Artemis sigue sin levantar el vuelo. El segundo intento de lanzamiento del programa de exploración lunar más ambicioso de los últimos cincuenta años ha sido abortado a última hora tras la detección de un nuevo fallo técnico en el cohete. Tras el intento fallido del lunes, y una semana de trabajo maratoniano para intentar solucionar los problemas en el motor, este sábado se ha detectado una nueva fuga de hidrógeno líquido en el vehículo espacial que ha obligado a aplazar de nuevo el despegue de Artemis.

Es la segunda vez que se anula el lanzamiento de este programa lunar. El lunes, el primer intento de despegue también tuvo que frenarse debido a una fuga de combustible y a una serie de problemas técnicos detectados en el motor de la aeronave. Este sábado, según apuntan los primeros análisis, parece que el problema está relacionado con "una fuga en el hardware que transfiere combustible al cohete". No se trata, pues, del mismo fallo detectado el lunes sino de un problema totalmente nuevo.

Posible fecha de lanzamiento

El lanzamiento de este programa lunar ha quedado pospuesto, pero no anulado del todo. Todavía hay más oportunidades de lanzamiento. Pero todo depende de qué tan grave es la fuga detectada este sábado (y hasta qué punto compromete la integridad de la misión). Las primeras informaciones apuntan a que, si el fallo es menor, podría haber un nuevo intento de lanzamiento la semana que viene. Probablemente el lunes o el martes 5 o 6 de septiembre. Si la brecha es más profunda, es posible que el cohete tenga que ser devuelto al almacén central para estudiar en profundidad lo ocurrido y llevar a cabo reparaciones más estructurales. En ese caso, todo apunta a que el lanzamiento de Artemis se aplazaría hasta como mínimo mediados de octubre. Las ventanas de lanzamiento disponibles para esas fechas serían del 17 de octubre en adelante.

"Despegaremos cuando esté todo listo. Sobre todo si estamos hablando de un lanzamiento de prueba. Estamos aquí para ponerlo a prueba y asegurarnos de que todo funciona correctamente antes de poner a bordo a cuatro personas ", ha afirmado Bill Nelson, administrador de NASA, en la primera comparecencia de prensa tras el lanzamiento fallido de este sábado. "Todo esto forma parte del 'space business'", ha añadido el portavoz de la agencia espacial tras recordar, una vez más, que hay misiones que han despegado al quinto intento.

Tecnología inédita

El programa Artemis, a diferencia de otras misiones espaciales, intenta despegar con tecnología totalmente nueva. Entre ellas, el cohete más poderoso jamás construido: el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés), un vehículo espacial de nueva generación diseñado tanto para volver a la Luna como para futuras misiones tripuladas a Marte. Esta nave espacial, de casi 100 metros de altura y varias toneladas de peso, se impulsa a través de la quema de tres millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos. La gran mayoría (por no decir todos) los fallos graves detectados hasta ahora en el cohete tienen que ver con fugas en los dipósitos de combustible de este cohete.

El despegue de Artemis es todo un reto. Y no solo porque supondrá una "prueba de fuego" para el nuevo cohete y la nave espacial Orión. Según explica el equipo científico a cargo del proyecto, el gran desafío de esta primera misión no tripulada será demostrar la seguridad de los aparatos para que, en un futuro, puedan ser utilizados por astronautas que volverán a pisar la Luna.

En cuanto despegue, programa Artemis pretende inaugurar una nueva generación de misiones espaciales. El proyecto aspira a llevar a las primeras mujeres astronautas a la Luna en 2025 y, a su vez, a sentar las bases para que algún día los terrícolas puedan llegar hasta el planeta rojo y más allá. También destacará por ser la primera misión tripulada con participación europea rumbo al satélite terrestre. Según explican los expertos, el viaje de Artemis hacia la Luna abrirá una nueva era de la exploración espacial. Eso sí, en cuanto coja el vuelo.