punto, Olalla enfatiza en que "cuando se pone el sol es cuando la gente vuelve a casa y eso se hace en España y en el resto de Europa en función de cada latitud". Así, defiende que en España "no se come más tarde, ni se cena más tarde, ni se ve la televisión más tarde que en el resto de Europa" sino que "todos los países se rigen por el sol", asegura, al tiempo que vaticina que si el Gobierno no cambiara la hora, "esta medida no perviviría ni un año porque es contranatura".