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director de la agencia canaria de investigación, innovación y sociedad de la información

Carlos Navarro «Necesitamos ser competitivos y no dar bandazos sin tener una estrategia clara»

Carlos A. Navarro, director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información. | | E.D.

El mundo digital, la innovación y el emprendimiento son conceptos cada vez más presentes en la sociedad canaria. Tras la pandemia, el Archipiélago ha visto cómo se acelera la transformación en estos campos, situación que analiza en esta entrevista el director de la ACIISI.

Según datos del Ministerio de Economía y Transformación Digital, Canarias se sitúa por encima de la media española en cuanto a acceso a Internet en los hogares y también supera la media europea con respecto a viviendas con conexión a la red de banda ancha fija. ¿Es esto un indicativo de que se está consiguiendo un buen desarrollo del acceso a Internet en las Islas?

En Canarias tenemos muy buenos datos en cuanto a la conectividad en el territorio a pesar de que siempre nos parezca insuficiente. Estamos tan acostumbrados a vivir en un mundo tan digitalizado que a poco que nos falta esa conexión digital la echamos mucho en falta. Pero para ser justos, en Canarias, en particular, y en España, en general, tenemos altísimos datos de cobertura de conexión de banda ancha, con un 86% y 87%, respectivamente. A nivel de conectividad tenemos que felicitarnos en España, aun sabiendo que no es suficiente y que tenemos que seguir apostando por cubrir territorio. El compromiso es llegar a 2025/2026, según la agenda del Ministerio, con un 100% de conectividad en todo el país.

Tras la pandemia los datos indican que se ha experimentado una gran aceleración en cuanto a la digitalización de hogares y empresas en Canarias. ¿Cree que en se está apostando por una verdadera transformación digital en Canarias desde las instituciones públicas?

La Administración publica tiene que ganar en eficacia porque la ciudadanía nos demanda que seamos ágiles y eliminar burocracia. Uno de los ejes principales para mejorar en este servicio que se da a la ciudadanía es reforzar y agilizar los procesos de manera digitral. Hemos construido una nueva agenda que presentaremos en breve y que está confeccionada con una hoja de ruta que se llama Canarias Territorio Digital Emprendedor, en la que están recogidos los principios con los que queremos guiar la digitalización en las Islas. Uno de estos principios es colocar a a las personas en el centro de esta transformación, ya que no podemos digitalizar la Administración sin acompasarlo con las capacidades de las personas para acceder a estos servicios porque estaríamos abriendo una brecha con la propia ciudadanía. Hemos dado un cambio hacia una era digital total, pero todavía quedan muchos colectivos que se han quedado fuera por vulnerabilidad u oportunidad y, precisamente por esto, tenemos que hacer flexible el modelo digital para que podamos llegar a todo el mundo. No podemos hacer una discriminación masiva cuando no tenemos la formación y los recursos para poder acceder a los servicios que e prestan desde las instituciones públicas. En Canarias destacamos bastante en este indicador porque hemos tenido que llevar a cabo esta transformación de forma natural. Nuestra naturaleza insular nos ha acostumbrado a trabajar de forma telemática, a tener los sistemas interoperados y la llegada de la pandemia no fue un inconveniente tan grande como pudo serlo en otras comunidades autónomas. Sin embargo, uno de los campos en los que nos queda mucho por avanzar es en la formación en competencias digitales. Nos falta mucho trabajo en este sentido, ya que las empresas tienen que digitalizarse más y contar con profesionales especialistas en el manejo de las tecnologías de la información y las comunicaciones [TIC]. También hemos visto algunos signos de que tras la llegada del covid muchas empresas hicieron un proceso de transformación digital para la pandemia pero, una vez pasada la emergencia, volvimos otra vez a modelos del pasado sin consolidar las nuevas apuestas. Decimos que la digitalización ha llegado para quedarse, pero la realidad es que para algunos no se quedó, ya que no la han terminado de integrar.

Cada vez más, los canarios utilizan el plano digital para informarse, realizar pagos y compras, pedir cita en centros sanitarios o efectuar trámites en las administraciones públicas. ¿Canarias puede ser punta de lanza en cuanto a la digitalización de la sociedad?

Actualmente, estamos situados en la media en cuanto a digitalización, no destacamos ni nos quedamos atrás en nada, pero sí necesitamos mejorar en campos como en el de la formación de la sociedad. El Archipiélago tiene unas condiciones singulares y algunos hándicaps lógicos, como en el comercio a la hora de comprar en plataformas. El modelo logístico tiene que mejorar y también tenemos otros inconvenientes como los sobrecostes que generan las conexiones por cables submarinos. Sin embargo, de las dificultadas muchas veces se acaban sacando ventajas y Canarias ahora mismo tiene una gran oportunidad digital. En las Islas hemos ido sufriendo históricamente los condicionantes de las materias tangibles como el plátano, los tomates, etc., y estas materias que pesan y consumen territorio no son la mejor receta para un archipiélago con recursos limitados. Sin embargo, en el ámbito de lo digital se desarrolla la economía de lo intangible, de actividades que no ocupan ni pesan y que se pueden hacer de forma remota si tienes conectividad. Por ello, tenemos ante nosotros una gran oportunidad gracias a otras condiciones como las climáticas y geográficas, con ese punto de enganche de cables de conexión submarinos que pasan por el Archipiélago y lo convierten en un hub internacional.

El pasado mes de julio se firmó el Pacto por la Ciencia y la Innovación, siendo la primera vez en la historia de Canarias que se adquiere un compromiso consensuado por todos los agentes de la sociedad para priorizar estos campos. ¿Qué supone la firma de este acuerdo?

Es un hecho histórico que se haya firmado este pacto que cuenta con el consenso de todos los grupos políticos de Canarias, de las patronales, universidades, sindicatos y de prácticamente todos los agentes representativos de la sociedad. Lo importante es que hemos tomado conciencia de la necesidad que tenemos de impulsar el conocimiento, la ciencia y lo digital en nuestra tierra. Canarias seguirá viviendo del turismo, mantendrá su agricultura e industria, pero si queremos avanzar y diversificar la economía no debemos consumir el territorio ni realizar actividades contaminantes o que impliquen un transporte excesivo. Esto se corresponde con el conocimiento y lo digital, que es lo que no pesa. Tomar conciencia desde el ámbito público y privado, adquiriendo un compromiso conjunto de elevar la contribución que se hace a estos campos para ser más competitivos es un punto de partida muy importante que tiene que ir acompañado de otros presentes en la agenda Canarias Progreso 2030. Estos son la Estrategia de Especialización Inteligente y Sostenible (S4), el plan canario de I+D+i y el anteproyecto de Ley de la Ciencia en Canarias. En otras cosas nos podemos pelear todo lo que queramos, pero en algunas debemos estar todos unidos porque el mundo no para, ya que está en constante globalización y digitalización. Necesitamos ser competitivos y no podemos permitirnos estar dando bandazos sin tener una estrategia clara.

La Agencia organiza cada año miniferias de la ciencia y la innovación para hacer hincapié en la transmisión del conocimiento científico a la comunidad educativa. ¿Cree que debería haber más componente científico y emprendedor en la enseñanza actual?

En este ámbito también se puede mejorar. El componente científico no es escaso en los programas educativos, pero podemos aportar mucho más. Y no solamente en cuanto a la corriente científica, sino también en la que va en favor del emprendimiento y la dirigida hacia las mujeres. Hay una brecha de género en las carreras STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas] y ahí tenemos que seguir reforzando una política que ya se está realizando, para la incorporación de la mujer a estos ámbitos desde edades tempranas y la concienciación de la importancia del emprendimiento y de la ciencia y la innovación. Necesitamos cambiar la mentalidad de la gente y hacerla consciente del mundo globalizado en el que estamos aunque vivamos en islas. Estos programas no se discuten en otros países como China o Japón, ya que tienen la educación muy enfocada a diferentes campos de especialización. Quizás en lo que tenemos que seguir mejorando es en la forma de cómo hacemos llegar esos contenidos a la juventud y por eso estas miniferias son un formato bastante práctico y llamativo para inspirar a los jóvenes.

El programa Diginnova pretende impulsar la digitalización dl tejido productivo a través de la incorporación de talento joven a las empresas y centros de investigación en Canarias. ¿Considera que las empresas apuestan por el talento joven de la región o suelen buscarlo fuera del Archipiélago?

Diginnova está siendo un rotundo éxito gracias a los cinco millones de euros con los que ha contado y a la ejecución por parte de las dos fundaciones universitarias de las Islas. Ha tenido impacto en más de 440 jóvenes, empresas y centros de investigación y muchos de los participantes está descubriendo un campo que no conocía. Además, está siendo útil no solo para personas de la rama científica, sino también de la lengua, la naturaleza y otros. En cuanto a la empresas canarias, hay que tener en cuenta que la mayoría son micropymes y tienen muchísimas dificultades para incorporar a personas de formación profesional o universitaria con una tecnificación especifica, debido a los sectores en los que desempeñan su actividad. Nos está costando incorporar el talento al mercado laboral en Canarias y por eso se nos va mucho fuera. Uno de los indicadores en los que estamos muy atrás es en la apuesta de las empresas por la innovación, por lo tanto, si las impresas no innovan es muy difícil incorporar a estos perfiles. Uno de los puntos más bajos que tenemos en los informes publicados es la incorporación de especialistas TIC en las organizaciones. Este es un punto en el que nos falta madurez, ya que viene condicionado factores que tienen que ver con el tipo de empresas y de distribución del PIB que tenemos en Canarias y que son cuestiones estructurales. Tenemos una estrategia de retención del talento y Diginnova va en esa línea de atajar el empleo juvenil en un campo de alta especialización y salarios competitivos.

¿Qué importancia tiene la Red de Centros de Innovación y Desarrollo Empresarial (Red CIDE) para las empresas con proyectos emprendedores ?

Esta red es fundamental y por eso hemos duplicado su financiación con el programa Red CIDE Digital. Ya vimos durante la pandemia que muchas empresas acudían a este servicio para digitalizarse y transformarse, por lo que estos centros fueron de gran ayuda en esos momentos y lo siguen siendo. El papel que juegan de información y asesoramiento es fundamental. No tenemos que criminalizar a las empresas por no estar innovando y digitalizándose, sino que tenemos que ayudarlas, ya que muchas veces cuentan con pocos recursos y mil frentes abiertos. Este es un frente más en el que no se tiene un conocimiento profundo y en muchas ocasiones se deja como tarea pendiente. Para esto tenemos que tener recursos de apoyo y programas que ayuden a asesorarte, informarte y explicarte cómo se tiene que elaborar una agenda digital o un plan de innovación y cómo se puede financiar a través de las ayudas, que en Canarias son amplias y generosas.

Según datos del informe eCanarias elaborado por la Agencia, solo el 38% de las empresas canarias permite el teletrabajo a sus empleados, frente al 51% de la media nacional. ¿A qué se debe esta situación y cómo se podría incentivar que las empresas apostaran por una jornada laboral semipresencial?

Esto tiene que ver mucho con el tipo de empresas que tenemos en Canarias. Por ejemplo, en la prestación de un servicio directo como el turismo, que es nuestro motor, es muy complicado. En esta foto salimos un poco perjudicado, pero si lo analizáramos por sectores Canarias saldría bastante bien, sobre todo después de la pandemia. Es importante tener claro que el trabajo remoto es muy efectivo y productivo, pero no se puede generalizar y se debe analizar en cada caso. Si se logra adaptar se mejorará la retención de talento y se captará aún más porque se ofrecerán mejores condiciones para la conciliación familiar sin perder competitividad, sino siendo incluso más productivos.

Uno de los fenómenos que más se está extendiendo en los últimos tiempos es la llegada de nómadas digitales a las Islas. ¿Cree que nos debemos promocionar como destino para este tipo de trabajadores errantes o, por el contrario, es un perfil perjudicial para nuestra economía?

Es necesario distinguir entre nómadas digitales y trabajadores remotos. Si nos referimos como nómada digital a un trabajador extranjero que viene aquí a vivir durante dos o tres meses y apenas gasta, no declara en España y solo aprovecha los servicios que tenemos en Canarias, no creo que nos esté aportando demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que este es un territorio limitado en el que no nos podemos permitir un gran crecimiento de población. Pesan más los residuos que dejan que lo que terminan por aportar. Sin embargo, si hablamos de otro tipo de trabajador, que aporta conocimiento, cultura innovadora, nos conecta con el mundo, se mezcla con el ecosistema local y tiene un poder adquisitivo importante, sí nos interesaría.

Las empresas turísticas suelen estar casi siempre a la vanguardia en cuanto a digitalización de procesos y monitorización de datos. ¿Cómo valora el avance y la innovación en este sector?

En turismo somos líderes en Canarias y lo seguiremos siendo porque tenemos un producto muy competitivo y nuestras empresas son referentes. Sin embargo, hay un liderazgo que no estamos explotando tanto que es en el campo del conocimiento. Solo estamos aprovechando la superficie del sector, vendiendo habitaciones y servicios complementarios, y no estamos sabiendo profundizar en otras áreas. El turismo también son datos y hoy en día valen muchísimo dinero. Esta parte es la que estamos empezando a impulsar para tener un sector turístico que no solo sea líder en número de viajeros, sino también en tecnología. El reto de la próxima década es consolidarnos en el ámbito del big data, la realidad aumentada y el comportamiento del turista. Todo esto posibilitará anticiparnos a sus gustos y comprender mejor el fenómeno turístico de cada temporada.

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