Algunas veces es por descuido. Y otras veces hemos cocinado demasiada cantidad y pasan los días sin que nadie de la casa consuma los sobrantes. Pero el hecho es que todos los meses, buena parte del dinero invertido en alimentos termina en el cubo de la basura.

Veamos cómo evitarlo, utilizando el denominado método FIFO:

Tradicionalmente, lo último que entra es lo primero que sale

Así es. Esto ocurre porque cuando adquirimos algo y lo ponemos en el frigo, solemos hacerlo en la parte más cercana a la puerta. Y cuando alguien acude a la nevera para tomar algo, tiende a coger lo que está más a mano.

De esta forma, los alimentos que hemos introducido antes quedan arrinconados y olvidados, hasta que un mal olor o la presencia de moho nos alerte de que el alimento está en mal estado.

El alimento en cuestión se va al cubo de la basura, junto con el dinero que nos ha costado.

Método FIFO: lo primero que entra es lo primero que sale

El método FIFO (first in, first out), recomendado por el Ministerio de Consumo, persigue que ocurra al revés. Es decir, que los alimentos que hemos colocado primero en la nevera también salgan los primeros.

¿Cómo hacerlo? El método tan solo requiere invertir un par de minutos cada vez que metemos algo en el refrigerador. Todo lo que hay que hacer es extraer los alimentos que están más al fondo, colocar ahí los que acabamos de adquirir y recolocar los primeros en la parte más cercana a la puerta.

De esta forma, todos los integrantes del hogar cogerán siempre los alimentos que más tiempo llevan en la nevera.

Una forma de combatir el denominado despilfarro alimentario

La divulgación del método FIFO es una de las medidas gubernamentales destinadas a erradicar el desperdicio alimentario en España.

Y es que los cálculos estimativos realizados por el Ministerio de Consumo apuntan a que, durante el pasado año 2021, más dos mil millones de kilos de alimentos terminaron en la basura.