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Tiempo en Canarias

Nuestros riesgos climáticos

La rápida evolución de la tormenta tropical ‘Hermine’ pone a prueba las principales amenazas asociadas al clima que se dan en Canarias | Los efectos del cambio climático abren otro debate

Evolución de Hermine

Evolución de Hermine Windy.com

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Evolución de Hermine Jorge Dávila

No hay nada anómalo en la presencia de Hermine en unas coordenadas próximas a Canarias. Es verdad que la frecuencia con la que este tipo de incidencias meteorológicas agita al Archipiélago no es un episodio demasiado habitual pero en el pasado ya hemos tenido que lidiar con ellas. Y es que por mucho que llevemos hablado desde hace días de onda, ciclón o tormenta, la única certeza «es que los fenómenos inestables tropicales se forman en una zona al sur de Cabo Verde y avanzan en dirección al Caribe y Golfo de México», puntualiza Pedro Dorta, director de la Cátedra Reducción del Riesgo de Desastre y Ciudades Resilientes de la Universidad de La Laguna, no sin advertir la «extraña» trayectoria que Hermine describe sobre el Atlántico en un perímetro cercano a las Islas.

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Voz autorizada en el estudio de riesgos climáticos, el doctor Dorta Antequera subraya que los avisos asociados con el clima que más incidencia tienen sobre el territorio insular son múltiples, pero dos se sitúan en una posición preferente: las inundaciones generadas a partir de lluvias intensas y las olas de calor. «Las segundas ya tienen una relevancia importante en nuestra salud porque provocan muertes y, además, están consideradas como una de las causas fundamentales que propagan los incendios forestales [temperaturas muy elevadas, una humedad relativa bastante baja y la presencia de viento], pero en las Islas existen otras amenazas climáticas como son los temporales de viento, la sequía o los temporales marinos que se repiten de una forma cíclica». En medio de un escenario tan variado, el profesor de la ULL no cierra la puerta a la influencia del cambio climático: «Es posible que esté jugando un papel decisivo», pero vuelve a remarcar que «no hay nada nuevo. En el pasado hemos sufrido periodos de calima, incendios, inundaciones, olas de calor...». Eso sí, en su análisis aclara que este nuevo rol sí que se aprecia en la alteración de las temperaturas y en los riesgos de origen tropical.

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De lo mucho que se ha escrito y hablado en las últimas horas, Pedro Dorta destaca que «hay estudios que ponen de manifiesto que siempre es más fácil vender un desastre». Esta circunstancia, en una sociedad que devora la información a una velocidad vertiginosa, amplifica la magnitud de un fenómeno meteorológico como el que estos días se ha desatado sobre las Islas. «Hay que contar los riesgos derivados de una convivencia con esta incidencia sin caer en el alarmismo», abrevia en un punto de la conversación en el que fluyen los peligros que toman cuerpo a partir de la acción humana.

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Ocupar un espacio que es potencialmente inundable, por citar un ejemplo, incrementa el porcentaje de peligro en una situación límite: «El riesgo derivado del clima solamente existe cuando está presente el ser humano, es decir, si este no está el riesgo desaparece». Y es que no se comporta de la misma manera una gota que cae sobre una capa de asfalto que en un suelo agrícola o forestal. «La capacidad de absorción es distinta y en el primer caso favorece las escorrentías». Dorta habla de «matices» cuando fotografía las amenazas de perfil climático a las que se enfrenta el Archipiélago: «Fuerteventura y Lanzarote tienen un relieve más modesto que el resto de las Islas y, sin duda, eso influye en las precipitaciones».

Las temperaturas en superficie, o la corriente marina fría, son una especie de barrera protectora ante los fenómenos tropicales como el que nos ocupa estos días: «Cuando hablo de matices me refiero a que las aguas que están entre Lanzarote y Fuerteventura o entre estas y el continente africano son mucho más frías que las de que bañan La Palma... Esa es la razón por la que llueve mucho más La Palma», simplifica el geógrafo de la ULL.

La ordenación del territorio y la alerta temprana de Protección Civil son las herramientas básicas a la hora de contrarrestar una amenaza climática. Y es en este apartado en el que Dorta Antequera remarca que esa planificación solo es posible en lo que afecta a las lluvias «porque anticiparse a una ola de calor o un episodio de calima resulta casi imposible». Cada Cabildo tiene localizado los puntos que son inundables y conoce los «puntos débiles» de cada municipio en el caso de que se den lluvia de gran intensidad. «A pesar de que los planes de protección están perfectamente estudiados, existe una variable asociada a los territorios altamente poblados que pueden dificultar una evacuación». En la parte de protección civil, se han generado «importantes avances a nivel insular, municipal y autonómico» en los últimos años. «Es verdad que a día de hoy todavía queda algún municipio pequeño que no ha definido su estrategia en materia de seguridad, pero los de mayor densidad, como pueden ser Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas o La Laguna, sí que han definido cómo tienen que movilizarse en el caso de que se produzca una crisis relacionada con el clima».

Efectos del cambio climático

Una investigación de la Cátedra de Riesgos Climáticos de la ULL sobre la frecuencia con la que se suceden fenómenos extremos en el Archipiélago da pie a Aridane González González, presidente del Comité Científico para el Cambio Climático del Gobierno de Canarias, Economía Circular y Azul, para ratificar que «cada vez se forman más ciclones y tormentas tropicales en unas zonas próximas a las Islas». Este argumento lo apuntala el profesor e investigador de la ULPGC con el hecho de que el cambio climático «modifica» el régimen de calor y vientos en esta franja del Atlántico.

La posible evolución hacia escenarios mucho más «radicales» es otra de las visiones que Aridane González introduce cuando explica las nuevas variantes de modelos climáticos que se van a dar en base al aumento de las temperaturas asociado con la emisión de gases que provocan el efecto invernadero. «Si unimos el concepto de eterna primavera que le damos a Canarias con el cambio climático será inevitable hablar de fenómenos adversos, tormentas tropicales, calima y un aumento progresivo de las temperaturas que van a favorecer un afloramiento masivo de algas», avisa respecto a unas consecuencias funestas para el planeta que algunos especialistas fijan para 2100, pero que «al ritmo de destrucción que nos estamos moviendo puede adelantarse a 2050 o 2040».

La orografía es, a su vez, un factor de máxima relevancia a la hora de identificar una posible conexión entre las amenazas derivadas del clima y el cambio climático: el calentamiento es superior en islas como El Hierro o La Palma, aunque como norma general se puede hablar de una alerta hídrica, que en algunos espacios del Archipiélago ha generado una desertificación superior al 90%, es decir, un paso más en dirección a una tropicalización que acabaría teniendo un enorme impacto sobre el ecosistema y las especies endémicas. «En este punto es cuando hay que hablar de especies invasoras como el rabo de gato, la serpiente californiana o las algas de origen japonés que ahora mismo afectan a una zona de pesca de San Cristóbal, en Gran Canaria».

Ese déficit hídrico del que habla Aridane González no se va a solucionar, ni mucho menos, con las tormentas registradas durante la jornada de ayer porque el trato que se le ha dado históricamente al agua en la comunidad autónoma ha sido residual. «Esta sociedad se ha desarrollando dando la espalda a la naturaleza y, por lo tanto, el agua es un elemento que no se ha cuidado como se merece. Todas las infraestructuras que se diseñan están pensadas para que fluya, no para que el agua empape la tierra e intervenga en la mejora del suelo».

Estos chubascos fuertes e intensos no sirven, a juicio de este doctor en Química, para rellenar embalses y regenerar los acuíferos de las Islas, porque para que eso suceda se necesita un periodo de precipitaciones constante y más duraderas en el tiempo. «Lo único que genera llover mucho en poco tiempo son riesgos debido a que en Canarias tenemos un grave problema en la canalización de aguas que está en fase de ser resuelto».

Horas antes de que Hermine saliera al Atlántico, Adrián Cordero, el hombre del tiempo del magazine ¡Ponte al Día! (RTVC - Videre), exponía que «casi nadie sabe con una certeza absoluta a lo que nos enfrentamos, pero sí que estamos ante un fenómeno meteorológico sin precedentes en la historia climática de Canarias», pone de relevancia al tiempo que comienza a hablar de modelos que utiliza normalmente la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). «Los que tenemos disponibles no están configurados para este tipo de situaciones, pero sabemos que viene mucha agua [no es un Delta porque entonces la incidencia del viento fue bastante generosa], pero casi todas las Islas se van a ver afectadas en su fachada norte. La orografía va a condicionar unas precipitaciones que, si hacemos casos a las previsiones, serán especialmente intensas en la tarde-noche de hoy y la madrugada del lunes», avanza el periodista asturiano.

Mañana, jornada en la que no habrá actividad en los centros educativos de las Islas, el parte meteorológico seguirá estando complicado aunque es posible que ya se perciba un proceso de mejora que será más evidente el martes. «La información de servicio seguirá siendo clave en las próximas 48 horas pero, además, hay que ser pedagógicos y pedir mucha precaución frente a los riesgos que se van a encadenar en las dos provincias». Estar al filo de la noticia, sin duda, es el mejor consejo que este profesional de la comunicación puede dar en medio de un fenómeno climatológico que es un tanto atípico. «Lo que hace a esta evolución tropical especial es la dirección que ha tomado cuando se ha introducido de lleno en el Atlántico. Habitualmente, este tipo de tormentas gira al oeste y en esta oportunidad se marchó con dirección norte».

La ausencia de informes concluyentes que indiquen que la presencia de fenómenos tropicales ya es un hecho cotidiano es compatible con la estrecha relación que sí existe entre el incremento de la temperatura del mar y la posible formación de amenazas como Hermine. «Los vientos alisios tienen un valor determinante en el control de estos riesgos porque por la latitud en la que se sitúa Canarias, esta tendrían que tener un clima mucho más cálido que el que tiene». La observación en tiempo real, por último, es un punto a favor de la comunidad de expertos porque posibilita ordenar todos los recursos de control de riesgos antes de que un peligro se convierta en una realidad. «Hoy no es el mejor día para ir a la playa, hoy es una jornada para quedarse en casa y dejar que el personal que está adiestrado en situaciones de emergencia resuelva los inconvenientes que se vayan produciendo», recomienda Adrián antes de recuperar su discurso inicial. «Si mañana tengo que decir que todo ha quedado en mucho menos de lo que se esperaba, eso ya sería una buena noticia... Significaría que no fallaron los meteorólogos, pero sí los modelos meteorológicos», concluye.

Periodista asturiano al que apasiona la información meteorológica, Adrián Cordero es el hombre del tiempo del programa ¡Ponte al Día! (RTVC - Productora Videre), una especialidad a la que llegó a medida que fue ampliando sus conocimientos sobre todo lo que sucede en la atmósfera. Asegura que no acabó hablando a los espectadores de anticiclones y borrascas porque no hubiera nadie que lo quisiera hacer, sino por una atracción que es tan intensa como el efecto imán que causa sobre él la nieve. «Es mi fenómeno favorito», ratifica el comunicador.

Profesor titular de la Universidad de La Laguna, Pedro Javier Dorta Antequera es el autor de la tesis doctoral Las invasiones del aire sahariano en el archipiélago canario, investigación que contó con la dirección de la doctora María Victoria Marzol Jaén. Experto en Geografía Física, forma parte de los grupos de Estudios en Ordenación Territorial y Riesgos (Georiesgos) y Geografía física de los recursos y de los riesgos naturales en la planificación. Suma 45 publicaciones –artículos, libros o capítulos– de divulgación entre 1990 y 2021.

Presidente del Comité Científico del Gobierno de Canarias para el Cambio Climático, Economía Circular y Azul, Aridane González González es profesor e investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Licenciado en Química Orgánica, es integrante del Grupo Quima de Química Marina del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag). En su etapa postdoctoral participó en dos campañas impulsadas por la Universidad de Brest (Francia), bajo la dirección de Mattew Charette, en el Ártico (2015).

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