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Colectivos vulnerables

La Cruz Roja duplica las ayudas a la vuelta al cole por la inflación

En 2021 esta oenegé atendió a 2.000 menores mientras que este año atenderá a 4.000 | Cáritas estima una inversión de más de 40.000 euros solo en el área metropolitana de Barcelona

Carmen Sifuentes y Jose Luis Becerra, junto a sus hijas frente a un centro escolar, el pasado viernes. Jordi Otix

Cada año es la misma tortura. O la misma realidad que nadie se atreve a cambiar. Centenares de niños vuelven a la escuela 'cojeando'. Sin todos los libros de texto, con mochilas medio rotas y sabiendo que ni podrán ir a las actividades extraescolares, ni tan siquiera a las colonias organizadas por la escuela. Es la desigual vuelta escolar, que cada año acreditan las entidades sociales en Cataluña pero que este curso, debido al alza de los precios, agrava aún más las diferencias sociales.

La Cruz Roja prevé duplicar el número de niños atendidos respecto al año pasado, y Cáritas estima una inversión de más de 40.000 euros, solo en el área metropolitana de Barcelona. Sin embargo, son conscientes de que no llegarán a toda la demanda existente y piden ayudas públicas al respecto para que la pobreza no se transmita de padres a hijos.

"Todos los niños y niñas entran por la mañana por la puerta de la escuela, tienen derecho a la escolarización. Pero no todos entran igual. Unos no han desayunado, no tienen material, no traen ropa adecuada o no han podido hacer los deberes. Sí, tenemos importantes desigualdades en la vuelta al cole que lastran la vida de muchos niños". Una frase tan contundente como decepcionante la que pronuncia Enric Morist, coordinador de la Cruz Roja en Cataluña. En estos momentos la entidad está enfrascada en la campaña para la vuelta al cole de las familias con más problemas económicos. Una campaña que no solo facilita material escolar, también apoyo en actividades extraescolares o de repaso. "Claro que tenemos un aumento de familias necesitadas por la inflación, creemos que vamos a duplicar el número de niños atendidos este curso", sigue Morist. En 2021 atendieron 2.000 menores. Este septiembre calculan llegar a los 4.000.

No son los únicos. También Cáritas está realizando este trabajo en muchos barrios y pueblos. En la diócesis de Barcelona (que va de Mataró a Cornellà) llegarán a 150 familias, con una aportación de 40.000 euros. Una cifra que no solo computa las ayudas con el material. "Ayudamos a pagar la comida a las familias que no les conceden la totalidad de las becas comedor, pagamos plazas de guarderías, familias que se quedan sin plaza en las 'escoles bressol' y tienen que ir a la concertada, niños de la concertada que les queda un curso para acabar y sus padres no pueden pagar las cuotas, salidas durante el curso...", explica Mercè Darnell, responsable de programas sociales en Cáritas Barcelona. "Lo del material escolar es solo la punta del iceberg de las enormes situaciones de desigualdad que hay en la vuelta a la escuela", insiste Darnell.

Impacto emocional

El coordinador de la Cruz Roja insiste en el efecto psicológico, emocional y de autoestima que esta escasez provoca en muchos alumnos. "Tienen que poder ir con mochilas nuevas como el resto de sus compañeros, hay que normalizar su situación y las ayudas que reciben porque el impacto emocional que viven estos menores es muy duro, lo viven en casa y se dan cuenta", explica Morist, que reclama ayudas públicas para la compra de material escolar, así como los costes asociados a la escolarización.

"Hay muchos niños que, sin este apoyo, van directo al fracaso escolar. A veces nos encontramos niños con problemas de aprendizaje, con problemas de vista... que con un empujón lo consiguen solos", añade Darnell. Ambos son conscientes que hay cientos de familias que no llegan al radar de las entidades sociales, bien por vergüenza, bien por desconocimiento de que les pueden ayudar. Según las últimas estadísticas, más de 300.000 menores viven bajo el umbral de la pobreza.

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