La videoconsulta será una realidad en toda la red pública sanitaria madrileña en diciembre de este año. Ya lo había avanzado la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Esta semana –en el Debate del Estado de la Región- ha vuelto a defender la utilidad de esta modalidad tanto en los centros de salud como en las consultas de especialidades hospitalarias. Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), su presidenta, Carina Escobar, aplaude un sistema con el que ya cuentan varios centros de la región. Pero, advierte a El Periódico de España, el diseño debe tener en cuenta a los usuarios y a los profesionales. Y, por supuesto, añade, hay que "dotarlo y adaptarlo" para que no suponga "más barreras para esos pacientes".

A comienzos de este mismo año, la presidenta Ayuso presentaba el sistema de la videoconsulta a través de la Tarjeta Sanitaria Virtual, que comenzaba por implantarse en los hospitales de El Escorial y del Henares, en Coslada, con la idea de estar disponible en toda la red antes de que finalice este 2022, ofreciendo todas las garantías de protección de datos, precisan desde la Comunidad, porque este tipo de consulta virtual no puede ser grabada.

Madrid defiende que el nuevo recurso ofrece la misma calidad de una consulta presencial

Madrid defiende que el nuevo recurso ofrece la misma calidad de una consulta presencial con la ventaja de que los pacientes no tienen que desplazarse si no lo necesitan. Lo hace en un contexto en el que sindicatos y oposición critican que las listas de espera en la sanidad pública se han disparado. La propia presidenta Ayuso anunció en ese Debate del Estado de la Región que el plan de listas de espera para el periodo 2022-2024 reducirá a la mitad los tiempos máximos de atención, según prioridad clínica.

Como novedad, destaca la comunidad, junto a las videoconsultas, se incorpora la categoría de tarjeta sanitaria virtual delegada. Es decir, podrán acceder a este modelo a través de los dispositivos electrónicos los familiares o personas autorizadas para la gestión de los trámites de los menores de 16 años y las personas con dependencia. Avances que, aseguran, llevan a la región a lo que denomina "sanidad líquida".

Un cambio de modelo

Desde entidades como la POP, que agrupa a organizaciones de pacientes de ámbito estatal, admiten que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha impulsado "la necesidad urgente de redefinir el modelo de atención de a la asistencia sanitaria y de gestionar el cambio". Por eso, subrayan la importancia de mejorar la gestión de las enfermedades crónicas "innovando en procesos asistenciales, cuidados y por supuesto en el desarrollo de la tecnología pensando en las personas".

Avanzar en la relación médico-paciente, señalan desde esta plataforma, supone hacerlo por innovación y digitalización que promuevan la teleasistencia. Eso sí, remarcan, "preservando la humanización y las necesidades concretas de cada persona con algún tipo de enfermedad". La tecnología, considera Carina Escobar, es "muy necesaria" tanto para la continuidad asistencial como para la coordinación entre los diferentes servicios.

La POP apuesta por una digitalización basada en criterios de calidad, equidad, igualdad y que abogue por reducir la brecha digital

"Es una gran oportunidad", pero, añade, se necesita un diseño participativo, que tenga en cuenta a pacientes y profesionales sanitarios, y por supuesto dotarlo y adaptarlo para que "no suponga más barreras para los pacientes". Pone el acento en la necesidad de que esa nueva forma de relación "sea de calidad". Apuesta por una digitalización basada en criterios de "eficiencia, innovación, equidad, igualdad y que abogue por reducir la brecha digital en salud".

La presidenta de la POP se remite al "modelo de atención telemática centrada en la persona" publicado en octubre de 2021 por la plataforma en el que se reclama, entre otros aspectos, la regulación de un marco legal de la atención telemática; establecer criterios de uso de consulta presencial y consulta por videollamada; dotar de la infraestructura necesaria para asegurar la protección de la información; potenciar la consulta compartida o agilizar la programación de citas.